IV. Comunicación, política y cambio social

Representaciones y autorrepresentaciones indígenas en los medios masivos de comunicación

María José Sanabria Martínez

Comunicadora social y periodista cum laude de la Universidad Sergio Arboleda. Con un interés constante en poblaciones vulneradas, tanto por la violencia como por el sistema en el que vivimos. Ponente en el I Coloquio de Investigación de la Universidad Sergio Arboleda.

Resumen

Se indagó cómo se desarrollan las representaciones y autorrepresentaciones, en los medios masivos de comunicación, de los grupos indígenas presentes en el país, para responder a la inquietud sobre qué tan certera es la información que se comunica en los medios masivos sobre esta parte de la población. Para lograr dicho propósito, se implementó una metodología en la que, a partir de la identificación de algunos recursos lingüísticos y las acciones comunicativas implementadas en las unidades de análisis escogidas (El Tiempo, El Espectador, Semana), se pudiera determinar y reflexionar acerca del tipo de información publicada y el tratamiento que se le da. El interés es reconocer la riqueza cultural de los pueblos originarios y fomentar el conocimiento de estos, por medio de plataformas comunicativas que contribuyan a una valoración de la etnicidad, en un país en el que la población indígena garantiza la permanencia de la multiculturalidad en sus territorios.

Palabras clave: indígenas, representación, autorrepresentación, medios de comunicación masivos.

Una mirada incompleta

“Aquel pueblo que no conoce su pasado perderá
su identidad en el futuro” (Gallo, 2010)


Nuestro país cuenta con 102 pueblos indígenas, según el censo de 2005 realizado por el DANE, el cual arroja el resultado de 1´378.884 indígenas en total dentro del territorio nacional, número que equivale al 3.36% del total de la población del país.

La Constitución de 1991 generó un avance importante en el reconocimiento de los pueblos indígenas para lo que se dieron cinco cambios apuntando a construir una nación más pluralista y justa. El primero fue la conformación de un estado social de derecho en el que la igualdad era uno de los pilares, incluyendo a toda la población tanto indígena, como negritudes y demás. (PNUD, 2012, pp. 28-29,76-81) En el segundo fueron reconocidos como sujetos colectivos de derechos, por lo que deben y pueden exigir un nombre, una vida, una religión, una lengua distinta, además de tener derecho a la reparación y a la integridad. (PNUD, 2012, pp. 76-81)

El tercer cambio consistió en el reconocimiento constitucional de un estado pluriétnico y multicultural. (PNUD, 2012, pp. 76-81)

El cuarto punto fue la obligación estatal que estipuló que se debía ofrecer un trato distinto potenciando la diferencia, etnicidad y cultura. Y el quinto cambio fue la acción de tutela, una herramienta jurídica que protege los derechos fundamentales, siendo ésta utilizada por los pueblos étnicos como una forma de hacer valer sus derechos. (PNUD, 2012, pp. 76-81)

A pesar de que todos estos cambios fueron hechos, las poblaciones indígenas tienen demasiados problemas con la legislación colombiana, pues aunque existen los decretos, las letras y el papel, a la hora de hacerse práctica o aplicable la ley, se encuentran millones de falencias.

Para este trabajo se tomaron algunas etnias que han sobrevivido al pasar de los años y aquellas que tienen mayor presencia dentro de los medios de comunicación. Así entonces encontraremos que la investigación gira entorno a los pueblos Muisca, Emberá, Kogui, Nasa y Wayuú.

Muiscas

Entre su organización social podemos encontrar que todo giraba en torno al rey Sol. Tenían un sistema de confederación en el que las comunidades más fuertes controlaban a las más débiles. En cada comunidad existía un cacique y se mantenía el control del pueblo por medio del poder militar. Se mantenía la importancia de los lazos familiares heredándose el poder por línea materna, solo a hombres. (Gómez, 2011, pág. 172)

Una problemática que tienen los pueblos indígenas es el de su reconocimiento por parte del Estado, puesto que esta se ve directamente relacionada con la capacidad que tenga cada pueblo de hacerse sentir, como lo han hecho los Muiscas o los Kankuamos, los cuales, durante más de treinta años, lucharon y, hasta hace dos años, lograron ser reconocidos.

