IV. Prácticas de comunicación y procesos socioculturales

El Cineclub Cinestratos como una heterotopía para la transformación social en el parque Andrés López de Galarza, de Ibagué, Tolima

Brenda Vanessa Ruiz Ardila

Estudiante de Licenciatura en Inglés de la Facultad de Educación, de la Universidad del Tolima, de Ibagué. Integrante del colectivo Fuera de Contexto.

Duván Felipe González Pérez

Estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Facultad de Ciencias Humanas y Artes de la Universidad del Tolima, de Ibagué. Integrante del colectivo Fuera de Contexto.

Franklin Ruíz

Estudiante de Comunicación Social y Periodismo, 7mo semestre. Universidad del Tolima. Integrante del Colectivo Fuera de Contexto Ibagué Tolima. Creador Cine Club- Cinestratos.

Resumen

En la marcha de nuestro Cineclub Cinestratos hemos podido apreciar dos formas distintas de proyectar cine: como elemento persuasivo ideológico en torno a unos temas coyunturales que aquejan a nuestra comunidad Ibagué, parque Galarza, y el cine como herramienta irruptora de espacios, de la cotidianidad; para que de ella emerjan esos otros espacios foucaultianos e interacciones sociales por fuera de la proyección (Getino y Solanas, 1969). De igual manera, el cineclub como ventana emergente de la burbuja académica no solo ha buscado analizar e interpretar las variables teóricas con los momentos comunicacionales (Uranga, 2012), sino entretejer comunidad, reconstruir tejidos sociales y crear lazos afectivos con las personas involucradas en este proceso. Por lo tanto, nuestra labor política para el cambio social ha estado en estos dos componentes dicotómicos: construcción y reconstrucción de tejidos sociales, y fomento de pensamientos críticos.

Palabras clave: comunicación y ciudad, heterotopía, cineclub, tejido social.

Nosotros y el parque

Encaminados a mostrar nuestra experiencia como Colectivo en el ámbito del cineclubismo damos evidencia a unos cuestionamientos que desde la academia hemos visionado para el cambio social y que como experiencia no está exenta de limitaciones que en la práctica como pensadores hemos querido encauzar teóricamente.

Nosotros el cineclub Cinestratos nacemos de la necesidad de crear un espacio tangible dentro de la ciudad de Ibagué, donde es el cine una apuesta que desde el arte queremos transmitir para llegar al público con el objetivo de incentivar el empoderamiento entre los individuos de una comunidad y cumplir una labor que está ligada a destruir, de alguna manera, los abismos que dentro de una sociedad se denotan, reivindicando alteridades.

Donde los lugares de luz son los centros comerciales, los condominios, los lugares donde la burguesía realiza sus prácticas sociales y donde los lugares de oscuridad están cubiertos por problemas sociales arraigados al destierro y visualizados como lugares aparte de lo cotidiano.

Por ello el cineclub es un espacio donde se comparten ideales y luchas de visibilización a lo que se quiere ocultar, donde literalmente no hay estratos sociales.

El concepto de empoderamiento por parte de los integrantes del cineclub como de los actores que se apropian del espacio y crean unas dinámicas diferentes a las que se visualizan en su cotidianidad. Para romper con los esquemas que ya están establecidos y poder transformarnos a través del sencillo pero relevante acto de proyectar cine en un parque excluido del centro de la ciudad.

Nuestro parque

El principal parque que trabajamos el Andrés López de Galarza de la ciudad de Ibagué, está ubicado entre las calles 18 y 19 y carreras 2da y 3era en pleno centro de la ciudad. Este actualmente es uno de los espacios más estigmatizados y menos visitados de la ciudad. Su ubicación dentro Ibagué supondría que fuera uno de los lugares más bellos y concurridos, pero por el contrario, dentro del imaginario del ibaguereño promedio el pensar pasar por ahí ya es cuestión de miedo y zozobra. Principalmente por los fenómenos que allí se perciben; consumo de SPA, distribución de drogas, prostitución, lugar de paso y de quedada de los habitantes de calle. A una cuadra hacia abajo (calle 20) se encuentra ubicado la terminal de transportes de Ibagué, además, se encuentra también la vía que une el centro de la ciudad con la parte sur, a una cuadra hacia arriba calle 17 y 16 empieza la zona centro de la ciudad, donde se mueve el comercio y donde quedan ubicados los centros políticos y culturales más importantes de la ciudad.

