IV. Comunicación, educación, formación y profesiones

Sujeto, cultura, multiculturalidad-interculturalidad y herramientas de aprendizaje en el ambiente virtual de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia

Ana Mónica Grismaldo

Comunicadora Social y periodista de la UNIBOYACÁ. Especialista en Relaciones Internacionales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Magister en Ciencias de la educación en línea en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD). Actualmente docente del área de Comunicación Social del programa de ciencias sociales, artes y humanidades en la UNAD.

Alfonso Alberto Angarita

Psicólogo y Magister en desarrollo social y educativo de la Universidad Nacional. Docente del área de psicología en el programa de ciencias sociales, artes y humanidades en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD).

Resumen

Esta investigación se desarrolló en el contexto de los procesos académicos por el campus virtual de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia Fusagasugá, a partir de la implementación de procesos de observación, que registraron las interacciones y las dinámicas tanto de estudiantes como de docentes, en cursos virtuales específicos, como Sociología, Comunicación - Educación, Construcción de Subjetividades y Competencias Comunicativas; además de dos ejercicios de grupo de discusión, y encuestas en línea con tutores y estudiantes que desarrollan su práctica a través de la plataforma virtual. Los hallazgos investigativos permitieron conocer el impacto generado por las herramientas y estrategias tecnopedagógicas que apoyan el aprendizaje autónomo dentro del campus virtual, en términos de la forma como acontece el proceso, que va de la multiculturalidad a la interculturalidad, para poder hablar de la reafirmación del núcleo de identidad de cada uno de los estudiantes del grupo colaborativo. Finalmente, con los resultados obtenidos, se plantearon algunas líneas de reflexión que permitieron establecer hasta qué punto las metodologías y herramientas tecnológicas desarrolladas en el campus virtual integran y reconocen la diversidad del sujeto cultural, con el fin de promover una interacción académica acorde con los conceptos de multiculturalidad e interculturalidad. En ese sentido, se pudo establecer que desarrollar los procesos comunicativos en los escenarios de trabajo colaborativo viene generando un fenómeno de desconocimiento del otro como actor académico significativo, toda vez que su interpretación de la realidad, sus referentes culturales y sus actos creadores se silencian en la imposibilidad de una comunicación intercultural.

Palabras clave: interculturalidad, multiculturalidad, foro colaborativo, identidad cultural.

Introducción

El ambiente de formación virtual se posiciona como una estrategia novedosa e impactante en términos de la democratización de la educación en nuestro país, apuesta fundamental del proyecto académico pedagógico solidario de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia. Las comunidades educativas virtuales en un país diverso culturalmente como Colombia, expresan sentires, lenguajes, códigos de comportamiento y procesos de comunicación marcadamente variados que se encuentran vinculados a contextos culturales de orden local. En este sentido es evidente la convergencia de sujetos culturales distintos reunidos en un escenario virtual en el que comparten una cercanía a través de un escenario educativo que se define como multiculturalidad. Una vez estas comunidades educativas establecen un proceso de orden comunicativo y relacionado como los que propone la UNAD a la hora de consolidar grupos de trabajo colaborativo, se avanza en el terreno de la interculturalidad, puesto que a partir de la interacción se pretende una negociación de las asimetrías que presentan estos sujetos culturales y que de acuerdo al planteamiento de Rodríguez (2003) y a partir de este proceso negociador lograrán incorporar lo útil universal de la otredad con el fin de evolucionar hacia una reafirmación de la identidad cultural del sujeto académico. El propósito del proyecto entonces, es identificar cuál es el impacto, que a partir de un proceso de comunicación interculturalidad y en espacios multiculturales, como el trabajo colaborativo que apoyan el aprendizaje autónomo propuesto por la UNAD; se genera en la reafirmación de la identidad cultural del sujeto académico.

Marco Metodológico

El enfoque mixto, cualitativo y cuantitativo, escogido para desarrollar el presente proyecto investigativo, se caracteriza por su flexibilidad frente a la interpretación de los discursos, como a la a utilización de herramientas para el registro de la información requerida. Al respecto (Hernández Sampieri y Mendoza, 2008) resaltan que los métodos de investigación mixta son la integración sistemática de dos métodos: cuantitativo y cualitativo en un solo estudio con el fin de obtener una “fotografía” más completa del fenómeno. Éstos pueden ser conjuntados de tal manera que las aproximaciones cuantitativa y cualitativa conserven sus estructuras y procedimientos originales (“forma pura de los métodos mixtos”). En este caso, se privilegió la mirada de los actores académicos, particularmente de estudiantes y docentes virtuales en términos de su relación con el entorno tecno-pedagógico y el impacto que este tiene tanto en su posibilidad como sujeto de aprendizaje, como de su condición de sujeto representante de una cultura particular. Las herramientas para desarrollar estos aspectos se centraron en instrumentos de carácter tanto cualitativo como cuantitativo; en este caso particular nos referimos a:

La información se recogió en matrices que permitieron organizarla dentro de categorías inductivas y deductivas, reconociendo en el carácter inductivo la representación que sobre el fenómeno tienen los actores académicos; y en el carácter deductivo, los referentes teóricos que permitieron articular una relación dialéctica generadora de nuevas apreciaciones sobre el fenómeno.

