Más allá de la estigmatización simplista que la sociedad suele hacer de las organizaciones juveniles, que relaciona a los jóvenes con actos de violencia y rechazo a la institucionalidad, algunos investigadores han encontrado, a través de la observación y el seguimiento a 18 grupos con intereses diversos, espacios de creatividad y sensibilidad frente a realidades dolorosas del país como la violencia, la exclusión, la discriminación o la violación de los derechos humanos.
Entre los años 2007 y 2008, profesores de distintas disciplinas, de las universidades Javeriana, de Manizales y Tecnológica de Pereira, se dedicaron a estudiar colectivos juveniles universitarios, y a reflexionar sobre la forma como los jóvenes ejercen la ciudadanía desde la “comunidad” a la que han querido pertenecer o que han intentado constituir para reclamar por los derechos o intereses de ciertos grupos.
Los autores de la investigación Prácticas juveniles como expresiones ciudadanas son profesores de las facultades de Comunicación y Lenguaje, Psicología, Artes y Educación, vinculados al grupo de Filosofía Moral y Política del Instituto Pensar de la Universidad Javeriana; del Doctorado en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud de la Universidad de Manizales; y del Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano, Cinde.
De los 18 colectivos observados, 11 son de Bogotá y 7 de Manizales y Pereira. La selección de la muestra se llevó a cabo a través de convocatorias a dos encuentros juveniles realizados en el proceso de la investigación, uno en Bogotá y otro en Manizales, en los cuales los jóvenes participaron con ponencias. Además de este ejercicio, otros componentes de la investigación fueron: observación participativa, entrevistas individuales y grupales, análisis de los discursos y las narrativas de las agrupaciones y un seminario permanente de discusión teórica de los académicos vinculados. Así mismo, los investigadores entregaron sus documentos e informes a los jóvenes para una revisión previa antes de su publicación.
De esta manera los estudiosos ponen en evidencia que, tanto en sus formas de organización como en los discursos que producen, los jóvenes llevan a cabo un ejercicio político y democrático. En el primer aspecto, la organización, se observan prácticas que corresponden a una democracia participativa: los jóvenes debaten en condiciones de igualdad; hacen uso de la comunicación para resolver sus diferencias, desacuerdos y tensiones; respetan los derechos de los otros y, en consecuencia, la individualidad. Es decir, los ideales que se han fijado son el resultado de la deliberación colectiva y la negociación.
Por lo tanto, algunos de los resultados del estudio llaman la atención sobre el valor que adquiere para las instituciones de educación superior proveer a sus estudiantes de estos espacios que enriquecen y potencian el desarrollo de competencias ciudadanas como son la autonomía, la civilidad, la cooperación, la solidaridad, entre muchas otras.
El hecho de formar parte de un colectivo juvenil promueve el trabajo en equipo para alcanzar objetivos comunes; exige argumentar e interpretar problemáticas; contribuye a desarrollar habilidades comunicativas y a hacer uso de los medios de expresión como un recurso efectivo para dar a conocer los intereses y pensamientos; y confronta el universo individual de los jóvenes con el mundo social y sus recursos, como el espacio público.
Con relación al discurso, la investigación tuvo en cuenta distintas formas de expresión de los colectivos: afiches, logosímbolos, murales, festivales, actos culturales, conferencias, campañas y fiestas. En ellos se hacen notorios un interés por el país y sus problemáticas sociales y una imagen deteriorada del Estado. Los principales temas de discusión son, a grandes rasgos, la salud, la educación, la recreación, el deporte, la convivencia, el arte y el medio ambiente. Sus reclamos tienen que ver con un Estado Social de Derecho, un sistema de gobierno democrático, unos partidos y una cultura política diferentes a los que existen hoy en día.
Tanto la imagen del Estado como la de los partidos políticos es negativa. El Estado, señalan los investigadores, resulta “[…] ineficaz, permite la impunidad, no garantiza el derecho a la vida, actúa a favor de los intereses privados, ejerce el poder de manera autoritaria, y en algunos casos, represiva; los gobernantes y funcionarios públicos no buscan el bien común”.
Junto a ese sentimiento de rechazo y desconfianza frente al Estado se fortalecen los afectos y solidaridades que trascienden el vínculo grupal y permiten, si no emprender, por lo menos tener una esperanza de transformación de la sociedad y de la cultura política
Nota:
Los grupos y colectivos que participaron en la investigación fueron, en Bogotá: Afrojaverianos, Casita Bíblica Juvenil, Círculo LGBT Uniandino, Colectivo de Jóvenes de la CGT, Colectivo de Mujeres Jóvenes, Comité Autónomo, Grupos Estudiantiles Confederados, Horda eSEa, Jóvenes Utópicos, Palenque Blues, Subacción; en Manizales: Aiesec, Hinchas por Manizales, Recreando, Scout IV Pirsas, Vértigo; y en Pereira: Corporación Déjalo Ser y Millenium.
Para leer más…
+Delgado, R. & Vasco, C.E. (2007). Interrogantes en torno a la formación de las competencias ciudadanas y la construcción de lo público. En Espacio público y formación ciudadana. Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana.+Henao-Escovar, J., Ocampo, A., Robledo, A. & Lozano, M. Los grupos juveniles universitarios y la formación de ciudadanía. Recuperado el 16 de septiembre de 2009, de https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/revPsycho/article/view/396/276
+Ocampo, A.M., Delgado, R., Robledo, A.M., Henao, J. & Lozano, M. (2008). Expresiones ciudadanas y prácticas políticas. Revista Javeriana, 144 (741)