Dentro de nuestros cuestionamientos como Colectivo surgían preguntas que iban encaminadas a cómo proponer formas de trabajo con comunidades, cómo plantear maneras de trabajo, que de la mano con la academia, empezaran a cambiar ciertas particularidades en las dinámicas sociales y culturales dentro del parque. Pero vimos que la solución no era sumarle importancia a la forma como la universidad pudiera aportar a la construcción de un escenario para el encuentro. Puesto que esta contiene una incapacidad de trascender los muros universitarios (Sin menoscabar las propuestas tan importantes que la Universidad del Tolima ha podido generar, al interior de ella, pero que en muy pocas veces ha logrado salir a las calles), de igual manera vimos con preocupación la forma como estudiantes abordan (Cuando lo hacen) a las comunidades; las manosean, las usurpan, las utilizan y luego se van cuando el profesor ha dado la nota final. En palabras de una amiga venida de Manizales, cuando hacen su cometido de extractivismo Social.

Con estos cuestionamientos surge la idea de empezar a entrar en las dinámicas del parque, de las personas, y por medio ello generar un espacio que empezara a dar respuestas a su entorno. Sólo teníamos claro que por medio del cine se podría empezar a subvertir unas lógicas que, desde el parque, desde la academia y desde la comunidad han venido imperando y enmarcando las formas de interacción y relación de esta comunidad.

Para ello hemos retomado dos enfoques, siguiendo la línea de conceptos que la academia nos redunda; fomento a un pensamiento crítico y reconstrucción del tejido social. Referente a esta criticidad más que una imposición nuestra, la labor ha sido enraizada en la sugerencia. Aquélla que sólo se presta en la enunciación de unos elementos, para que de estos, haya un empoderamiento psicológico (Acevedo Mario, Gómez Rocio y Zúñiga Myrian, 2016)

Por medio de ciclos de cine cuyo fin es la concientización, hemos utilizado el audiovisual en su aspecto didáctico en relación a problemáticas inmediatas que aquejan nuestra ciudad y parque; con una muestra itinerante que hemos llamado: Ruta 48, un busetazo por la paz y el medio ambiente.

Por otra parte retomamos el concepto de tejido social, no como simple reconstrucción, entendido no sólo en la sanación de las relaciones sociales sino en la construcción de nuevas conexiones, rescate de las ya existentes y fomento en general. Sin embargo la teoría puede llegar a ser romántica, puesto que en el poco tiempo que llevamos y entendiendo que todo cambio social es un proceso de por sí largo. Nuestra labor en esta arista corresponde a la cándida relación con las pocas pero no simples relaciones interpersonales creadas hasta el momento.

Cinestratos, lo que la obra fílmica ha generado

Como obra sensible

Vista la proyección desde el film en sí, el arte cinematográfico como cualquier otro arte cobra importancia en su poder evocador de la realidad con elementos que resaltan los detalles monótonos de la vida, pero de una forma que opera en nuestras sensaciones afectivas y de este modo nos permite entender esa estética de lo cotidiano, de la vida. Así permitiéndonos obtener la sensibilidad necesaria para tener empatía por el otro. De esta forma sienta las bases para la construcción de sociedad, no en los términos smithianos de sacar provecho individual de las redes que componen mi vida, sino crear comunidad.

Cobra especial importancia este aspecto del arte el parque Galarza. Este por ser un espacio de afluencias de lo que la sociedad considera personajes en desviación; el delincuente, drogadicto, el anciano, la prostituta, el niño que pide en la calle, los vendedores ambulantes, los recicladores, entre otros actores.

Como sugerente, como persuasivo, hacia el Fomento de un pensamiento crítico

Si bien el hecho de proyectar películas ha sido para generar unas emociones y expectativas, también se ha querido sugerir temas que se consideran, desde nuestras posiciones, importantes para discutirlos y plantearlos por medio del cine, por ejemplo: la construcción de los Acuerdos de Paz y el Plebiscito, este a nivel Nacional; y a nivel local todo el tema de luchas y apuestas ambientales que están en la coyuntura de una Consulta Popular Anti-minera en la ciudad.

Cinestratos, desde lo que el espacio permite

De porqué una heterotopía para el cambio social

Entender el cineclub en términos de heterotopía implica atender a la relación parque físico y dinámicas sociales. Y es ahí en una parte del parque Galarza que cada sábado se forma una nueva heterotopía; una temporal pero con la periodicidad necesaria para el cambio.

