Simplificación del sistema tributario para empresas y personas naturales, la no implementación de fracking en la extracción de hidrocarburos y respeto por los acuerdos de paz firmados en La Habana, fueron algunas propuestas hechas por el presidente colombiano Iván Duque Márquez durante su campaña para el periodo presidencial 2018-2022.
Dichas propuestas, así como su fidelidad al Partido Centro Democrático, en el cual ejerció como senador a partir de julio de 2014 y donde participó en la formulación de varias leyes, como la que busca impulsar en Colombia la llamada ‘economía naranja’ y la que amplía la licencia de maternidad de 14 a 18 semanas, llevaron a este abogado a convertirse en presidente de la República con 10’398.689 votos y un programa de gobierno basado en la legalidad, el emprendimiento y la equidad.
Aunque la victoria en las urnas se conoció el 17 de junio de 2018, su posesión como mandatario se llevó a cabo el pasado 7 de agosto de 2018 en la Plaza de Bolívar, de Bogotá. Hoy, a pocos días de cumplirse su primer año de gobierno, una serie de cuestionamientos acerca del cumplimiento de sus propuestas de campaña y decisiones bastante criticadas, como la radicación de la Ley de Financiamiento (reforma tributaria) que busca recaudar más de 14 billones de pesos para completar el presupuesto general de la Nación de 2020, ha generado duros juicios y viscerales defensas.
Pesquisa Javeriana conversó con Luis Carlos Reyes, director del Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana y especialista en temas de desarrollo económico, economía pública y microeconomía aplicada, acerca del desempeño y administración del presidente sobre el gasto público de los colombianos y el actual hueco fiscal con el recorte de impuestos a las empresas.