IV. Comunicación, educación, formación y profesiones

Una experiencia de formación de docentes para la integración de las TIC en prácticas educativas

Haivert César Sáenz Beltrán

Comunicador social - periodista de la Universidad del Valle. Formador del Centro de Innovación Educativa Regional (CIER Sur). Líder de comunicación y movilización del programa Tit@ EDPT, de la Secretaría de Educación de Cali.

Resumen

Partimos de una experiencia: la formación de docentes de instituciones educativas públicas de Santiago de Cali, en el marco del programa Tit@ Educación Digital para Todos, de la Secretaría de Educación Municipal. La apuesta: lograr la integración de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en las prácticas educativas de los docentes participantes. Allí comienza una relación crítica entre la novedad y el sentido, la forma y el fondo, lo fácil y lo complejo. Surgen las dudas y el acercamiento a pisos teóricos sobre la integración de las TIC en la educación. Se vivencian enseñanzas, aprendizajes y descubrimientos. Y nacen los intentos de dar respuestas. La experiencia se recorre en la construcción colectiva, en la relación dialéctica entre teoría y práctica, en el contexto y en el ejercicio profesional del docente. De esos aprendizajes se trata esta ponencia.

Palabras clave: experiencia, docentes, formación, TIC.

“La educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre

sobre el mundo para transformarlo” Paulo Freire.


En el 2014, la Secretaría de Educación Municipal (SEM) de Santiago de Cali dio inicio a un proyecto que impactaría el modelo educativo de la ciudad: Tit@ Educación Digital para Para Todos (EDPT). Una iniciativa que nació bajo la concepción de que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) eran claves para mejorar los resultados en las pruebas saber Saber aplicadas dea estudiantes de Instituciones Educativas (IE) públicas de la ciudadCali. La estrategia se basó en adecuar las instalaciones de aulas educativas y entregar dotación tecnológica a la vez que se ofrecía formación a los maestros en la educación mediada por TIC y el desarrollo de las competencias en el siglo XXI.

La Secretaría de Educación contrató proveedores de infraestructura y software para fines educativos mientras que, para la formación de docentes, la comunicación y la intervención para la gestión del cambio, celebró un contrato de 8ocho meses con la Universidad del Valle a partir del 8 de noviembre de 2013 para dar comienzo, a lo que sería la primera fase del proyecto. Con Eeste esfuerzo, se tuvo logró la formación de 546 maestros de escuelas públicas del municipio en pedagogía mediada por TIC, así como y la dotación tecnológica adecuación aulas en cinco5 instituciones educativasIE de la ciudad con dotación tecnológica.

Gracias a estos resultados, el proyecto se consolidó y recibió 65 mil.000 millones de pesos provenientes de regalías, del Ministerio de las TIC y recursos propios del municipio, la mayor inversión de recursos dados a un proyecto educativo en el Valle del Cauca. La Secretaría de Educación Municipal continuó con el modelo accionado en la fase 1: contrató proveedores para adecuar las aulas de las instituciones adscritas al proyecto, dotarlas de infraestructura tecnológica y entregarles software educativos,; y, celebró convenios interadministrativos con instituciones de educación superior para operar los componentes educativos y de comunicación.

Las fases 2 y 5 siguieron a cargo de la Universidad del Valle mientras que las fases 3 y 4 fueron concedidas a la Universidad del Cesar. Así, el proyecto logró cubrir 281 de las 343 sedes educativas oficiales de la ciudad, equipar y adecuar 808 aulas digitales y formar 3549 docentes. La dotación en las aulas incluyó un víideo- proyector interactivo con control y dos lápices ópticos, un computador docente con software para la enseñanza y la gestión de la clase, 35 terminales de aprendizaje (computadores o tabletas para estudiantes), una unidad de carga y almacenamiento para los equipos, un punto de conexión y mobiliario de (mesas y sillas).

