El estadounidense William Daniel Phillips, premio Nobel de Física en 1997, demostró que los átomos se podían enfriar más de lo que las teorías predecían, de tal manera que se empezaran a mover como en cámara lenta permitiendo atraparlos con más facilidad para estudiarlos mejor.
Eso ocurrió en 1988. Pero la tarea no fue fácil: él, su grupo de investigadores y los científicos con quienes compartió el premio –Steven Chu y Claude Cohen-Tannoudji– tuvieron que utilizar tres métodos diferentes para medir la temperatura de las moléculas porque sus resultados generarían una gran sorpresa en el mundo científico. Había que confirmar y volver a confirmar.
Este avance ha sido clave para continuar con la investigación que hoy en día trabaja en Estados Unidos con la física colombiana Ana María Rey y con Jung Ye, experto en metrología de precisión, para generar relojes atómicos y desarrollar la mecánica cuántica.
Los tres estuvieron en Bogotá, con motivo de la clausura de las cátedras ‘Huellas que inspiran’ y ‘Sesquicentenario de la Universidad Nacional de Colombia’.