Puesto que la familiaridad se crea con el tiempo es vital el tiempo, la constancia, ya que de esta forma llegamos a construir con amigos y no extraños que al no sentirse incluidos en los proyectos no reaccionaron políticamente en su subjetivación. Este es uno de los grandes problemas que tiene la institucionalidad arrebatando el poder de autonomía de la sociedad civil con proyectos hechos desde extraños para apáticos.

Es aquí donde cobra importancia acuñar el término heterotopía para la transformación social, puesto que es una construida conscientemente de su papel transformador de un espacio de exclusión. Y vista de esta forma, el cineclub se convierte en escenario de interacciones que reivindican la alteridad. Donde apropiándonos de una parte del parque y resignificando el lugar de peligroso a propiciador de encuentros de personas amenazantes, que la sociedad considera, con gente del exterior.

En este sentido nuestro plus ha estado en la proyección en espacios abiertos, precisamente, para que enviemos el mensaje que pretendemos un lugar de inclusividad. Ya que muchas personas que usualmente son rechazadas, (personas de la calle) de una u otra forma vería en una sala, o recinto cerrado un lugar exclusivo, ajeno a ellos.

Si miramos nuestro contexto; el parque en sí mismo es una heterotopía, los juegos de los niños que lo frecuentan de igual manera y las casas de citas, entre otras, (Foucault, 1967) Por lo tanto es esa misma intencionalidad la que convierte a Cinestratos en una para el cambio.

Como elemento inspirador para el empoderamiento

Refiriéndonos al término de empoderamiento que se ha manejado dentro del Cine-Club Cinestratos, éste ha generado múltiples cuestionamientos donde por una parte el cine se toma como una excusa. Entendido este como “El proceso que contribuye en términos de que las personas puedan ser, hacer y decidir por sí mismos.” (Cusude, 2004), y donde los parques urbanos, como lo es en este caso el Parque Galarza, son instituciones dinámicas que a su vez juegan un vital, pero no totalmente entendido papel, dentro del desarrollo social, económico y el bienestar físico de las áreas urbanas. Por lo cual, vemos como apuesta dentro de este contexto la necesidad del empoderamiento.

Se piensa que el principal reto del empoderamiento es luchar contra la pobreza y transformar las relaciones de dominación que han conllevado a que ciertos sectores sociales tengan menos oportunidades que otros para conducir su vida. De ahí que no solo resulta importante comprender las causas que explican por qué algunas personas y grupos en la sociedad son más poderosos que otros (Sirker, 2002), sino que es especialmente relevante discutir, debatir y poner en marcha alternativas y estrategias que contribuyan a la igualdad de oportunidades, el fortalecimiento de capacidades y a un reparto más equitativo en el uso y acceso de los recursos y servicios sociales, fomentando en todos los casos la expresión y puntos de vista de los sectores menos favorecidos en los procesos de toma de decisión.

Por lo tanto nuestra apuesta ha sido encaminada a colocar en común diferentes temas coyunturales para politizar a los asistentes en su conciencia.

Procesos de pérdida de identidades en el espacio parque Galarza

En el marco de la identificación de ciertos aspectos del parque y algunos porqués de las estigmatizaciones podemos apreciar ciertas pérdidas en la subjetivación, esta como proceso de construcción de identidades en los sujetos.

Ya Ocampo, (2009) categoriza al transeúnte telespectador en el sentido de ese ente que pierde la identidad por el sólo hecho de moverse en el espacio. De igual manera lo anuncia como un personaje que no comprende la profundidad de las cosas por los espacios que transita sino sus imágenes. Aunque su crítica va entorno a la ciudad mercantil- publicitaria, retoma relevancia en el contexto del Galarza, que si bien no contiene mucha publicidad, sí se erige como vacío residual donde nadie ni nada permanece, (Ocampo 2009).

Se ha creado una indiferencia por la dejación tanto comunitaria como estatal, por los cual hemos trazado las rutas para que haya esa heterotopía, Cinestratos, como reivindicadora de identidad en la media que al situarse ese sitio ideal en realidad le sugerimos a los espectadores la capacidad de sentirse parte de algo, de construirse en un rol diferente, como espectador con posibilidad de dialogar.

Como base y excusa para la creación, reconstrucción y fomento de los tejidos sociales y sus inconvenientes

En el desarrollo de los lazos afectivo de la sociedad del parque lo primero que hemos observado es que al final de la noche lo más común son las dinámicas que el espacio Cinestratos permite, las amistades, los cariños con los niños, el platicar y escuchar a los espectadores. Reivindicando esos espacios cotidianos que van tejiendo hilos invisibles muy importantes para resignificar las relaciones interpersonales que se crean allí, rebasadas por la desconfianza y desconcierto.

