Con la pandemia originada por la COVID-19 se generó el afán por conseguir los elementos de protección más eficaces para prevenir el contagio, especialmente las mascarillas. Mucho se habló del respirador N95, las ‘full face’ (que cubren toda la cara) y otros que los consumidores empezaron a adquirir sin tener conocimiento acerca del uso adecuado y la funcionalidad, por lo que incluso empezaron a escasear. Esto causó desabastecimiento de implementos para el personal de la salud.
“Hasta los médicos creíamos que sabíamos cuál era la protección que teníamos que usar y con el paso de los días nos dimos cuenta de que no era así, no entendíamos la diferencia entre unos respiradores y otros, los materiales, la talla y demás”, dice el doctor Juan Manuel Martínez, profesor del Departamento de Cirugía de la Pontificia Universidad Javeriana y bombero voluntario de Bogotá, quien tras su experiencia como colaborador en emergencias y basado en el estudio de avances científicos comparte sus conocimientos acerca del uso adecuado del tapabocas, pues tal como menciona, saber esto salva vidas.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en Colombia, entre el primero de marzo y el 20 de agosto de 2020, se anunciaron 7.692 casos confirmados de COVID-19 en personal de salud, incluyendo 52 fallecidos, y del total de casos confirmados, el 67% (5.142 casos) desarrollaron la infección después de la exposición asociada a la prestación de sus servicios. El incremento de los contagios dentro del cuerpo médico fue notable, asegura Martínez, quien agrega que también pudo influir el mal uso de los Elementos de Protección Personal (EPP), pero se está a tiempo para no cometer los mismos errores.
Lo que hay que saber de los tapabocas y respiradores
Hay un sinnúmero de equipos que con la pandemia han ido en aumento. Algunos son reutilizables, por lo tanto, hay que saberlos descontaminar, desinfectar y almacenar; otros son reciclables, y unos más que son para desechar o eliminar por su alto grado de contaminación. Además, no todos los cubrebocas son funcionales para todos los escenarios y personas.
¿Qué hay que saber para escoger el EPP adecuado?
La selección del tapabocas debe partir de los beneficios que trae su uso y del tipo de escenario en el que se va a estar, indica Martínez, pues es diferente estar en entornos de baja exposición a un ambiente hospitalario donde la carga viral puede ser alta, por lo que no es una opción, por ejemplo, usar un tapabocas de tela o convencional.
En esta galería puede conocer más acerca de los tapabocas y respiradores:
Recomendaciones finales
La bioseguridad es una cultura que cualquier persona expuesta a peligros como la COVID-19 debe tener. Martínez señala que esta empieza desde el lavado de manos, la distancia adecuada y todas las demás medidas de contención que se han aprendido durante todo este tiempo. A esto debe sumarse una actualización y apropiación constante de la información. Además, reconoce que la divulgación de estos conocimientos es una oportunidad para tomar mejores decisiones.
“El uso de equipos que nosotros no conocemos, que no sabemos usar, que no sabemos cómo armar o desarmar, ponernos o quitarnos, nos da una falsa sensación de seguridad, entonces yo creo que me estoy cuidando y que estoy cuidando a los demás y lo que estoy haciendo es exponiéndolos más. De aquí la importancia de estar bien informados”, es su reflexión final.