Kogui

La vida social de los Kogui gira en torno a la figura dominante del máma. Se hace referencia a un máma como un padre que alimenta y protege a sus hijos. Para ser un máma se debe conocer exhaustivamente la ley de la Madre y la ley de los ancestros, debe saberse la genealogía de los linajes sagrados y debe poder recitarlos en téijua, la antigua lengua de los Tairona, la cual ningún Kogui del común entiende, esta lengua pertenece a la familia Arhuaca que a su vez pertenece a la Chibcha. Entre la sabiduría de los Mámas se incluye el conocimiento de los textos sagrados, los cantos y las danzas que dan cuenta de las tradiciones dejadas al pueblo por los hijos de la Madre.

Hoy en día es un pueblo que vive en medio del conflicto social por la ilegalidad de la hoja de coca que se saca de una sus principales cosechas y que para estos indígenas, hace parte fundamental de sus tradiciones y cosmovisión; “sufren la pobreza de la zona, la escasez en la región por los extremos cambios climáticos, y la constante invasión y apropiación del territorio por parte de multinacionales o constructoras”. (Uribe, 1987, pág. 95)

Wayuu

Pueblo indígena que vive en un territorio de 15.300 km2 en el departamento de La Guajira en zona limítrofe con Venezuela, esta gran extensión de tierra alberga a unas 270.413 personas pertenecientes a esta etnia, según el censo realizado en 2005.

Entre su organización se encuentra, aún hoy en día, una persona llamada pütchipü, traducido al castellano es como “el palabrero”, la persona encargada de mantener el orden entre los clanes, los cuales se rigen bajo la autoridad del tío mayor por parte de la madre y cuenta con los consejos y el trabajo en grupo de la línea paterna. (Chávez, 1953, pág. 127)

Esta es una comunidad que se ha visto afectada por la explotación minera tanto de sal como de carbón, sus principales problemas han nacido a raíz de multinacionales o empresas nacionales que quieren apropiarse de esta explotación.

Emberá

Una de las etnias más vulneradas por el conflicto armado y las crisis económicas del país cuenta con unas 70.000 personas y se ubica en el costado del pacífico colombiano, según la zona del asentamiento tienen un nombre específico: Emberá Katío a los que habitan en el alto Sinú y el alto Río San Jorge, departamento de Córdoba y en Urabá; Emberá Chamía los que viven en las Cordilleras Occidental y Central de los Andes colombianos, Chocoes o simplemente Emberá a los que habitan las cuencas del río Baudó y del bajo San Juan; y en la Comarca Emberá-Wounaan en el Darién (Panamá).

Para esta cultura es de extrema importancia el Jaibanismo, práctica por medio de la cual se establece una relación con los espíritus jai, esto es realizado por los jaibanás, chamanes no hereditarios que aprenden de sus maestros el poder mágico del espíritu, con el cual se mantiene el equilibrio de la vida, la salud, la subsistencia y la naturaleza. (Urbina, 1978, pág. 74)

Nasa

O Paeces son el grupo indígena que habita los alrededores del río Cauca, con unas 186.178 personas, según el censo de 2005. Fueron los que lograron organizar a las comunidades indígenas de la zona para que en 1970 se formara la Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) con la intención recuperar la tierra, defender la cultura y conquistar la autonomía. (Vélez, 1989)

Gracias a su constante y perseverante lucha, caracterizada por la fuerte represión, el asesinato de líderes y masacres, ha permitido que 544.000 hectáreas sean reconocidas como territorio indígena en Cauca, y junto con los otros pueblos indígenas del país lograron que en la Constitución de 1991 se reconocieran los derechos fundamentales de las comunidades indígenas, como la autonomía de los Resguardos.

La zona en la que se ubican está llena de cultivos ilegales de droga y de terrenos estratégicos, tanto para las guerrillas, como para el ejército, lo que hace que sean constantemente desplazados, obligados a pertenecer a grupos al margen de la ley o tristemente manipulados por cualquiera de los actores armados anteriormente nombrados.

Nasa C’hab, son los sabios tradicionales o Thê’hwala ejercen la autoridad espiritual.

Para esta investigación, no solo importa el conflicto armado que se vive en el país, considerado por Daniel Pecaut como una evidencia de lo que son las Nuevas Guerras que surgen luego de la guerra fría, en Colombia se vive más allá de la guerra, asesinatos, masacres, magnicidios y demás, un problema con mayor trasfondo: la falta de cultura, respeto e identidad propia, aspectos generadores del conflicto social.