La investigación mixta con un componente altamente cualitativo, requirió de un muestreo de participación voluntaria, en la que según Hernández, R, Fernández, C y Baptista P. (2010) “sólo algunos individuos aceptan participar voluntariamente en el estudio” (p. 396); para el caso se contó con la participación de estudiantes, con un total de 810 y docentes con una población total de 45.

Resultados

Análisis del aspecto Comunicativo

La comunicación intercultural en escenarios virtuales de aprendizaje ocurre al evidenciarse el cruce del tema académico con el acercamiento a la cultura local de cada uno de los integrantes del grupo colaborativo. Al hacer una exploración de este aspecto comunicativo en las ochocientas diez (810) encuestas aplicadas a estudiantes, la tendencia de respuesta se ubica por encima del 80% en las tres primeras categorías que para el caso de este instrumento, corresponden a:

Se deduce que la mirada que presentan frente a los procesos comunicativos marca una tendencia positiva. Es posible que la prevalencia de estudiantes del género femenino en un 60% y en un rango de edad entre 23 y 41 años, del total de la muestra favorece la tendencia a privilegiar de forma positiva este aspecto, en la medida en que el valor de lo comunicativo tiende a considerarse en este grupo, como un rasgo esencial en el desarrollo de la actividad académica. Analizando estos hallazgos desde la perspectiva de los diarios de campo aplicados por los docentes participantes del proyecto investigativo, en los foros de trabajo colaborativo se hace notoria la tendencia a desarrollar una actividad comunicativa eficaz, siempre y cuando se trate de aspectos operativos del ejercicio académico. Si se trata de programar un encuentro, solicitar la entrega de una información por parte de los integrantes del grupo colaborativo, o atender y dar solución a aspectos de orden tecnológico la comunicación cumple el cometido de generar acuerdos e hilarse en una interacción que pueda durar en el tiempo y comprometer a los distintos participantes en la actividad. Pero si se trata de lograr la comprensión de3 un aspecto de orden conceptual, hacer la diferencia entre uno y otro planteamiento teórico, el proceso comunicativo tiende a perder continuidad y se fractura en los aspectos antes mencionados. Los recursos más habituales para reemplazar la producción de consenso y la ilación del discurso corresponden a la citación de documentos de diversa índole, sin tener muy en cuenta el contexto dentro del cual se está desarrollando la discusión; el desconocimiento al planteamiento que hacen los demás integrantes del grupo y la ruptura de la interacción comunicativa entrando en una especie de interacción egocéntrica, en detrimento de la necesaria comprensión del componente conceptual y su articulación al desarrollo de las actividades programadas en las guías de trabajo colaborativo.

Generalmente la gestión de orden colaborativo, que entrañaría una dinámica de comunicación muy intensa y constante. Tiende a convertirse en un ejercicio en el cual prevalece la divergencia de códigos y se quiebra el carácter colectivo de la comunicación. En este sentido la relación comunicativa que cumple la función de articular la teoría con la praxis se diluye en una serie de mensajes con un mínimo sentido en relación a la posibilidad de articular las culturas locales al ejercicio académico de construcción de conocimiento.

Análisis del aspecto Cultural

La interculturalidad dentro del presente proceso investigativo, se interpreta como una manifestación que se hace evidente desde los actos comunicativos que acontecen en los foros de trabajo colaborativo. El conocimiento y la valoración de la propia cultura, por parte de cada participante sería el punto de partida para considerarla como un elemento esencial en el proceso de gestión del conocimiento al interior de los espacios académicos virtuales.

La tendencia respecto al componente cultural en el instrumento aplicado a la muestra escogida es muy similar en su comportamiento respecto al que se presentó en el componente comunicativo. El estudiante en general, considera que los contenidos de las culturas locales son elementos activos y presentes en las actividades académicas que se presentan en los foros de trabajo colaborativo. Si bien es cierto que es a partir del material didáctico como las guías integradas de actividades, las hojas de ruta, rúbricas y syllabus, sumadas al conjunto de herramientas tecnológicas utilizadas para el desarrollo de las actividades que se logra la motivación del estudiante para darse a la tarea de incorporar contenidos propios de su cultura local al desarrollo de las tareas; en espacios multiculturales como los foros de trabajo colaborativo, la esencia fundamental acerca del integración del componente cultural en este trabajo académico, se garantiza en el propio reconocimiento de la cultura local como escenario y contexto en el cual cobra valor de realidad el contenido conceptual que se está construyendo en los diversos espacios académicos. Igual de importante es que el estudiante reconozca a los demás actores académicos como agentes culturales representantes de expresiones locales auténticas y específicas. Analizando la información recogida en la encuesta aplicada, el 54% de los estudiantes reconoce que los contenidos de los distintos cursos, les permiten reflexionar, visualizar e integrar su cultura local al proceso de aprendizaje en el cual están inmersos. Frente a las actividades de los curso el 52% de los encuestados, consideran que estas articulan el conocimiento a los contextos culturales locales, lo que a su vez dinamiza el acercamiento intercultural.

