Este diálogo se ubica, de un lado, en la reciente Política de Ciencia, Tecnología e Innovación impulsada por Colciencias y en la focalización presupuestal que hizo el gobierno nacional para impulsar aquella investigación que genera soluciones aplicadas, principalmente, la que impacta el sector productivo. Del otro lado, se enmarca en la construcción colectiva de la Planeación Universitaria 2016-2021, un escenario invaluable de conversación en torno al emprendimiento y la transferencia de conocimiento para encontrar consensos frente a lo que concebimos como innovación y, luego, explorar cómo apropiarla en nuestro ADN javeriano.
No es una discusión menor, pues tradicionalmente la PUJ ha buscado estar a la vanguardia tanto en la producción de nuevo conocimiento como en el impacto que genera este en la formación y el servicio. Contamos con diez años en la promoción e institucionalización de la transferencia de la oferta científico-técnica al sector productivo y la sociedad. Un paso significativo fue la constitución de la Vicerrectoría de Investigación, con su Dirección de Innovación y, luego, en 2014, la creación de políticas y directrices que sirvieron como pilares para fomentar y orientar la cultura hacia la innovación y el emprendimiento en la comunidad javeriana.
Estas acciones y la experiencia acumulada han permitido que nuestra universidad sea pionera en el país en procesos de transferencia de conocimiento gracias a la construcción de un propio modelo de gestión de la innovación que denominamos ‘De la academia al mercado’. Otros esfuerzos que aportan a este reconocimiento han sido la plataforma Vector, un espacio para encontrar colaborativamente la solución de necesidades del mercado y la sociedad; y la consolidación de un servicio de inteligencia competitiva, que cuenta con más de 200 estudios sobre el estado del arte de los temas de investigación y su aplicabilidad. Otra iniciativa en marcha es la estructuración de un fondo de capital semilla para apoyar experiencias emprendedoras provenientes de la actividad investigativa, de creación y de gestión de la Universidad.
El liderazgo javeriano se debe también a las 18 patentes concedidas y las 36 que están en solicitud. Sin embargo, conscientes de que el proceso de innovación no termina con el patentamiento, en la Javeriana hay tres tecnologías licenciadas y una cartera de iniciativas empresariales tipo spin-off en camino a convertirse en empresas.
Estos esfuerzos y logros no son individuales. La suma de diferentes factores, como el convencimiento del cuerpo directivo para esta apuesta, el recurso humano altamente calificado y la oferta de capacidades científicas y tecnológicas con las que contamos en las diferentes unidades académicas; todo ello ha permitido ejercer un rol destacado a nivel nacional como agente de cambio mediante la generación de conocimiento que pueda ser apropiado por la sociedad.
Así pues, mi invitación es a que entendamos la innovación con una perspectiva amplia. Según los expertos en este tema, antes se concebía a la academia para investigar y formar. Ahora, se investiga, forma y transfiere conocimiento, es decir, una mirada sintonizada a los intereses de la sociedad y de quiénes aprovecharían el conocimiento producido al interior de la Javeriana. Sin duda, estamos en un ambiente ideal para llegar a acuerdos, reconocer las experiencias exitosas y aprender de aquellas que pueden mejorarse con el fin de cumplir la meta de ser en 2021 una universidad consumida en prácticas y procesos recursivos, creativos e innovadores. Un escenario, además, indispensable para contribuir al fortalecimiento del ecosistema nacional de la innovación.
Luis Miguel Renjifo Martínez
Vicerrector de Investigación
Pontificia Universidad Javeriana