El constante desplazamiento por la guerra, por el enriquecimiento a través de la producción y comercialización de la droga y, la corrupción de los gobiernos de turno que, por conseguir su propio enriquecimiento vulneran estás comunidades, el patrimonio y memoria de la identidad, para abrirle espacio a multinacionales, o empresas explotadoras de recursos que se apropian de un territorio, que puede ser sagrado, no solo para la etnia que ahí habita, sino también para cada uno de los colombianos, como lo sucedido con lo Nukak Maku en la selva amazónica, un lugar con una trascendencia de Madre Tierra para esta comunidad, pero que además significaba fuente de vida por sus extensas dimensiones de naturaleza.

En el largo plazo, hay que tener en cuenta que la manera como se pobló el país y se organizó la estructura económica y social, desde los tiempos de la colonia española, creó las bases de un problema agrario, que hasta el día de hoy permanece sin solución. (González, 2002, pág. 19)

De esta manera se hace una reflexión ante lo que implica un conflicto social que se ha llevado a las armas y que ha causado fuertes fragmentaciones entre la sociedad colombiana, generando rechazo, negligencia y hasta desconocimiento de la tradición misma que se ha formado en el territorio.

Categorías de análisis

Territorio

Es considerado por los indígenas un espacio de conexión ancestral, una mezcla de un sentido de pertenencia con un significado sagrado. Es una conexión que ha sido vulnerada por los diferentes aspectos sociales como la violencia o el narcotráfico, los cuales irrumpen en sus resguardos despojándolos y desplazándolos a áreas desconocidas y con las que no tienen ningún tipo de vinculación.

Para los indígenas el espacio donde viven es su fuente de vida. “La madre tierra” es sagrada. El territorio es el arraigo a su historia, cultura, ancestros, autonomía y libertad. Se convierte el territorio en un medio y un fin. (PNUD, 2012, pág. 24)

Identidad

En el concepto más básico es la asociación de los rasgos que caracterizan a los miembros de una comunidad frente a otros que no pertenecen a la misma, y desde otra dimensión se puede asumir como la conciencia del individuo de ser el mismo por lo que lo hace distinto a los demás. (Irwin, 2009, pág. 140)

Hacia finales del siglo pasado la identidad estudiada dentro de una teoría social tuvo un aumento en el interés por la misma desde un campo político queriendo ver como se articulaba la categoría alrededor de conceptos como raza, etnicidad, género, generación o sexualidad. (Irwin, 2009, pág. 141)

Comunicación

Inicialmente a principios de los 80 la comunicación en América Latina era abordada desde dos miradas, la tecnológica con intención modernizadora y la cultural rescatando la memoria y las identidades. Siendo así la relación comunicación-cultura está directamente relacionada con el tema de modernidad, además de obtener una mirada utópica del pueblo y los teóricos ante lo que debería ser. (Barbero, 1978, pág. 21)

A nivel interno la comunicación debe seguir el orden ancestral que maneja la tribu de la que se esté hablando por ejemplo, teniendo en cuenta al Taita como mayor autoridad la información y la comunicación será dada de ahí para abajo, siguiendo la línea de sabiduría relacionada estrechamente con el lengua, aunque en la mayoría de los casos manejan el español, esto siempre y cuando se esté hablando de la forma en la que se transmite un mensaje que solo le convenga a la etnia. ((Molina, 2010, pág. 52)

Por otro lado existe la forma de comunicación con los ancestros, extrasensorial, y de cosmovisión que le corresponde solo a los pertenecientes de cada pueblo conocerlas y manejarlas.

Medios

La cultura de las ciudades y de los pueblos se ve constantemente moldeada e influenciada por la información brindada en los medios de comunicación masivos, esto es la muestra perfecta que la forma que tienen la sociedad hoy en día de incorporarse a la modernidad es por medio del cine, la radio y la televisión, lejos de los libros y del proyecto ilustrado.

Lo anterior plantea un reto difícil de abordar para los diferentes campos de las ciencias sociales, puesto que se están transformando las tradicionales formas de ver y leer, de imaginar y narrar, de percibir y expresar la identidad. Apareciendo entonces un escenario estratégico donde las comunicación y la cultura se interrelacionan.(Irwin, 2009, pp. 169-173)

Así entonces se evidencia cómo los medios se han alejado de su labor principal de informar y aportar a una democracia y a un reconocimiento de una sociedad colombiana pluriétnica al publicar acerca de las etnias solo las denuncias y no temas como la ablación de clítoris que pasa como una simple noticia de un pueblo lejano, que ni afecta ni influye, en una sociedad de zombies como en la que nos hemos convertido.

