IV. Narrativas, lenguajes y discursos

Representaciones sociales, territorio y prensa

Hernán Rodríguez Uribe

Doctorando en Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina. Magíster en Comunicación de la Pontificia Universidad Javeriana. Profesor de planta de la Universidad del Tolima.

Rafael González Pardo

Doctorando en Comunicación de la Universidad del Norte, de Barranquilla. Magíster en Territorio, Conflicto y Cultura de la Universidad del Tolima.

Paulo César Paz Ramos

Magíster en Comunicación Digital. Especialista en Docencia para la Educación Superior. Comunicador social. Profesor de planta de Unicomfacauca (Popayán).

Resumen

Los medios de comunicación no solo son divulgadores de información, sino que también elaboran sus propias representaciones sociales (RS) sobre temas, personas o hechos que difunden ampliamente, que a su vez pueden ser incorporados o rechazados por las audiencias (Cuevas, 2011, pág. 5). Dichas representaciones son un conjunto organizado de cogniciones relativas a un objeto, compartidas por los miembros de una población homogénea respecto a ese objeto (Flament, 2001, pág. 33), que se constituye en una “guía para la acción” (Abric, 2001b, pág. 13). Esta ponencia pretende mostrar el tipo de información y de representaciones sociales que están circulando sobre el territorio urbano, desde “los procesos de configuración y transformación del territorio desde el poder que en ello tiene la dimensión simbólica” (García, 2006, pág. 78), por medio de los diarios El Nuevo Día (Ibagué), La Patria (Manizales) y El Nuevo Liberal (Popayán), principales periódicos de esas ciudades.

Palabras clave: representaciones sociales, territorio, prensa.

De la investigación

Esta ponencia pretende dar cuenta de la forma como tres periódicos de ciudades intermedias (Ibagué, Manizales y Popayán) elaboran sus propias representaciones sociales (RS) del territorio en su ejercicio cotidiano de divulgación informativa.

Cada una de estas tres capitales, cumplen la condición de ciudades intermedias (UNESCO, 1999, pág. 43) y tienen su propio diario con una tradición como fuente informativa en sus zonas de influencia: El Nuevo Día (Ibagué) desde 1992 en el Tolima, La Patria (Manizales) desde 1921 en Caldas y El Nuevo Liberal (Popayán) en el Cauca, que aunque inició labores en 2013, continúa la tradición periodística de El Liberal fundado en 1938 y que terminó su circulación en diciembre de 2012.

En la indagación se analizaron la portada y la sección local en 84 muestras, 28 por cada diario de las emisiones de 2013, en tanto agentes que generan diversas significaciones y representaciones sociales que pueden verse como “una forma de conocimiento socialmente elaborado y compartido, que tiene una intencionalidad práctica y contribuye a la construcción de una realidad común a un conjunto social” (Jodelet, 1986, pág. 4).

Para cumplir este propósito, nos enfocamos en dos sujetos con funciones específicas dentro de la dinámica de la producción y puesta en circulación de la información periodística: uno, son los periodistas y directores de los medios; y el otro hace referencia al consumo de dicha información por parte de las audiencias, que son el otro sujeto de las RS, tanto de los lectores como de los que tienen la calidad de fuentes de la información.

Este estudio lo realizamos a partir de una metodología de tipo cualitativo, desde un enfoque hermenéutico, en tanto el ser humano es visualizado como un productor de sentidos (Araya, 2002, pág. 50), a partir del método mixto, enfoque que implica un “proceso de recolección, análisis y vinculación de datos cualitativos y cuantitativos” (Hernández Sampieri, Fernández Collado, y Baptista Lucio, 2010, pág. 544) en el mismo estudio, lo que nos permitió responder adecuadamente al problema planteado.

De los hallazgos

Con lo obtenido mediante el análisis de contenido de las muestras seleccionadas y de las entrevistas realizadas a los directores de los diarios y a los actores sociales en su condición de lectores frecuentes, identificamos cómo los tres periódicos analizados son instrumentos fundamentales en la construcción de RS, y como, en su dinámica cotidiana, estructuran unas particulares RS del territorio, aspecto que está en el centro de la investigación.

