El periodismo científico tiene futuro, es mi conclusión, después de haber participado en la X Conferencia Mundial de Periodismo Científico que tuvo lugar en San Francisco, California, y donde nos reunimos alrededor de 1.400 científicos y periodistas que cubrimos ciencia, representando a 75 países. Y son miles las posibilidades de hacerlo y hacerlo bien, a pesar de todos los obstáculos que puedan presentarse en el camino.
Como por ejemplo, que somos pocos y muchas veces “el patito feo del medio”, o que falta fortalecer mucho más los espacios de formación de quienes nos dedicamos a esta labor, o que, aunque los investigadores nos han perdido un poco el miedo, hay momentos en que la comunicación no fluye, o no entendemos bien las estadísticas o las simplificamos erróneamente.
Pero sí hay futuro porque cada vez surgen nuevas maneras de empaquetar la información científica y es más diversa la forma de presentar los contenidos, con más ilustración, más conversación, más interacción, mejor calidad y mucho más creatividad. Contar un proceso de investigación en una secuencia de viñetas, en un minuto o en 140 caracteres son algunos de los retos que nos imponen las nuevas tecnologías de la comunicación.
El mayor desafío, a mi modo de ver, es combatir a quienes producen pseudociencia, porque rápidamente están aprendiendo a comunicar de manera convincente. Si los científicos y los periodistas no nos ponemos las pilas, se irán desvaneciendo las posibilidades de futuro del periodismo científico. Es necesario actuar ya.