Representaciones y autorrepresentaciones: Pierre Bordieu - Moscovici

Para hablar de Imaginario se deben tener en cuenta los planteamientos de Bordieu en los que afirma que, “hay dos niveles de aprehensión de la realidad que se traducen en el manejo práctico de la experiencia que actúa en el nivel de lo implícito, del inmediato, del habitus incorporado y en el manejo simbólico de la experiencia que conlleva una tarea de explicitación de lo implícito, de reconstrucción de los principios de división del mundo”. Lo que se muestra de los grupos indígenas es la aprehensión de algo implícito incorporado a grupos vulnerados que, por razones nombradas anteriormente, han sido desplazados, invadidos, o desaparecidos por lo que el imaginario que se tiene deja de lado las tradiciones y la cultura indígena.

Por otro lado Serge Moscovici (1979) plantea la representación directamente relacionada con el psicoanálisis, la imagen y el público, estableciendo como representación la forma de crear comportamientos teniendo en cuenta la comunicación entre los individuos.

La representación es un corpus organizado de conocimientos y una de las actividades psíquicas gracias a las cuales los hombres hacen inteligible la realidad física y social, se integran en un grupo o en una relación cotidiana de intercambios, liberan los poderes de su imaginación. (Moscovici, 1979, pág. 12)

Es una forma de conocimiento por medio de la cual la persona que se está enfrentando a un concepto nuevo toma una posición perteneciente al mismo para poder comprenderlo en totalidad. Por lo que al tener las representaciones sociales dos aristas, una figurativa y una simbólica se puede decir que toda figura tiene un sentido y que todo sentido tiene una figura.

Recursos lingüísticos

Eufemismo, metonimia, hipérbole, denotación, connotación, sarcasmo, ironía, retruécano, símil, metáfora.

Estrategias discursivas

Ocultamiento, naturalización, legitimación, ambivalencia, supresión, elisión.

Referencias

Barbero, J. M. (1978). De los medios a las mediaciones: comunicación, cultura y hegemonía. México: Gili.

Bourdieu, P. (1986). Distinction: a social critique of the judment of taste.Cambridge: University Press.

Chávez, M. (1953). La Guajira: una región y una cultura de Colombia. Revista Colombiana de Antropología, 1, 123-195.

Gallo, J. D. (2010). Asi éramos los muiscas. Recuperado de https://muiscas765.wikispaces.com/file/view/EXPLORA+EL+MUNDO+MUISCA.pdf

Gómez, P. M. (2011). Patrimonio y etnopoliticas de la memoria: pasado como aparato ideológico en la fiesta del Zocán en el templo del Sol de Sogamoso. Antípoda, 12, 165-186.

González, F. (2002). Colombia entre la guerra y la paz. Aproximación a una lectura geopolítica de la violencia colombiana. Revista Venezolana. de Economía y Ciencias Sociales, 8, 19.

Irwin, M. S. (2009). Diccionario de estudios culturales latinoamericanos.México D. F.: Instituto Mora.

Molina, E. (2010). Documentos para la historia del movimiento indígena colombiano contemporáneo. Bogotá: Ministerio de Cultura.

Moscovici, S. (1979). El psicoanálisis, su imagen y su publico. Buenos Aires: Huemul.

PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo). (2012). Pueblos indígenas: Diálogos entre culturas. Bogotá: PNUD.

Prud’homme, J. F. (1988). Identidad social y representación política en la obra de Bourdieu. Revista Sociológica, (3), 6, 73-83.

Urbina, F. (1978). Embera (Chocó) Literatura de Colombia Aborigen. En pos de la palabra. Bogotá: Colcultura.

Uribe, C. A. (1987). Los Kogui de la Sierra Nevada de Santa Marta. Boletín del Museo del oro, 73-113. Recuperado de https://www.banrepcultural.org/sites/default/files/entre_leg_vio_1ed_cap2.pdf

Vélez, G. A. (1989). Los indígenas Páez de Tierradentro, Cauca, Colombia. Medellín. Medellín: Universidad de Medellín.


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