Prensa y representaciones sociales

Flament (2001), plantea que las RS son un conjunto organizado de cogniciones relativas a un objeto, compartidas por los miembros de una población homogénea respecto de ese objeto (pág. 33), que en este caso son los tres diarios, que elaboran sus propias RS sobre temas, personas o hechos que difunden ampliamente, los que a su vez pueden ser incorporados o rechazados por las audiencias (Cuevas, 2011, pág. 5).

Por su parte, Rouquette (1986), citado por Cuevas (2011), señala tres fases que siguen los medios de comunicación masiva para poner en circulación las RS: la primera es referida a las audiencias expuestas durante un lapso importante a una fuente de información, en este caso, los medios masivos: prensa, radio o televisión (pág. 5), lo que se evidencia en los diarios analizados que tienen amplia tradición como fuente informativa en sus zonas de influencia, como lo indicamos en el ítem anterior.

La otra fase, hace alusión a que este individuo lector, mediante esa fuente informativa, recibe un mensaje que le es significativo, dado su contexto, historia y formación, y la tercera es el momento en que el individuo interpreta, clasifica e integra el mensaje, interpretación influenciada por su historia personal, contexto y aptitudes (pág. 5), que para Cuevas es el momento más importante, pues en esta se forman las nuevas representaciones.

Según esto, la agenda de los tres diarios, entendida como “jerarquía de prioridades” (Maigret, 2005, pág. 335), se organiza en secciones determinadas, algunas fijas y otras móviles, que están sujetas a la coyuntura temática, que le permiten al lector acceder a la información específica de su interés.

Es desde esta estructura que los diarios organizan los acontecimientos de un entorno urbano variable, difuso, abstracto, en algo estable, claro, concreto y, mediante la información noticiosa, hacen circular los “significados” a los que acceden los lectores como fuentes de información a los que los grupos sociales le asignan un sentido propio (Rodríguez, 2009, pág. 23) que, en tanto RS, los convierten en una guía para la acción (Abric, 2001b, pág. 13), que es lo que se denomina objetivación.

El proceso de objetivación se da en tres etapas (Aguirre Dávila, 2002). La primera es Elección y descontextualización, por medio de la cual el individuo, en este caso el periodista, selecciona aquella información que considera sugestiva, significativa, y rechaza otros elementos no pertinentes, a partir de criterios de carácter social que actúan como un filtro. Esta información es separada del contexto particular en el que aparece el objeto de interés de los individuos. “De esta forma, la realidad interpretada es reformulada y asumida por los individuos” (pág. 17).

En tal sentido, podemos identificar que los diarios, mediante unas “zonas filtro” que son controladas por sistemas objetivos de reglas a través de los gatekeepers, que pueden ser un individuo o un grupo que tiene “el poder de decidir si deja pasar o bloquear la información” (Wolf, 1991, págs. 204-205).

Desde esta lógica, cada diario seleccionó determinadas informaciones que categorizamos de acuerdo a Indicadores de prominencia de la información. Fue así que identificamos más de 12 categorías de temas registrados en cada diario, resaltando el énfasis puesto en las categorías Política (El Nuevo Día) y Vida cotidiana y cultura (La Patria y El Nuevo Liberal), indicativo de que en este punto del aparato productivo mediático “la acción de filtro es ejercida explícita o institucionalmente” (Wolf, 1991, pág. 206).

La segunda etapa (Aguirre Dávila, 2002) es la Esquematización, referida a que los diferentes componentes de una realidad social concreta son visualizados a través de los elementos más significativos, haciendo visible la estructura conceptual (pág. 17). Jodelet (1986) lo denomina formación del ‘núcleo figurativo’, entendida como una estructura de imagen que reproducirá de manera visible una estructura conceptual (pág. 482).

Este proceso lo asociamos al newsmaking o la construcción de la información, que se vincula con aquellos acontecimientos considerados relevantes, significativos para ser transformados en noticia, luego de la labor de las “zonas filtro” que determinan qué información pasa, llamados por Wolf (1991) valores/ noticia, un componente de la noticiabilidad (pág. 222).

