Aparte de informar sobre los principales acontecimientos, en los noticieros hay una constante: a diario un presentador relata los indicadores económicos: a cómo se compra y se vende el dólar en el mercado y si las acciones de Ecopetrol y el café subieron o bajaron de precio. Esta información es tan cotidiana que creemos entenderla, pero es la punta del iceberg de un sistema altamente complejo del que poco se conoce, que opera globalmente y que tiene incidencias en la vida diaria de cada ciudadano… La cuestión es ¿qué tanto entendemos sobre el funcionamiento de la tasa de cambio y las acciones? Y ¿cómo comprenderlo puede ser valioso si usted es ―directa o indirectamente― un inversionista?.
El docente e investigador Jairo Andrés Rendón Gamboa, del Departamento de Administración de Empresas de la Pontificia Universidad Javeriana, ha indagado en estos temas buscando comprender las dinámicas de dos aspectos: por un lado, la manera en que los riesgos afectan la tasa de cambio y, por otro, cómo el riesgo cambiario afecta las acciones. En estos dos asuntos hay un elemento común sin el que sería imposible comprender la intrincada dinámica del mercado bursátil: el riesgo cambiario, pero ¿de qué se trata?.
A prueba de dummies
Si una persona decide poner cierto capital en el mercado bursátil internacional, lo primero que debe hacer es cambiar sus pesos a dólares. Esta inversión inicial puede dar ganancias o pérdidas, dependiendo de si las acciones de la empresa aumentan su valor en el mercado o si se deprecian; adicionalmente, también depende de si el dólar sube o baja de precio. Si sube, las ganancias también aumentan; pero si el dólar baja, las ganancias también bajan. Justamente, a la incertidumbre sobre el aumento o disminución del valor de la moneda se le llama riesgo cambiario.
Y… ¿de qué depende un mayor o menor riesgo cambiario?, ¿qué lo ‘mueve’? La literatura sobre el tema habla del ‘riesgo global’, es decir, de situaciones que afectan la economía en el mundo, como los asuntos políticos. En términos generales, si la economía global se ve afectada por algo (por ejemplo, una pandemia como la que vive actualmente el planeta), el riesgo cambiario aumenta, pero lo interesante es que no afecta de igual modo a todos los países. Ante momentos de incertidumbre, los inversionistas prefieren sacar sus recursos de economías más riesgosas, como las economías emergentes de los países suramericanos, y los llevan a economías más seguras, como las de Japón o los países de la Unión Europea. Estos movimientos inciden, a su vez, en el valor de las monedas.
La tasa de cambio, en palabras sencillas, se refiere a la equivalencia entre dos monedas. La más común para nosotros es la comparación entre una moneda con respecto al dólar, pero la hay con cualquier otra moneda. Es una regla de tres. Así, por ejemplo, para saber cuál es la equivalencia entre un peso colombiano y un peso argentino, basta con saber la equivalencia entre el peso colombiano y el dólar, y entre el peso argentino y el dólar.
Un nuevo tipo de riesgo
Si la literatura dice que uno de los riesgos que mueve la tasa de cambio es el riesgo global, dice Rendón, “hay unas dimensiones de riesgo que no son globales, sino locales. Yo las llamo riesgos regionales, y afectan los países de una misma región de manera similar”. Esto significa que así como hay países más y menos riesgosos, hay regiones más y menos riesgosas.
Los riesgos regionales pueden tener muchos orígenes. Aunque no fueron explorados por Rendón en su estudio, desde su conocimiento en el tema se aventuró a lanzar varias hipótesis: países de regiones similares comparten muchos elementos, como aspectos culturales, políticos e idioma, y, además, por estar más cerca, comercian más entre ellos. En esa medida, son interdependientes, de modo que algo que afecte a un país afecta también a sus principales socios.
Esto explica por qué las regiones propuestas por Rendón son geográficas: las Américas ―incluyendo toda Latinoamérica y Canadá―, los países africanos, los países de Asia, los países europeos y, finalmente, Oceanía, es decir, se dividieron en continentes. “De ellos”, dice Rendón, “los países más seguros son los europeos y los asiáticos, mientras los más riesgosos son los africanos y los latinoamericanos”.
¿Todos los huevos en la misma canasta?
Rendón explica que la comprensión de la existencia de los riesgos regionales subraya la importancia de mantener un portafolio de inversión diversificado. “Tener todas las inversiones en Colombia es equivalente a tener ‘todos los huevos en la misma canasta’. Cuando tú inviertes en otro país, empiezas a cargar unos riesgos diferentes. La idea de la diversificación es encontrar el buen balance, de manera que si a una inversión le está yendo mal por un lado, a otra le está yendo bien. Por eso si inviertes toda tu platica en una sola empresa, empiezas a asumir todo el riesgo de esa empresa, como les ocurrió a las personas que solo tenían sus inversiones en Avianca”.
En este punto resulta muy relevante comprender los hallazgos del segundo estudio hecho por Rendón: el mismo concepto de la diversificación es aplicable a un contexto de inversión en el ámbito global. Si los mercados financieros estuvieran integrados, la literatura indica que no habría ventajas por diversificar internacionalmente, porque no se agregaría valor. Pero no es así.
“Exploré qué tanto de esa diferencia [en lo que se refiere a las ganancias] entre lo local y lo internacional lo puede explicar la tasa de cambio. Y la respuesta que encuentro es que la tasa de cambio te puede explicar algo, pero no todo, y que los factores de riesgo locales siguen pesando mucho en el desempeño de los portafolios”, explica el investigador.
Para finalizar, en palabras de Rendón, este sería el gran aprendizaje para un inversionista colombiano que quiera mejorar el desempeño de su portafolio: “Es buena idea diversificar e invertir en el extranjero, pero, ojo, que lo local todavía pesa mucho. Hay cosas locales que usted no va a encontrar afuera. Tenga cuidado: puede estar mejorando su retorno, pero también está asumiendo más riesgos que requieren manejo”.
Para leer más: Rendón, J. A. “Global and Regional Risks in Currency Returns”. International Journal of Theoretical and Applied Finance, 22 (8), 2019. DOI: 10.1142/S0219024919500468
Rendón, J. A. “Foreign Exchange Risk in Stock Returns”. Int. J. Fin. Econ., 25 (1), 2020, 430-443.
TÍTULO DE LA INVESTIGACIÓN: Global and Regional Risks in Currency Returns, y Foreign Exchange Risk in Stock Returns
INVESTIGADOR PRINCIPAL: Jairo Andrés Rendón Gamboa
Departamento de Administración de Empresas
PERIODO DE LA INVESTIGACIÓN: 2017-2019