IV. Comunicación, educación, formación y profesiones

Procesos de educomunicación: acercarse a la fotografía, experiencias del colectivo de la Asociación de Viejitas Chéveres, de San Antonio de Pereira (Asoviche)

Paula Andrea Arango Cardona

Estudiante de séptimo semestre de Comunicación Social de la Universidad Católica de Oriente.

Robinson Henao Londoño

Estudiante de séptimo semestre de Comunicación Social de la Universidad Católica de Oriente.

Resumen

El proceso de globalización ha influido notablemente en las dinámicas sociales de las diferentes poblaciones generacionales. En la vejez, los ancianos son en muchas ocasiones marginados y apartados de la sociedad. Su rol en las actividades productivas ha concluido y se ha dado por sentado que su creatividad también. El colectivo de comunicación de la Asociación de Viejitas Chéveres (ASOVICHE) se propuso romper los estereotipos que se tienen frente a la vejez; así, a partir de talleres de nociones básicas de fotografía, se busca resaltar que esta población puede potenciar sus capacidades e ideas creativas, y, de esta manera, sentirse parte activa de la sociedad y de sus realidades cotidianas y familiares. La presente ponencia muestra los resultados de la experiencia de la Asociación en San Antonio de Pereira, donde, a partir de la educomunicación, nos propusimos acercar a las adultas mayores a las nuevas tecnologías, con el fin de fortalecer sus competencias creativas, desde un modelo andragógico constituido desde su propia realidad; ellas fueron protagonistas del proceso y hoy poseen los conocimientos básicos para capturar imágenes en diferentes contextos.

Palabras clave: fotografía, colectivo, andragogía, educomunicación.

Vejez, desarrollo y globalización

El ser humano es un ser social, sujeto político, cultural, capaz de atender sus necesidades biológicas y humanas, y de incidir en el mundo de manera consciente. Como ser integral, único, puede interrelacionarse con el medio natural y con otros seres coexistiendo pacíficamente. Dicha interrelación biométrica es la base fundamental de la existencia de un individuo con incidencia en los diferentes escenarios de la vida; un individuo que participa solidaria, recíproca y sinérgicamente en la construcción y deconstrucción colectiva de saberes y en la transformación de las diversas realidades de su entorno. Capaz de resolver sus cuestiones espirituales y económicas, pues sin esta relación dicotómica el ser es pobre y solo armonizando esta relación alcanzará el bienestar que le permita la satisfacción de sus necesidades humanas y biológicas y el despliegue y desarrollo de todas sus potencialidades.

En el trasegar de la vida, los años se nutren de experiencias, la esencia misma del paso por este mundo. Esas vivencias están determinadas por diversos factores sociales, históricos, culturales, políticos, económicos y espirituales; el mismo contexto determina la manera en que esos factores permean al ser humano en las diferentes etapas de la vida.

Desde el estudio de la Psicología del desarrollo planteado por autores como Berwart y Zegers en 1981 (Undarraga, 2007) en la adultez se asumen los roles en función del reconocimiento y demandas sociales, en esta etapa se toman principios y valores que orientarán el resto de la vida, la adultez puede ser vista como una etapa de desarrollo y expansión de la personalidad, siendo también una época de importantes cambios y experiencias individuales ya que en esta etapa el sujeto alcanza una serie de logros y realizaciones. Para algunos esta etapa es una consolidación del estatus y las relaciones, también una etapa de revisión de todo lo que ha sucedido en su vida.

En la etapa de la vejez empiezan a surgir enfermedades relacionadas con el deterioro físico y mental, que se relacionan con el proceso normal de envejecimiento. Erik Erikson establece esta etapa como la senescencia o adultez tardía, donde el adulto cambia de dinámicas y empieza a pertenecer a otros grupos y a realizar diferentes actividades. Desde el estudio sociocultural, este se entiende como un ciclo en el que no se debe de suspender las actividades cotidianas sino al contrario se plantea aquí, al igual que la psicología, hacer una mirada hacia la vida pasada y pensar en que se puede cambiar o que puedo hacer para que la vida continúe su ciclo vital. La vida ya no es vista en términos del tiempo que se ha vivido sino en el tiempo que queda por vivir.

La Doctora Paulina Osorio (2006) en su artículo sobre el abordaje antropológico sobre el envejecimiento y el alargamiento de la vida considera que desde la antropología “El envejecimiento es dinámico, pero no sólo en términos o a nivel individual; como proceso histórico-social también es dinámico y heterogéneo. El envejecimiento de la población es un fenómeno predominantemente urbano, en cuanto las migraciones internas se desplazan, acentuando los rasgos del envejecimiento en las ciudades”.