Por el contrario, las reflexiones de los docentes, recogidas en el grupo discusión aplicado, consideran que el estudiante requiere apropiarse con una mayor consistencia de los aspectos conceptuales y teóricos para contar con elementos con los cuales interpelar y cuestionar la propia realidad para superar un estado dogmático y reconocer su cultura como un espacio incompleto que puede ser fortalecido desde el horizonte académico. Es a través del análisis crítico que el estudiante puede fortalecer las habilidades de comprensión y así articular, el saber local, la necesidad inmediata y las prácticas cotidianas, que representan a su cultura local y que brindan los intersticios por los cuales se puede construir una articulación entre la propia experiencia y los contenidos teóricos de los diferentes espacios académicos.

Análisis cualitativo de la investigación

Se basó en la técnica de grupos de discusión, que reunió a un total de 15 docentes, en dos momentos aislados, alrededor de un conjunto de reflexiones. El grupo de discusión llevado a cabo con docentes que han contado con una experiencia constante y actualizada respecto a la actividad académica virtual mostró marcadas diferencias frente a lo que manifestaron los estudiantes, especialmente en la aplicación de la encuesta en línea. En el ejercicio de grupo de discusión se pueden demarcar dos grandes temáticas:

En términos del aspecto comunicativo se marca un énfasis en la utilización de códigos distintos en la comunicación existente entre los estudiantes que pertenecen a un mismo grupo de trabajo colaborativo y entre el docente o tutor y dichos estudiantes. Esta manifiesta divergencia en los códigos a través de los cuales se desarrolla el hecho comunicativo pone en tela de juicio el nivel de comprensión de ideas, conceptos y procesos puesto que es incierto, hasta dónde los demás actores académicos logran articular a sus concepciones lo que se argumenta, sea por parte de otro estudiante, el mismo tutor o un autor representado en el texto que se incorpora al escenario de aprendizaje. Este estado de incertidumbre comprensiva tiene un fuerte impacto en la construcción de hilos o rutas discursivas, lo que impide, o por lo menos afecta de manera significativa la posibilidad de avanzar colectivamente en el abordaje de un problema de orden académico, en este caso.

Quiere decir esto, que en los grupos de trabajo colaborativo se genera una atomización de las ideas y de las aproximaciones comprensivas, lo que en últimas afecta notablemente la construcción colectiva de aprendizaje a partir de una conversación coherente y secuencial entre los distintos actores sociales que participan del transitar dialógico requerido para la construcción del conocimiento.

En términos de la búsqueda de explicaciones al fenómeno, se plantea el argumento acerca de la discrepancia existente entre códigos verbales y escritos. “Todavía lo escrito está muy limitado” manifiesta una de las docentes participantes del grupo de discusión, haciendo alusión a una pobre cultura de la utilización del texto escrito y a la ausencia de un suficiente número de códigos en este campo de la comunicación para dar cuenta de un abordaje significativo de las problemáticas académicas que se proponen para el desarrollo de un curso en campus virtual. Si no existe la posibilidad de actualizar a partir de códigos consensuados la discusión frente a los temas académicos, estos terminan operativizándose a partir de las tareas propuestas, por ejemplo, en una guía de trabajo.

Esta manera de desarrollar los procesos comunicativos en los escenarios de trabajo colaborativo viene generando un fenómeno de desconocimiento del otro como actor académico significativo, toda vez que su interpretación de la realidad, sus referentes culturales y sus actos creadores se silencian en la imposibilidad de una comunicación comprensiva. En esta misma línea de análisis se hace muy improbable la posibilidad de avanzar en una construcción colectiva de conocimiento, pues no se hacen aportes, comentarios o reflexiones sobre lo construido y así es muy difícil lograr complejizar los objetos de estudio a partir de la articulación de escenarios teóricos con experiencias de vida. Esta posibilidad puede existir siempre y cuando se desarticulen las concepciones que viene operando en el sujeto a partir de los actos comprensivos que irrumpen cuando se da cabida a la mirada que el otro hace de la realidad que ambos comparten.