La consolidación del proyecto devino en el cambio de estatus a Programa Tit@ Educación Digital para Todos.

El último convenio que se firmó entre la SEM y el CIER Sur de la Universidad del Valle, inicio el 15 de julio y cerrará el 15 de diciembre de 2016. El propósito de este proyecto dirigido a 1050 docentes consiste en avanzar en el uso y la apropiación de recursos digitales Tit@ para la calidad educativa. Como en las ocasiones anteriores, para su ejecución, se consolidó un equipo para la formación de docentes y otro, para la comunicación y movilización.

El punto de partida

Aunque mi participación en el proyecto Tit@ EDPT se desarrolló como facilitador del equipo de gestión del cambio y comunicaciones durante dos años en las fases 2 y 5, escogí centrar mi experiencia en el proyecto de uso y apropiación de recursos tecnológicos del programa Tit@ EDPT porque tengo la oportunidad de formar parte de los dos equipos direccionados por la Universidad del Valle como líder de comunicación y movilización, y como formador del CIER Sur. Una experiencia no acabada pero que ya deja aprendizajes.

El proyecto de uso y apropiación de los recursos tecnológicos nació por la necesidad de que los docentes usaran y aprovecharan los recursos que les fueron entregados en el marco del programa. Cabe anotar que hubo un desfase entre los procesos de formación que se llevaron a cabo y la adecuación de las aulas con recursos tecnológicos. Se avanzaba en la teoría de la educación mediada por TIC y en la creación de Ambientes Virtuales de Aprendizaje (AVA), pero no había práctica real en las aulas. Esto ocasionó que, al ser entregada la dotación, su uso fuera limitado.

El proyecto se concibió por parte de la SEMl como una capacitación para enseñar a usar y a aprovechar los recursos tecnológicos. Sin embargo, cuando el proyecto llegó a la Universidad del Valle, se transformó en un programa de formación educativo a partir del uso y aprovechamiento de los recursos tecnológicos. Al fin y al cabo, se planteó que los usos se aprenden, pero que lo verdaderamente importante es lo que se hace cuando se aprenden a usar. Por eso, su objetivo general era generar entre los docentes mayor confianza, solvencia y autonomía para avanzar en un mejor aprovechamiento y uso de la infraestructura entregada por la Secretaría de Educación de Cali a las instituciones educativas a través del Programa Tit@ Educación Digital Para Todos. Como se ve, el centro está en las capacidades de los docentes para dar uso a las herramientas de las que ahora disponen en el aula.

Consolidando una propuesta de formación

Para este proyecto, la dirección técnica en la Universidad del Valle fue asumida, como en todas sus fases, por la profesora María Victoria Polanco, mientras que la formación fue coordinada inicialmente por la profesora Gloria Castrillón y luego por la profesora Gloria Rincón Bonilla. El equipo directivo fue vital en el proceso. La categoría de formación fue el punto de partida de la propuesta. La profesora Castrillón mutiló el concepto de “capacitación” por considerarlo una acuñación del sector industrial que ponía su enfoque en la operatividad, al igual que “transmisión” y “multiplicación” del conocimiento, por estimar que los seres humanos rehacemos los conocimientos a partir de la experiencia, las ideologías, las creencias, los contextos y, aún, de nuestra memoria y capacidad de comprensión. Asimismo, puso el énfasis en el respeto profundo por los maestros y las disciplinas. Este piso ideológico fue la base para concebir la formación que teníamos por delante. Posteriormente, la profesora Gloria Rincón entró a estructurar el programa de formación con el equipo de formadores del CIER Sur, conformados por licenciados en las áreas de lenguaje, sociales, ciencias naturales y matemáticas. Las áreas transversales estaban a mi cargo. La propuesta se consolidó a partir del análisis y la discusión de propuestas individuales que cada uno de nosotros presentamos, y teniendo en cuenta la necesidad de enseñar y aprender los usos de los recursos tecnológicos a través del diseño de una clase mediada por TIC. Para esto, se usaría la Plataforma de Gestión Educativa (PGE) desarrollada para el programa Tit@ EDPT, que cuenta con un espacio para la creación de clases virtuales.