Los cambios que hay actualmente sobre tecnología y modernidad y la formas de vida en la urbe inciden en el individuo y en sus dinámicas de comportamiento diario, pues los procesos innatos de la globalización cosifican a los seres humanos y en el caso de los ancianos, los hacen sentirse totalmente excluidos y olvidados de la sociedad, lo que incide negativamente en ellos. Las condiciones del sistema económico y el innegable culto a la etapa de la juventud, instaura etiquetas y resignifica de forma negativa lo asociado a la vejez y al envejecimiento; olvidando que por años se ha enaltecido, valorado y apreciado lo que se considera antiguo.

Pareciera que el desarrollo y el envejecimiento fueran procesos vitales excluyentes, pero lo cierto es que coexisten los dos durante todo el transcurso vital, son simultáneos. Mientras el desarrollo hace referencia a progresar y crecer, el envejecimiento es hacerse viejo o antiguo, durar y permanecer por mucho tiempo. Pero, ¿acaso el progresar y el crecer en los diferentes ámbitos de la vida humana no se da por la permanencia en el tiempo? En la medida en que envejecemos, también nos desarrollamos; estos dos procesos que se dan desde la existencia de la vida misma hasta la muerte son complementarios y permanentes. Lastimosamente, en la medida que van transcurriendo los años y nos acercamos a la vejez se nos enfatiza en el proceso de envejecimiento homologado y caracterizado generalmente por el deterioro, la desvalorización, la pérdida, la inutilidad, la falta de vitalidad y de belleza, la obsolescencia: en pocas palabras, ir cuesta abajo. Pero, ¿por qué no se nos habla del desarrollo que sigue vigente hasta la muerte? ¿Del crecimiento y la madurez adquiridos en muchos ámbitos? ¿De la experiencia e inclusive de la sabiduría? ¿De la múltiple productividad, por ejemplo la emocional, la social y la económica, que todavía se tiene siendo persona adulta mayor? (Aristizábal, 2016)

Los cuestionamientos finales planteados en la cita anterior, permiten reflexionar frente a las connotaciones sociales que se dan al adulto mayor y a la vejez y su indiscutible relación con el desarrollo humano en los últimos años del proceso vital del que depende la muy demandada y hoy por hoy mencionada, calidad de vida. Frente a esto, se concluye que las ciencias sociales deben por tanto, elaborar un nuevo cuadro de reflexión en relación al envejecimiento. A la vez, se hace cada vez más necesario pensar en la vejez y en una redefinición positiva de esta, la búsqueda de un imaginario de ser mayor, focalizando el interés en el impacto de las personas mayores en la sociedad y en los núcleos familiares para que se valoricen sus roles y vivencias.

Educomunicación y andragogía

La educomunicación es la interacción de la comunicación en la educación, La UNESCO en 1979 concluye que la educomunicación incluye “todas las formas de estudiar, aprender y enseñar, a todos los niveles y en toda circunstancia, la historia, la creación, la utilización y la evaluación de los medios de comunicación como artes prácticas y técnicas, así como el lugar que ocupan los medios de comunicación en la sociedad, su repercusión social, las consecuencias de la comunicación mediatizada, la participación, la modificación que producen en el modo de percibir, el papel del trabajo creador y el acceso a los medios de comunicación”.(Ayala y Jiménez, 2008) .

La educomunicación ha sido una estrategia fundamental para llegar a las comunidades e impartir una enseñanza desde los medios de comunicación para fomentar una recepción crítica desde los mismos. Este campo nunca está fijo, siempre está en construcción pues con los diferentes avances tecnológicos se ha pasado como objeto de estudio los Mass Media, poniendo un foco de atención en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y cómo estas se insertan en un mundo que poco sabe de esto, aquí el gran papel de la educomunicación de enseñar a partir de estos a comunidades enteras.

La Andragogía por su parte es la ciencia y el arte que, siendo parte de la Antropología y estando inmersa en la Educación Permanente, se desarrolla a través de una praxis fundamentada en los principios de Participación y Horizontalidad, cuyo proceso al ser orientado con características sinérgicas por el facilitador del aprendizaje, permite incrementar el pensamiento, la autogestión, la calidad de vida y la creatividad del participante adulto, con el propósito de proporcionarle una oportunidad de lograr su autorrealización.