Para el autor, los valores/ noticia “son criterios de importancia difundidos a lo largo de todo el proceso de producción” (pág. 223), es decir, que están presentes en las fases sucesivas del proceso, con distinto grado de importancia, como lo confirmaron los directores de los medios en las entrevistas.

Esos valores/ noticia los asociamos a distintos Indicadores de prominencia de la información relacionados con las fuentes de la información, los géneros periodísticos utilizados en la producción de la información y la ubicación de esta en la portada y en la sección local, que los tres periódicos coinciden en las Breves y la Noticia como los géneros periodísticos privilegiados al momento de contar la información.

Fuenzalida (1999), considera que los géneros son las formas del contenido que “formatean” la materia de modo diverso, presentándonos modos diversos de comprender un contenido temático con puntos de vista diferentes, según los actores sociales involucrados (pág. 350). En tal sentido, el privilegiar sólo dos géneros que se centran en el recuento escueto de los hechos, restan densidad y profundidad a la información, lo que se lograría si emplearan otros géneros que tienen como base la investigación periodística como la crónica y el reportaje, por ej.

De esa estructura, que privilegia dos géneros periodísticos específicos, forma parte importante las fuentes de la información, ya sean individuos, grupos, centros de poder e instituciones; encontramos que tiene un peso importante la información proporcionada por las oficinas de prensa (La Patria y El Nuevo Liberal), lo que le otorga más credibilidad a la información institucional que emiten los boletines de prensa, aunque El Nuevo Día le otorga mayor importancia a la información que proviene de la sociedad civil.

Por otra parte, la información suministradas por las autoridades civiles (El Nuevo Día y El Nuevo Liberal) también es relevante, resaltando el criterio de autoridad como elemento que confiere credibilidad a la información.

Lo anterior es indicativo de la formación del ‘núcleo figurativo’ de cada periódico, entendida como una estructura de imagen que reproducirá de manera visible una estructura conceptual (Jodelet, 1986, pág. 482). Es decir, los periodistas desarrollan su actividad a partir de un núcleo central de la RS que está determinada por unos géneros periodísticos y unas fuentes de información específicos, que les permite actuar de manera dirigida sobre la realidad, que en este caso es el acontecimiento transformado en hecho noticioso.

Abric (2001b), señala que un objeto es objeto de representación cuando los elementos organizadores de su representación formen parte o estén directamente asociados con el objeto mismo (pp. 22-23); en tal sentido, el acontecimiento transformado en hecho noticioso a partir de los valores/ noticia, y redactado con la estructura de los géneros periodísticos predefinidos por la organización periodística se constituye en objeto de representación, y se constituye en una nueva “guía para la acción” (pág. 13).

La última etapa en el proceso de objetivación de las RS es la Naturalización, referida a que los elementos figurativos se hacen concretos cuando se transforman en elementos de intercambio “natural” en las relaciones cotidianas, porque son conocidos y empleados por todos y se concreta en chistes, concepciones de mundo, formas de valorar el comportamiento de los demás, etc. (Aguirre Dávila, pág. 17).

Esto se evidencia en los elementos coincidentes que encontramos en los tres periódicos, que siendo organizaciones periodísticas autónomas, independientes unas de otras, en regiones tan diversas como los departamentos que constituyen su zona de influencia, muestran coincidencias tan importantes como las señaladas, lo que podríamos llamar, con Aguirre Dávila, prácticas periodísticas naturalizadas.

Por su parte, el anclaje, en una relación dialéctica con la objetivación, se refiere al enraizamiento social de la representación y de su objeto (Jodelet, pág. 486), es decir, un sistema de interpretación de la realidad y de orientación de los comportamientos (pág. 488), proceso en el que se le atribuye un valor a los contenidos de la realidad representada y se los jerarquiza confiriéndoles un determinado valor que depende de quien realiza la interpretación, fuertemente influenciada por las condiciones sociales, por los valores que profesa la sociedad de la que el individuo hace parte.