El proceso se pensó en cascada: como ya habían docentes formados en fases anteriores, se tomó la decisión de convocar 83 de ellos para seleccionar y contratar 70 como maestros formadores, estrategia implementada desde la fase 2 del proyecto. Cada uno de los seleccionados tendría la responsabilidad de formar, a su vez, a un grupo de 15 docentes de sus sedes durante 24 horas repartidas en 10 semanas.

Como equipo de la Universidad del Valle, las preguntas que siempre mantuvimos flotantes fueron: ¿Cómo lograr que los docentes apropien de forma efectiva los usos tecnológicos a la vez que reflexionan sobre lo que significa la integración de las TIC en los procesos de enseñanza y aprendizaje? ¿Qué acciones son necesarias para lograr los objetivos propuestos? ¿Qué tan pertinente es la propuesta?

Lo primero que resultó significativo fue la presentación del programa de formación bajo la premisa de que podían hacerse aportes y sugerirse cambios, aclaraciones y comentarios. Igualmente, se presentaron los criterios de selección y la forma de evaluar. Fue un momento que permitió hacer aclaraciones y comentarios que resaltaron la necesidad de practicar. Partíamos del supuesto de que los docentes seleccionados conocían, aunque fuera en bajo grado, el funcionamiento de la dotación que tenían en las aulas Tit@. Sin embargo, la discusión permitió ver que algunos ni siquiera tenían asignadas aulas con dotación tecnológica y que el conocimiento de su funcionamiento era mínimo. Esto corroboró la hipótesis de que, desde el comienzo, los procesos de formación deben contar con una aplicación real que permita la dialéctica entre teoría y práctica, fomentando cuestionamientos, reflexiones, análisis, propuestas y aprendizajes que fortalezcan la enseñanza y logren mejores resultados.

En busca de una base teórica

Viviendo ese proceso, me mantuve en la búsqueda y la investigación constante de teoría sobre pedagogía y didáctica en la educación básica y media. Me enfoqué en buscar los modelos pedagógicos y estudiarlos, avanzando hacia las nuevas propuestas mediadas por TIC. Cada vez encontraba más autores, modelos y teorías hasta que llegué a un autor en el que he centrado mi estudio desde ese momento hasta ahora: Paulo Freire. Para los educadores, no debe resultar tan sorpresivo como lo fue para mí. La emoción del pensamiento de Freire me hizo sentir identificado y me llevó a reflexionar con mayor profundidad sobre el proceso de formación que estábamos llevando a cabo.

Recuerdo que una de las orientaciones de la profesora Gloria Rincón que más me causaban incomodidad era el margen de incertidumbre que le permitía al proceso. Estaba acostumbrado, por mi conocimiento y estudios en gerencia de proyectos, a no dejar nada al azar. Me parecía que las orientaciones no bastaban y que debía trabajarse bajo una estructura cerrada. Sin embargo, con la experiencia vivida y con Freire lo entendí: “La certeza de la incerteza no niega la solidez de la posibilidad cognoscitiva. La certeza fundamental: la de que puedo saber […] Así como sé que no sé lo que me hace falta saber: primero, que puedo saber lo que ya sé; segundo, que puedo saber lo que aún no sé; tercero, que puedo producir conocimiento aún no existente” (Freire, 1997). Es decir, crear el marco para la producción de nuevo conocimiento.

Ahondar en las lecturas me llevó a encontrar cuatro ejes de aportaciones freireanas que encajaban perfectamente con lo que tratábamos de hacer en la formación de maestros:

Esos puntos contienen los ejes sobre los cuales trabajamos en la formación de los maestros. Fue una base que me permitió darle un mayor sentido a la experiencia y al desarrollo del proceso. La dialéctica entre la teoría y la práctica del proceso me causaba la emoción que se logra con los aprendizajes significativos.