El modelo andragógico es particular, el aprendizaje busca extender el conocimiento y la experiencia que ya tienen los adultos y al surgir de la necesidad de resignificar esos roles sociales y familiares tiende a que lo aprendido sea articulado a sus realidades. Además, en articulación el paradigma ecológico, facilita el proceso educativo andragógico, pues permite interpretar las relaciones entre el comportamiento de un ser humano y su entorno: Es un modelo integrador y ayuda a comprender hechos pedagógicos y educativos partiendo del estudio de la realidad cultural, las demandas del entorno y las respuestas de los elementos de ella, así como las maneras de adaptación de los individuos al contexto.

No se habla de docente, ni maestro. En procesos como este se habla de facilitadores, esos puentes y guías entre el conocimiento y la voluntad de aprendizaje que surge de las necesidades propuestas por las participantes. El paradigma ecológico y el rol del comunicador en procesos educomunicativos permiten ese encuentro de saberes, esa reflexión en espacios interactivos de enseñanza-aprendizaje.

El Facilitador orienta el aprendizaje del adulto, tratando de vincularlo a las necesidades de éste con los conocimientos y los recursos pertinentes de manera oportuna, efectiva y afectiva. Debe estar sólidamente preparado para facilitar el aprendizaje. El Participante es el eje del proceso andragógico. Es un adulto que está orientado y bien asesorado para administrar su propio aprendizaje.

La relación sinérgica entre la educomunicación para un modelo andragógico y el paradigma educativo ecológico y etnográfico, fue el pilar fundamental para los procesos que se realizaron con un colectivo de San Antonio de Pereira, el colectivo de la Asociación de Viejitas Chéveres ASOVICHE.

Asoviche y la fotografía

Todas las personas mayores, aunque no lo sospechen,

van a la búsqueda del pasado,

de lo aparentemente irrecuperable,

pero que no ha pasado

de un modo irrecuperable y absoluto,

pues en determinadas circunstancias,

por ejemplo a través de la poesía,

se recupera y se arranca para siempre del olvido.”

- Elogio a la vejez, Hernnan Hesse


El colectivo ASOVICHE de San Antonio de Pereira está conformado por más de 30 integrantes mujeres y está constituido hace 14 años, luego de un año de encuentros y talleres enfocados en la reconstrucción de memoria histórica, manifestó su interés en adentrarse a un mundo que para ellas es completamente desconocido: la tecnología. Tecnología entendida para ellas como todos los aparatos y dispositivos que sienten, les cuesta manipular.

Las integrantes de Asoviche proponen que el nuevo proceso se enfoque en talleres que respondan a su necesidad de aprender fotografía, tal como lo manifestaron. El interés surge debido a que las participantes consideran que mediante la fotografía, ellas pueden reivindicar su rol familiar y social en muchos espacios con los hijos, nietos y el mismo grupo. Para ellas es importante plasmar en fotografías los momentos más relevantes de esta etapa de vida y para los facilitadores, si bien se recibió como una propuesta sorpresiva, es muy significativa en la medida que la fotografía podrá potenciar las capacidades creativas que las integrantes de Asoviche poseen.

La técnica fotográfica podrá resaltar la visión del mundo que tiene, visión que, como el mismo mundo, está en constante movimiento y transformación. Su curiosidad, capacidad de sorpresa y creatividad para retratar su acontecer, su memoria individual, familiar y colectiva, las hará protagonistas y constructoras de la memoria colectiva e individual del grupo

El proceso de fotografía con Asoviche duró alrededor de 8 meses con un encuentro mensual, donde primero se socializaron conocimientos y experiencias previas de ellas con la fotografía para construir un significado colectivo, después se trabajaron conceptos básicos de fotografía como las partes de la cámara, la luz, el encuadre, entre otros. Posteriormente, se despejaban las dudas que ellas tenían al respecto y se pasó a la práctica: durante tres encuentros ellas recolectaban las fotografías que tomaron en sus casas, en un paseo o en las salidas programadas con los facilitadores.

La mayoría de las participantes demostraron actitudes activas y participativas durante los encuentros y las prácticas, lo que facilitó la recolección de fotos pues al final, y como resultado del desafío, propusieron ser las dueñas de una galería de imágenes que enseñara a las nuevas generaciones que ellas pueden apropiarse e inmortalizar los diferentes sucesos que trae este mundo globalizado y cambiante. La galería se realizó el 4 de octubre en el salón parroquial de la Iglesia de San Antonio, allí se expusieron las fotos de cada una, contaron las experiencias significativas de los encuentros y reafirmaron por qué para ellas hoy es importante incursionar en la medida de sus posibilidades en el mundo de la tecnología.

