De la necesidad vital por crear experimentando nace RecLab, semillero de la Facultad de Artes de la Pontificia Universidad Javeriana, y con él producciones de expresión audiovisual que se concentran en escenas inspiradas por el cuerpo y lo abstracto; el movimiento se ensambla armónicamente con el sonido y la tecnología juega un papel protagónico como detonante para hacer de la investigación toda una obra de arte.
En la escena de las creaciones se trazan mundos donde los lugares que parecen distantes se desdibujan para convertirse en uno solo, los pies corren intensos mientras las manos acarician lentamente un rostro y el olvido se revive al pisar unas cuantas teclas. En obras como Audiovisiones 002, Ascenso, Hiperespacio, RecOrder, Homenaje pasajero, entre otros, lo inimaginable simplemente sucede, la experiencia de vivir una ilusión desata emociones reales y los sueños se confunden entre verdaderos y falsos a través de la experimentación, la interactividad, lo multimedial y la tecnología.
“Las obras audiovisuales de RecLab abren el camino a una nueva forma de investigación-creación en artes, dando como resultado nuevos procesos de composición, producto de un diálogo sincrético que ha permitido desarrollar en sus integrantes habilidades para la creación colectiva logrando reflejar las propias sensibilidades” explica Jorge Corredor, integrante del semillero.
El colectivo arrancó con la fuerza de lo salvaje en 2008, cuando las ganas de cruzar las líneas de las disciplinas despertaron en el profesor Camilo Cogua el deseo por crear y de preguntarse por el lugar de lo vivo en lo audiovisual; esta iniciativa hizo que las diferencias que pudieran existir entre las artes visuales, escénicas, la ingeniería, el diseño y la música se abrazaran para nutrirse en conjunto, y así reflexionar acerca de las posibilidades estéticas de transmitir el movimiento, el cuerpo, el espacio y el sonido desde la investigación-creación a través de la tecnología, el video y el arte. Fue aquí cuando los experimentos se convirtieron en obras, y con ellas el fino croquis de la historia de este semillero se empezó a escribir.
Las obras fugaces creadas a golpes de emoción por este equipo han participado en festivales como el de la Imagen, en Manizales, y fueron premiadas en otros como en el Festival Internacional de VideoMovimiento, organizado en Colombia; de aquí también han salido reseñas, trabajos de grado y publicaciones.
Juana Galindo, artista escénica del semillero, comenta que “el colectivo es una oportunidad de diálogo con las otras artes para crear desde la versatilidad y salirse de lo individual, para apoyarse en otros conocimientos y así darle forma a los proyectos”.
RecLab se ha dedicado a romper los límites de lo mágico y a crear nuevos mundos. Músicos, animadores, ingenieros y artistas escénicos confluyen para generar experiencias que se van fijando en la memoria de los espectadores. Ya son diez años en los que todo ha pasado por la luz del proyector, pequeñas partículas de polvo flotando por una década han sido testigos de la hermandad que se ha construido entre profesores, estudiantes y egresados al crear proyectos, instalando, programando, ensayando, cargando cables al hombro y registrando imágenes. Inicialmente el trabajo giraba en torno a la creación de videos experimentales en tiempo real, en superficies de proyección diferentes a los de la pantalla convencional, como edificios, techos, paredes o ventanas; ahora la lectura del cuerpo transformado se integra para seguir mostrando lo vivo.
Camilo Cogua se ha entregado como tutor a este proyecto con el deseo de compartir sus conocimientos para crear y con la convicción de aprender a diario de su equipo. Como un integrante más, sin deseo de protagonismo, reconoce en el grupo un trabajo que con dedicación y amor ha forjado su camino dotando de buenas experiencias alrededor del montaje de un proyecto.
“El grupo es uno de los móviles más chéveres para estar en la universidad, donde hay un amor hacia el hacer, a la investigación; es una experiencia de construcción de familia y de formar un colectivo. La esencia del grupo es sólida, cada miembro llega con un saber y un deseo de enseñar a todos para seguir creciendo en conjunto”, explica.
De las creaciones de este grupo que con pasión, gusto y lucidez se interesa en la creación de la imagen y juega con el cuerpo, el movimiento y el sonido, queda la visión de lugares creados que nacen de la imaginación y de tiempos que, para la realidad, lucen impensables pero que suponen a los espectadores la posibilidad de deslumbrarse a través de la tecnología, la experiencia y el video.