Una semana después del video con el que Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, anunció su rearme y el de otros exguerrilleros en una nueva disidencia política de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el estupor en el país se mantiene. No solo por la amenaza que este grupo puede ejercer sobre el Acuerdo de Paz entre los excombatientes y el gobierno colombiano, también porque, a través de nuevos manifiestos, los rebeldes han anunciado una nueva operación contra la corrupción, la política y la oligarquía a través de una política clandestina.
Desde entonces, han sido múltiples las voces que han pedido desde la terminación total de lo acordado hasta un llamado a la calma, resaltando que, más allá de las disidencias que se presentan, el 90% de los desmovilizados siguen apostándole al proceso.
Para analizar y ahondar sobre este tema, Pesquisa Javeriana reunió a Manuel Salamanca, director del Instituto de Derechos Humanos ‘Alfredo Vásquez Carrizosa’, de la Pontificia Universidad Javeriana, y a Carlos José Herrera, doctor en Estudios de Paz, Conflictos y Democracia, y docente de la misma alma máter, para conversar sobre los anuncios enviados por esta disidencia política, el curso que debe tomar el gobierno colombiano y la respuesta que debe asumir la ciudadanía para defender la paz alcanzada.