Decía Rousseau que los niños tienen sus propias formas de ver, pensar y sentir, y que no existe nada más insensato que pretender reemplazarlas por comportamientos adultos. La cultura y la enseñanza, en particular, han encontrado que uno de esos procederes o formas de ver, pensar y sentir insustituibles en la infancia es el juego.
El juego es sinónimo de aprendizaje. Sirve como fuente de instrucción y de desarrollo de competencias. Además, tiene múltiples beneficios: favorece la sociabilidad, promueve el trabajo en equipo, desarrolla capacidades críticas e incentiva la investigación. Fundamentalmente, el juego tiene la facultad de capacitar al niño para que estructure, aprenda y comprenda su mundo.
¿Puede la lúdica enseñarle al infante cómo deben ser las actitudes frente a su alimentación, higiene personal y práctica de la actividad física? Este y otros interrogantes hicieron que un grupo de investigación del Departamento de Nutrición y Bioquímica de la Facultad de Ciencias de la Pontificia Universidad Javeriana llevara a cabo la investigación “Efectividad de seis juegos de mesa en la enseñanza de conceptos básicos de alimentación y nutrición: experimento clínico aleatorizado por conglomerados”. Fue así como el grupo de nutricionistas-dietistas, y a la vez docentes del Departamento de Nutrición y Bioquímica, diseñaron como método de enseñanza-aprendizaje en el ámbito escolar seis juegos secuenciales para la promoción de estilos de vida saludable: Concéntrese: “Busca la pareja y ganarás”; lotería: “Nutri-Lotto”; cartas: “Nutri-cartas”; bingo: “Nutri-salud”; dominó: “Nutri-derechos”; y escalera: “Lleguemos al mundo mágico de la alimentación”.
Fase a fase
El proyecto consistió en un experimento clínico controlado y aleatorizado por conglomerados. En palabras de Martha Constanza Liévano, directora de la Carrera de Nutrición y Dietética e investigadora, “en este caso, se conforman dos grupos: uno que recibe la intervención (colegio A) y otro grupo control que no recibió ninguna intervención educativa (colegio B)”.
La fase 1 empezó con la invitación a participar en el proyecto. Ninguno de los colegios se rehusó, por lo que se procedió a asignarlos aleatoriamente como grupo de intervención y como grupo control. De igual manera, se seleccionaron los cursos de primero a quinto de primaria que participarían en el estudio.
Para el desarrollo de la fase 2, se aplicó un cuestionario estandarizado tanto en el grupo de intervención como en el grupo de control. Esto con el fin de evaluar los conocimientos y actitudes sobre alimentación y nutrición, hábitos higiénicos, actividad física y derechos de los niños. Para este proceso se empleó un cuestionario autoadministrado, desarrollado por las autoras de los juegos.
En la fase 3, se realizó la intervención experimental, que tuvo una duración aproximada de dos meses. En cada semana y con cada uno de los cursos del grupo de intervención, los niños pudieron experimentar los seis juegos relacionados con temáticas de alimentación y nutrición. Según Liévano, “los alumnos más pequeños fueron más receptivos al principio, pero al final todos se divirtieron, pues los juegos, además de instructivos, resultaron entretenidos”.
En Concéntrese: “Busca la pareja y ganarás”, la temática planteada era el origen de los alimentos. Este juego tenía como objetivo identificar a qué reino de la naturaleza pertenecen los alimentos que hacen parte de la dieta diaria.
Con el rompecabezas “Armando el tren de la alimentación saludable” se pretendía que los niños estuvieran en capacidad de identificar los alimentos que se encuentran en cada vagón del tren, así como su función y la importancia de incluirlos diariamente en su alimentación.
Por medio de las cartas “Nutri-cartas” se quería que los niños fueran capaces de identificar la función que cumplen los alimentos pertenecientes a cada uno de los tres reinos para un adecuado crecimiento y desarrollo.
Con el bingo “Nutri-salud” los niños estarían en la capacidad de identificar las normas de higiene personal y de los alimentos como parte de su rutina diaria para prevenir enfermedades; asimismo, de enumerar las ventajas de practicar actividad física diariamente para mantener un estado de salud adecuado.
Con la lotería “Nutri-derechos” los pequeños podrían identificar y conocer sus derechos a la alimentación y a una vida saludable.
Finalmente, con la escalera “Lleguemos al mundo mágico de la alimentación”, los niños identificaban los alimentos y su origen, distinguían los alimentos que deben incluir diariamente en su dieta, enunciaban las reglas de higiene personal y conocían las ventajas de la actividad física diaria para mantener un estado de salud adecuado.
La fase 4 consistió en la evaluación del desenlace y fue realizada en dos momentos: el primero, una semana después de finalizar las actividades educativas con los seis juegos en cada uno de los salones de clase (conglomerados); y la segunda, tres meses después de esta última revisión. En cada uno de estos diagnósticos, el grupo investigativo aplicó nuevamente el cuestionario estandarizado, tanto en los grupos de intervención como en los controles, para evaluar los conocimientos y actitudes sobre alimentación y nutrición, hábitos higiénicos, actividad física y derechos de los niños.
Dificultades y fortalezas
Según Liévano, “una limitación del estudio radicó en utilizar únicamente un método de medición del desenlace: el cuestionario. Sin embargo, las instituciones que participaron estuvieron muy dispuestas a apoyar las actividades”. Otro impedimento en la investigación fue el corto tiempo para desarrollar cada actividad con los juegos. No obstante, las limitaciones no constituyeron un problema mayor para que los resultados del estudio se pudieran apreciar.
Aunque el nivel de conocimientos basales era bajo en ambos grupos (49,43 puntos sobre 100 en el grupo intervención y 57,07 puntos en el grupo control), se logró incrementar los conocimientos en los niños que participaron en los juegos (61,80 puntos)en comparación con aquellos que no lo hicieron (58,73 puntos). Además, la investigación dejó ver que, a mayor nivel académico, los conocimientos sobre alimentación, nutrición y estilos de vida saludable son más altos.
Aun cuando en la institución intervenida hubo una mejoría significativa en los conocimientos, en comparación con la observada en la institución no intervenida, no se alcanzó el puntaje esperado, es decir, un mínimo de 70/100 puntos, a pesar de que el material educativo desarrollado tuvo gran aceptación entre los niños. Según Liévano, “probablemente la duración de la intervención con cada uno de los juegos debiera ser mayor; sin embargo, los puntajes son satisfactorios si se comparan con otros estudios a nivel internacional, en los cuales se obtuvieron resultados similares pero con una gran diferencia en el tiempo de intervención”.
En definitiva, las conclusiones de la investigación arrojaron que los seis juegos de mesa pueden ser instrumentos efectivos en la enseñanza de conceptos básicos en alimentación, salud y nutrición de niños escolares.
Además, teniendo en cuenta que la edad escolar es una etapa propicia para favorecer la adquisición de hábitos relacionados con una alimentación saludable, esta propuesta educativa basada en juegos tiene la posibilidad de ser utilizada como parte fundamental de la enseñanza de temáticas en alimentación y nutrición dirigida a la población infantil, de tal forma que pueda facilitar su incorporación en la rutina de vida delos niños, y así lograr mejores condiciones de salud en el futuro.
1 comentario
Me gustaría saber si es posible tener acceso a todos esos juegos que se utilizaron como herramienta metodológica para el desarrollo de programas de educación alimentaria nutricional dirigidos a población infantil en edad escolar.