Acción – reflexión – acción

Realizamos una encuesta digital de diagnóstico con el propósito de construir un panorama de las prácticas de enseñanza y el contexto educativo. Esa actividad se usó además para hacer que los docentes ingresaran como usuarios de la PGE para enseñarles a configurar una encuesta en línea dentro de la PGE,a fin de poner en discusión la encuesta como instrumento en la educación y evidenciar los resultados para su posterior análisis. Se creó por parte de los formadores una presentación de los resultados con sus hallazgos para ser contrastados entre los docentes participantes del proceso, dejando ver cómo eran las prácticas de enseñanza en relación con el uso y la mediación de la tecnología y la incidencia de los contextos en el desarrollo de la enseñanza y el aprendizaje mediado por TIC. Esa utilización y aprovechamiento de los recursos resultó clave. No se agotó en la actividad. Por otro lado, el objeto de la encuesta estaba vinculado con la experiencia real, lo cual era significativo para el proceso.

Al hacer el análisis de los resultados de la encuesta, encontramos que las TIC se usaban en las aulas a partir de un modelo educativo tradicional, que faltaba conocimiento sobre el uso de los recursos digitales y que esa era una preocupación mayor para los participantes. Se evidenció que la integración de las TIC era vista como el proceso de subir archivos en línea, usar videos, manejar un programa o un recurso digital y utilizar herramientas para motivar, hacer una actividad o evaluar un proceso. En cuanto a los contextos, se evidenciaba que limitaban los alcances educativos y que la falta de tiempo se convertía en una dificultad a la hora de planear las clases.

Tomamos la decisión de que era necesario hacer un trabajo intenso para que la reflexión sobre el modelo educativo, las prácticas de enseñanza y la integración de las TIC fueran consideradas en su importancia por los docentes participantes. Para nosotros, la reflexión sobre la educación mediada por TIC era ineludible y necesaria. La integración de tecnologías en el aula debía llegar a una reflexión sobre los cambios que propician, las relaciones que se dan a partir de los recursos, el cambio en el lenguaje, los nuevos conceptos y significados que entran al aula, el papel del profesor y de los estudiantes en el aula, el trabajo colaborativo, la selección de un recurso o una actividad para la clase, las nuevas maneras de evaluar, las dificultades, los cambios en la memoria y la construcción del conocimiento. En síntesis, era necesario un análisis de los cambios, las intencionalidades, las dificultades, las posibilidades que se dan en una didáctica y pedagogía mediadas por TIC.

Terminábamos cada sesión de formación con una reflexión de lo realizado. Incluso, en ciertos momentos se introducían conceptos para hacer análisis y la práctica misma era objeto de estudio. Avanzamos en acción-reflexión-acción. Parar y pensar sobre lo que se está haciendo y para qué se está haciendo fue una de las grandes enseñanzas que me dejó el proceso. “La aclaración de un punto aquí desnuda otro allí que igualmente precisa ser descubierto. Ésta es la dinámica del proceso de pensar la práctica. Es por esto por lo que pensar la práctica enseña a pensar mejor del mismo modo que enseña a practicar mejor” (Freire, 1994a, págs. 125-126). Esta dinámica conllevó no solo un esfuerzo cognitivo para hacer análisis y construir sentidos sino que produjo un despertar de sentimientos que iba desde la ansiedad, el miedo, la frustración hasta la osadía y la alegría. No es un proceso fácil para los docentes apropiarse de la tecnología y de las lógicas de ellas, ni replantearse el modelo educativo que venían trabajando y pensar en insertarse en las lógicas de otro. Y, aún más, cuestionar su papel como educadores.

