“No hablemos de trabajar por los más necesitados, creo que nos tenemos que quitar ese estereotipo de pensar ‘pobrecito el campesino’. Sí, son personas con muchas necesidades, pero también es gente con muchas capacidades”, enfatiza María Alejandra Quintero Falla, una joven politóloga de 24 años quien, a solo dos días de graduarse, ya hacía parte del grupo de investigadores del Instituto de Estudios Interculturales, de la Universidad Javeriana Cali.
Desde el día en que decidió estudiar ciencia política, asegura, sus intereses siempre han estado encaminados a la investigación, sobre todo en el campo de las humanidades. De hecho, como estudiante de pregrado hizo parte del grupo de investigación Democracia, Estado e Integración Social. Allí apoyó la sistematización y análisis de datos para una investigación en los municipios de Miranda, Toribío y Corinto sobre las dinámicas del conflicto armado en el territorio del Cauca.
“El proyecto tenía un componente fuerte de georreferenciación con el uso de programas informáticos que convertían bases de datos numéricas en mapas, lo que permitía ver las dinámicas del conflicto en la zona”, explica Quintero, estudiante de la Maestría en Derechos Humanos y Cultura de Paz.
Mariale, como la llaman de cariño, realizó sus prácticas empresariales en la Caja de Compensación Familiar del Valle del Cauca (Comfandi), donde participó en la campaña Tu Voto Tiene Poder, que busca crear conciencia en los empleados sobre la importancia de votar; al mismo tiempo, contribuyó en la formulación de una estrategia de relacionamiento con el Gobierno a nivel local, departamental y nacional. Su labor en Comfandi le concedió el Premio de Práctica Destacada, otorgado por su carrera.
De la academia al territorio
A Quintero se le cumplió el sueño de trabajar por el otro cuando ingresó al Instituto de Estudios Interculturales, donde es investigadora en la línea de Desarrollo Rural y de Ordenamiento Territorial, en el equipo de Espacios de Fortalecimiento Organizativo para asociaciones campesinas, las cuales se encuentran en el sur, el suroccidente y en la costa Caribe colombiana.
Hasta allí viaja la caleña a dar pautas pedagógicas a los facilitadores que llevan a cabo diplomados, cada 15 o 30 días, con el propósito de que estos les sirvan a las comunidades como un recurso a la hora de exigir sus derechos e interactuar con actores estatales. “Por medio de estos espacios se identifican las necesidades de conocimiento de los líderes campesinos para formarlos en temas como historia agraria y figuras de ordenamiento territorial. Los planes de estudio de los talleres los construimos con los mismos campesinos, pues la idea es que sea una tarea conjunta en la que nosotros también aprendemos de ellos”, advierte la politóloga, quien también sueña con ser doctora en ciencia política.
El comprometido trabajo de esta joven investigadora con las comunidades hoy se ve reflejado en Siembra campesina: material para el trabajo territorial y comunitario de las comunidades campesinas, una cartilla y contenidos multimedia con infografías, preguntas y ejercicios sobre lo visto durante los diplomados. Quintero hizo parte del proceso de creación y fue la encargada de su edición.
“Afortunadamente, siempre he conseguido que las cosas que haga tengan un impacto social. El trabajo con los campesinos me ha marcado y he aprendido a valorar las cosas pequeñas”, concluye con satisfacción.