Cabe resaltar que la función comunicativa y social, en el caso de esta experiencia, se ha cimentado en el modelo del arco pues partimos de las realidades y experiencias de las adultas mayores, de sus necesidades colectivas, del análisis al porqué ellas consideran importante extender sus capacidades creativas al plano de la fotografía, a las propuestas de ellas como participantes y nuestras como facilitadores y al desarrollo del proceso educomunicativo que contribuyó a que ellas hoy se sientan más cómodas en situaciones familiares y propias del grupo en la que pueden capturar sus mejores momentos en fotografías.

El proceso educomunicativo, inmensamente significativo para las partes, culminó de manera satisfactoria. Ahora, su creatividad pueden plasmarla a través de fotografías, sus momentos especiales con nietos y familiares tendrán otro matiz pues ya tienen la capacidad de tomar fotografías y poner en práctica lo aprendido. Algunos aspectos a resaltar por las participantes durante la galería fueron:

En aspectos técnicos, la forma de enfocar el objeto a fotografiar, tienen muy en cuenta la luz a la hora de tomar una fotografía, también saben la forma en que pueden usar el flash y en qué momento no, la forma adecuada de grabar un video y de tomar sus cámaras o los dispositivos que cuentan con cámara. Son características que ellas nunca tomaron en cuenta cuando tomaban una fotografía y se privaron de captar muchos momentos y lugares porque no sabían como o las imágenes nunca quedaban guardadas.

En lo práctico ellas destacaron mucho la forma dinámica del proceso enseñanza-aprendizaje, ya que no era una forma en que ellas se cansaban fácil ni en una en la que se aburrieran, siempre se partió de sus propias experiencias, para luego pasar a salidas de campo a lugares donde de su preferencia (iglesia, finca, parques) para tomar estas fotos, entre clases se realizaban también dinámicas de memoria y participación para mantener los ánimos activos.

También destacaron mucho la paciencia, responsabilidad y respeto que se tenía con ellas, además la forma de expresarse ya que los facilitadores trataban de que todo se rebajaron a un lenguaje común y la manera en cómo se presentaban las fotografías ya que era algo poco usual para ellas, pues fue muy acogedor y elegante integrarse y disfrutar de todas sus fotos.

Conclusión

A través de este proceso es posible concluir que el infinito universo de relatos relevantes para el desarrollo humano de cualquier ser en cualquier esfera social se nutre positivamente de la relevancia generacional que como sociedad damos a los adultos mayores.

La dinámica existencial que culmina en la finitud del paso por el mundo, esa etapa única y temida por muchos, debe en esta sociedad globalizada, valorizarse como se valorizan la historia, los vestigios de lo que algún día se fue. Replantear el imaginario que instaura la sociedad en los sujetos frente a la vejez es tarea inmediata de las ciencias sociales; suficiente es para quienes alcanzan la edad de oro, a la que todos vamos, la incertidumbre del presente que le aísla, que le denigra, que le excluyen sistemáticamente, pues el futuro ya es conocido y el tiempo apremia.

Es ese paso del tiempo y esa nueva consciencia que se alcanza con los años, la oportunidad de recuperar lo que se creía irrecuperable: la creatividad y la capacidad de asombro, el aprendizaje y la enseñanza de y para las nuevas generaciones. Como lo dijo el escritor Alemán Herman Hesse, a esas nuevas generaciones nos corresponde estar a la altura de la vejez. Es posible que la comunicación sea el puente que permita este diálogo de memorias, pues la vida misma se teje a través de ella, de las vivencias, experiencias y legados, otorgando bienestar a la relación del anciano con la realidad, es buscar estrategias para propiciar el nacimiento a un mundo globalizado del cual en muchas ocasiones, buscan ser parte.

Referencias

Aristizábal, N. (2016). Cap. VIII, Desarrollo y territorio: perspectivas, abordajes, experiencias. En ¿Por qué hablar de desarrollo, de envejecimiento y vejez humana? Fondo Editorial Universidad Católica de Oriente.

Ayala, E. S., y Jiménez, A. J. G. (2008). Ciudadanía, democracia y participación. Almería: Universidad Almería.

Hesse, H. (2001). Elogio a la Vejez. Barcelona: Muchnik Editores.

Osorio, P. (2006). La longevidad: más allá de la biología. Aspectos socioculturales. En Papeles del CEIC, 22.

Undarraga, C. (2007). ¿Cómo aprenden los adultos? Una mirada psicoeducativa. Recuperado de: https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=C9S1BwAAQBAJ&oi=fnd&pg=PT5&dq=paradigmas+educativos+en+adultos&ots=ZdKyb78VpM&sig=Iu-OQuXSOT_Mf4f_1IEVq7gET4g#v=onepage&q&f=true


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