En el plano de la otredad

Nos encontramos con que uno de los miedos más frecuentes en los docentes era su desempeño con las tecnologías en el aula de clase. El no saber les producía ansiedad y angustia. Este sentimiento se reflejó en su deseo de aprender usos. Surgió en gran medida por el modelo educativo desde el que analizan su práctica. Para Freire (1997: págs. 73-74), “en la visión bancaria de la educación, el saber, el conocimiento, es una donación de los que se juzgan sabios a los que juzgan ignorantes”. Así, en medio de un contexto en el que se cree que el docente todo lo debe saber, emergen los miedos al encontrarse posibles situaciones en las que se evidencie desconocimiento y falta de control. Aún más, si se reconoce que los estudiantes tienen mayor facilidad para el manejo de las TIC. Entonces el poder que genera el saber hace que el docente se sienta en desventaja, lo cual es causa de resistencias para la integración de las TIC.

Surge entonces la pregunta: ¿Quién enseña y quién aprende? Para Freire (1997, pág. 25) está respondida: “Quien enseña aprende al enseñar y quien aprende enseña al aprender”. Es una relación dialógica que responde a los aportes de los agentes que hacen parte del proceso educativo. En ese sentido, es fundamental que los docentes aprendan a partir de la reflexión, nuevas formas de enfrentarse a la equivocación, a la incapacidad y a la necesidad de ayuda de los otros. A concebir otro modelo educativo. Es así como en “muchas ocasiones el buen ejemplo pedagógico, en la dirección de la democracia, es tomar la decisión junto con los alumnos después de analizar el problema” (Freire, 1994, pág. 66). Esto implica dejar de mirar al otro como un ignorante y de mirarme a mí como un sabio.

Por eso, la formación de los docentes es fundamental para que el cambio en los paradigmas ocurra.

El otro aprendizaje del proceso tiene que ver con una condición señalada por Freire (1994a, pág. 118): “los educadores necesitan saber lo que sucede en el mundo de los niños con los que trabajan. El universo de sus sueños, el lenguaje con que se defienden, con maña, de la agresividad de su mundo. Lo que saben y cómo lo saben fuera de la escuela”. Este concepto da un paso más en el reconocimiento del otro. No se trata de un acercamiento somero sobre las condiciones de vida de los estudiantes. Tiene que ver con el ser. El conocimiento a profundidad del otro permite inducir sus aprendizajes a partir de un trabajo constructivista. Es un proceso largo, sobre el que falta avanzar mucho y del que no se ocupa directamente la formación del proyecto en cuestión. Sin embargo, a partir de la experiencia, se reconoce como un aspecto fundamental para los aprendizajes significativos.

Los avances en la integración de TIC

La formación dio origen a la creación de una clase mediada por TIC. Los docentes reunidos conformaron un grupo por áreas para crear una clase en la PGE. Fue un proceso que implicó la incertidumbre de pensar, tomar decisiones y medir los resultados.

Los diseños nos dejaron ver que los docentes en su proceso inicial buscan dar mano a los recursos digitales que ya conocen como documentos en Word o en Power Point, incluyendo algunas imágenes y videos. En algunos casos, se da un paso más allá y se trabajan aplicaciones y programas que median el conocimiento y potencian los aprendizajes. Y, en cuanto a la producción de materiales didácticos, el avance es escaso.

Así comienza a darse la integración de las prácticas educativas mediadas por TIC en las instituciones públicas de Santiago de Cali, dentro de una dialéctica de acción y reflexión, donde se van dando avances significativos. Sobre este punto, Freire (1980, pág. 73 nos recuerda que la educación es un “quehacer permanente. Permanente por causa de lo inacabado de los hombres y del devenir de la realidad”.

Referencias

Freire, P. (1980). Concientización: teoría y práctica de la liberación. Sao Pablo: Moraes.

Freire, P. (1994). Cartas a quien pretende enseñar. México D. F.: Siglo XXI.

Freire, P. (1997). Pedagogía del oprimido. México D. F.: Siglo XXI.


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