En este caso en específico, encontramos otro ejemplo asociado con la construcción de tejido social en donde el cineclub ha propiciado un espacio para hablar con personas que son ajenas al círculo social pero que de algún modo están ligadas por diferentes situaciones de la cotidianidad, hablando un día con una estudiante de sociología de la universidad del Tolima que se acercó al espacio del cineclub por medio de su hermano Sergio, quien ha sido constante en asistir a muchas de las proyecciones, hablando del proceso que ya teníamos en marcha surgió la conversación sobre quienes nos acompañaban cada sábado eran los habitantes de calle que en este caso y en particular Don Luis Alberto era un espectador que llegaba con su perro llamado Mackenzie y quien por su extremada ternura con su compañero de vida reflejaban cierta empatía con los integrantes del cineclub.

Por lo que dentro de esa conversación se llegó al punto que la chica Lorena y Don Luis Alberto ya se conocían por un accidente que sufrió el perro y por consiguiente ella lo ayudó y jamás se volvieron a contactar. Esa noche dentro del parque surgiría un encuentro inesperado, y fue allí donde se empezó a construir una relación de amistad que cada sábado juntos en compañía de Mackenzie, Lorena y Don Luis Alberto propiciaban un espacio de encuentro donde hablaban sobre la película, donde ella tuvo la oportunidad de regalarle libros y hablar de ellos y donde el espacio se prestó para volver a encontrarse, por eso consideramos que el Cine-Club es un espacio para entretejer historias, personas, ideas, es un espacio que libera todo tipo de ataduras sociales, que va en contra del capital y de la ceguedad de una sociedad donde se dividen pobres, clase media y alta, donde no hay ningún impedimento para fluir , expresar y crear amigos.

Desde la especificidad de la proyección. Espacios abiertos, espacios distantes

El sólo hecho de proyectar una película documental, que ha vista de los niños, no es para ellos ya de por si estamos excluyéndolos. O presentar animación ya predispone los adultos del parque que ese día no es para ellos. Pero también conviene decir que no todas las películas qué se supone son para todo público, le llegarán de igual manera a todos. ¿Entonces qué hacer? Pues entendiendo esas distintas diversidades predisponernos a presentar esas tres formas con todo y sus problemas asociados. Así lo hemos hecho en el parque. Han estado súper atentos los niños, otro día los de la tercera edad u otras veces los dos.

Dentro de la identificación de la quinta característica de la heterotopía de Foucault en nuestro Cine-Club podemos identificar que es un espacio abierto cuya razón de ser ha sido eso. Pero a pesar de ello hemos notado como ciertas personas que autoexcluyen…”hay otras que aparecen puras y simples pero que por regla general, esconden exclusiones muy particulares…”

Se hace indispensable el hecho de contar y visualizar los actores que frecuentan el espacio del Cine-Club, porque es allí mismo donde se encuentra la esencia de lo que hacemos, lo cual a modo de análisis hemos podido ver como en este caso dos docentes que frecuentan el parque, no han sido partícipes dentro de las proyecciones pero que sin lugar a duda, sienten cierta empatía por la labor social que realizamos y por lo que invitan a sus familiares en este caso sus hijos, su mamá y parientes a que se acerquen a el espacio, donde hemos tenido la oportunidad de conversar y donde se generan lazos afectivos entre las personas externas y las personas que frecuentan el parque.

Conclusiones

Referencias

Acevedo, M., Gómez, R., y Zúñiga, M. (2016) Pedagogía popular: una construcción a partir del diálogo de saberes, la participación comunitaria y el empoderamiento de sujetos sociales. Pedagogías y metodologías de la educación popular, “se hace camino al andar”. Bogotá D. C.: Ediciones desde abajo.

COSUDE. (2004). Estrategias del Programa por País para Ecuador. Quito: Oficina de Cooperación.

Foucault. M. (1967). Des espaces autres. Conferencia Cercles des études architecturals. 14 de Marzo de 1967, París, Francia.

Perea Restrepo, S. (2008). Estrategias para entender la ciudad a partir del concepto de heterotopías. Revista de Arquitectura, 10,26-33.

Sirker, K. (2002). Incidencia Política, Comunicación y Formación de Coaliciones. Curso Comunitario e Inclusión Social. Programa piloto de educación a distancia. Monterrey: Tecnológico de Monterrey.


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