Según esto, la información periodística se distribuye en la estructura del periódico a partir de su propio sistema de interpretación mediante el cual le confiere distintos grados de prelación a la información, que determina la información que va en primera página en un cuadrante definido, la que aparece en cada sección, la extensión y el apoyo de material gráfico, entre otros aspectos.

En tal sentido, los tres diarios le dan mucha relevancia a la información local al ubicarla en los dos cuadrantes superiores, los de mayor visualización por parte de los lectores, lo que permite identificar la importancia, en el sistema de interpretación de las empresas informativas, que tiene la capital como centro político administrativo del departamento y lugar de emisión del medio impreso, dinámica del anclaje que es llamado por Jodelet (1986) enraizamiento social de la representación y de su objeto (pág. 486).

Otro aspecto del anclaje es la Significación, mediante la cual la RS se configura como una “red de significaciones”, como un conjunto de elementos de la realidad derivados del sistema de valores producido y aceptado por la sociedad, lo que le permite al individuo hacer explícita su pertenencia a un determinado grupo cultural (Aguirre Dávila, 2002, pág. 18), evidenciado en los procesos de producción y edición de los tres periódicos que se pueden comprobar en otros aspectos en los que la información noticiosa y visual es de autoría del equipo de redacción del diario.

El tercer aspecto (Aguirre Dávila, 2002) es la Función integradora, referida a la inserción de la RS en sistemas de pensamiento ya existentes y que podrían estar aislados por contextos diferentes (pág. 18). Esa función opera en un diario en términos de la selección de la información (gatekeeping), y otra que aborda específicamente la construcción de la noticia (newsmaking), y la distribución de los contenidos en las distintas secciones, realizada por los consejos de redacción.

Con respecto al Núcleo Central (NC), Abric (2001b) toma de Flament dos grandes tipos de representaciones: las autónomas, cuyo principio organizador se sitúa a nivel del objeto mismo; y las no autónomas, cuyo NC se sitúa fuera del objeto mismo, en una representación más global en la que el objeto está integrado (pág. 23).

Los tres diarios los ubicamos en el segundo tipo, en tanto la construcción de las RS están determinadas por las pautas fijas de producción informativa asociadas a la estructura y funcionamiento del periódico, como constructores de la realidad en entornos geográficos que, si bien es cierto son periféricos respecto de los que tienen el carácter de circulación nacional, son centrales en las regiones donde circulan: Tolima, Caldas y Cauca, con sus tensiones y condicionamientos propios.

Ese ‘núcleo figurativo’ (Jodelet, 1986) de cada periódico es entendida como una estructura de imagen que reproducirá de manera visible una estructura conceptual (pág. 482), siendo la producción informativa la que funge como núcleo central que desde la función generadora transforma el acontecimiento en hecho noticioso, ya sea que este se produzca en el entorno urbano o sea construido desde los intereses del diario por la pertinencia del tema; y desde la función organizadora articula los elementos de la representación mediante la definición de las características de la información a publicar (uso de determinados géneros periodísticos), los refuerzos de la información mediante la utilización de material gráfico y la distribución en la estructura de secciones del medio comunicativo.

En cuanto al sistema periférico, Flament (Abric, 2001b), define los elementos periféricos como esquemas, organizados por el NC, “garantizando de forma instantánea el funcionamiento de la representación como rejilla de desciframiento de una situación” (pág. 25). Se organizan alrededor del NC, es decir, su presencia, su ponderación, su valor y su función están determinados por éste, siendo así lo esencial del contenido de la representación, su lado más accesible, lo más vivo y concreto (pág. 23).

En el caso de la producción periodística, los esquemas planteados por Flament los relacionamos con la actividad específica de producción de cada noticia, es decir, la elaboración de la información que la hace cada periodista de forma “instantánea”, según lo definido por el consejo de redacción que responde a los criterios generales del diario, que constituyen su NC.

Representaciones sociales del territorio

Asumimos el territorio “desde una perspectiva integradora” que conjuga la naturaleza, o primer territorio; lo político-jurídico, lo económico y lo simbólico cultural o territorialidad (Rincón García, 2013, pág. 190), en cuya configuración no sólo intervienen la manifestación, distribución, localización y despliegue (espacial y temporal) de los elementos físicos, biológicos, ecológicos, sociales y simbólicos como particularidades de o en el territorio, sino también la forma en que están dispuestos y relacionados complejamente éstos elementos, así como su relación con otros territorios en distintas escalas de consideración relacional (Sosa, 2012, pág. 15).