En términos de los aspectos de orden cultural se abre la discusión planteando la inexistencia de una cultura de lo colectivo; “si no hay colectivo se mecanizan las actividades hasta el punto que no se analiza lo que dice el otro” la actividad, entonces se convierte en una especie de “colcha de retazos” que en últimas funciona como una especie de comunicación egocéntrica que no tiene un sentido de implicación, de complicidad entre los actores académicos. Este distanciamiento que contiene un trasfondo comunicativo fuerte afecta notablemente la articulación de las culturas locales a los procesos académicos, lográndose en muy contadas ocasiones, solo para ciertos cursos o cuando se presenta una clara intencionalidad por parte del docente de proponer el tema en las guías de trabajo colaborativo.

Si bien es cierto que la Universidad despliega una inmensa diversidad cultural, argumenta uno de los docentes, que “se cuenta con unos canales conceptuales y tecnológicos más bien restringidos para que la interculturalidad sea parte del proceso formativo del estudiante”. Al parecer los aspectos conceptuales / disciplinares en muchos casos ocultan o desconocen lo cultural. También aparecen una serie de contenidos formales, propios del escenario académico como impedimentos para lograr articular el tema cultural: “si incluyo lo cultural, me desbordo; debo volverme muy sistemática frente a la evaluación

Está en pie la posibilidad de romper algunas barreras como por ejemplo superar la concepción acerca de guías más encaminadas a afianzar conceptos y pensar, por el contrario, en documentos y desarrollos temáticos que permitan la articulación entre saber y conocimiento para apuntalar el referente de cada cultura local.

Si el conocimiento no se entiende un escenario de contexto, diverso y tejido en cada cultura local, las manifestaciones culturales nunca serán prioridad. Las rutas de producción de conocimiento consensuado serían los campos para poder articular ese llamado contexto local.

Conclusiones

Como entrada, y a partir de los hallazgos hechos en el presente proyecto investigativo, es factible plantear, sin temor a estar errados, que la circulación de las culturas locales está íntimamente relacionada con los procesos comunicativos que se dan específicamente en los foros de trabajo colaborativo, pensados como escenarios de carácter multicultural. En este sentido, cabe igualmente la enunciación que el sujeto puede ser interpretado como texto representativo de una cultura particular, que por ahora tiene la posibilidad de hacerse visible, siempre y cuando, los escenarios conceptuales, las intencionalidades del diseñador del curso y la estructura de los ambientes virtuales de aprendizaje lo permitan.

Aquí surge una primera línea de discusión orientada, desde luego, a establecer ¿Qué tipo de dinámica comunicativa debe generarse al interior de los foros de trabajo colaborativo, para potenciar este diálogo entre culturas locales como plataforma esencial para la construcción de interculturalidad?

¿Cómo el estudiante desde sus códigos, estilos comunicativos y representaciones sociales, puede participar como interlocutor activo en la construcción de una comunicación que permita el surgimiento de la interculturalidad?

Esta primera línea de discusión define de alguna forma, el lugar en el que se encuentra el debate en este momento. Por un lado existen unos actores académicos, los docentes, que tenuemente proponen, visualizan, ven la necesidad de articular el tema de las culturas locales, interactuando permanentemente con otras culturas de este mismo talante en un escenario multicultural que genera ese desarrollo empático que reconoce al otro como un potencial eje transformador de procesos tan particulares como la construcción de identidad. Por otro lado, existen otros actores académicos, los estudiantes, que operan dentro de esa realidad, constituida por foros, estilos de comunicación diversos, guías de trabajo y rubricas de evaluación entre otros. Su accionar acontece desde la lógica de sus propios códigos, que diversos autores, han definido como productos muy propios de quienes han dado en llamarse “nativos digitales”. Cabe hablar de códigos diferentes en razón a sus presupuestos frente a aspectos sustanciales tales como el significado que cobra para ellos la utilización de los distintos recursos tecnológicos, la manera como operan al interior de las redes de interacción virtual, desde identidades que se podrían definir como cambiantes; o como se comunican, de una forma mucho más intensa, pero superficial a la vez.

A partir de estos planteamientos, surge una segunda línea de discusión, donde cabe preguntarse si ¿es factible una interculturalidad que conviva con esta divergencia de códigos, existente entre docente y estudiante? ¿Con instrumentos como guías de trabajo, rubricas, proceso evaluativos, modelos comunicativos, planteados desde la lógica del docente, se puede pensar en una comunicación intercultural?

Referencias

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Hernández Sampieri, R., Fernández, C., y Baptista, P. (2003). Metodología de Investigación. México: McGraw Hill.

Medina, A., Domínguez, M. C., y López, E. (2010). Tendiendo puentes hacia la interculturalidad: las nuevas escuelas y docentes. En Ramos, F. (Coord.), Rodríguez Morel et al. Fundamentos multiculturales y axiológicos de la educación a distancia a través de las TIC para la universalización e internacionalización de la educación superior. La Habana: Universidad de Matanzas.

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