Con base en la Grounded Theory de Strauss y Corbin (2002), que permite “reconstruir las representaciones en dos etapas: 1) análisis descriptivo y 2) análisis relacional” (Araya, 2002, pág. 70), de acuerdo al esquema propuesto por Kraus (pág. 73) ajustado a las dimensiones del territorio, nos permitió visualizar la que funge como NC de la representación y las que se organizan y jerarquizan a su alrededor, en lo que fue determinante la cantidad de códigos identificados en cada dimensión, indicativos de la importancia que en cada noticia le otorgan las fuentes a éstas.

Como elemento común encontramos que los tres diarios coinciden en identificar la Dimensión Política como NC de la representación, entendida como el ejercicio del poder en la lucha por la posesión y el control del territorio (Sosa, 2012, pág. 71), en la que tiene un peso importante la institucionalidad en el entorno urbano, como escenario de relaciones de dominio y ejercicio de poder por parte de quienes administran el territorio.

Estas RS del territorio son divulgadas de manera amplia y permanente por los tres diarios adquiriendo el carácter de “guía para la acción” (Abric, 2001b, pág. 13) para los lectores, que encuentran en estos medios de comunicación esas representaciones como un conjunto organizado de cogniciones relativas a un objeto [el territorio], compartidas por los miembros de una población homogénea [las audiencias] respecto de ese objeto (Flament, 2001, pág. 33).

Referencias

Abric, J. C. (2001). Las representaciones sociales: aspectos teóricos. En Prácticas sociales y representaciones (pp. 11-32). México D. F.: Presses Universitaires de France, Ediciones Coyoacán.

Aguirre Dávila, E. (2002). Representaciones sociales y análisis del comportamiento social. Diálogos: discusiones en la psicología contemporánea, 11-25.

Araya, S. (2002). Las representaciones sociales: ejes teóricos para su discusión. San José: ASDI, Flacso.

Cuevas, Y. (2011). Representaciones sociales en la prensa: aportaciones teóricas y metodológicas. Sinéctica (36), 1-19.

Flament, C. (2001). Estructura, dinámica y transformación de las representaciones sociales. En J. C. Abric, Prácticas sociales y representaciones (pp. 33-52). México: Presses Universitaires de France, Ediciones Coyoacán.

Fuenzalida, V. (1999). Géneros televisivos y cultura del protagonismo. En G. Sunkel, El consumo cultural en América Latina (pp. 339-370). Bogotá: Convenio Andrés Bello.

García, C. I. (2006). Las representaciones sociales del territorio. Controversia (186), 73-87. Recuperado de https://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/Colombia/cinep/20100925010557/conflictoyreligionlasrepresentacionesControversia186.pdf

Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C., y Baptista Lucio, P. (2010). Metodología de la investigación. México: McGraw-Hill Editores.

Kraus, K. (1981). Contra los periodistas y otros contras. Madrid: Taurus.

Maigret, E. (2005). Sociología de la comunicación y de los medios. Bogotá: Fondo de Cultura Económica.

Moscovici, S. (1986). Psicología Social II. Barcelona: Paidós.

Rincón García, J. J. (2013). Territorio, territorialidad y multiterritorialidad: aproximaciones conceptuales. Aquelarre, 12 (23), 181-192.

Rodríguez, T. (2009). Sobre el potencial teórico de las representaciones sociales en el campo de la comunicación. Comunicación y sociedad, 11-36.

Sosa, M. (2012). ¿Cómo entender el Territorio ? Guatemala: Cara Parens.

Strauss, A., y Corbin, J. (2002). Bases de la investigación cualitativa. Técnicas y procedimientos para desarrollar la teoría fundamentada. Medellín: Universidad de Antioquia.

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Wolf, M. (1991). La investigación de la comunicación de masas. Barcelona: Paidós.


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