IV. Estudios de periodismo

Construcciones de sentido y universos simbólicos sobre la minería en los medios colombianos. El caso de La Colosa, Cajamarca, Tolima, entre 2011 y 2016

Diego Alberto Polo Paredes

Doctorando en Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Argentina. Magíster en Conflicto, Territorio y Cultura. Comunicador social y periodista. Profesor de planta de la Universidad del Tolima.

Resumen

El presente documento indaga las construcciones de sentido generadas en la prensa nacional y regional colombiana, sobre el proyecto minero La Colosa, en Cajamarca, Tolima. El estudio compara los universos simbólicos narrados en medios hegemónicos y alternativos entre 2011 y 2016. Desde la dimensión cualitativa del análisis de contenido, la investigación caracteriza las valoraciones que hacen los medios y actores citados en los relatos periodísticos al momento de referirse al modelo extractivista, presente en una región rica en recursos minerales en América Latina.

Palabras clave: minería, construcción de sentido, medios, La Colosa.

Introducción

La minería como práctica social ha estado presente en las actividades del hombre, y a lo largo de la historia viene siendo asumida como una forma de subsistencia, pero al mismo tiempo, sus implicaciones ambientales, culturales, políticas y económicas, ha ocasionado una serie de conflictos entre los grupos sociales. La política minero-energética implantada en Colombia a inicios de la segunda década del siglo XXI, ha generado un discurso desarrollista equivalente a una máquina para jalonar el progreso en la economía del país.

En el escenario nacional, departamentos como el Tolima, son protagónicos en la materialización de las apuestas extractivistas. Los ojos de las multinacionales como Anglo Gold Ashanti, están puestos en el proyecto La Colosa en Cajamarca, una zona con fuerte tendencia agropecuaria; que además de ser una fábrica de alimentos, posee numerosos materiales preciosos entre ellos el oro, que la llevan a ser considerada una de las más grandes reservas en América Latina.

Frente al extractivismo, es vital conocer cómo coexisten, circulan, y se negocian, los sentidos, para entonces comprender las disputas presentes en el posicionamiento del proyecto minero entre 2011 y 2016 en los medios de comunicación.

Marco teórico

El presente trabajo está soportado un marco teórico que permite comprender las tendencias en la construcción de sentido en los fenómenos sociales. Interesa de forma particular lo relacionado con el fenómeno extractivista, por tanto, se parte del supuesto paradigmático que la realidad es un constructo social, y por extensión, la relevancia de los problemas derivados del ambiente, está puesta más que en su existencia física, -sin desconocerla- en la percepción que las personas elaboraran.

La realidad un constructo social y cultural

La realidad de la vida cotidiana es una elaboración dinámica, conformada por un sistema de creencias que determinan la manera de ver, entender y comprender el mundo. En otros términos, el significado, que construyen los seres humanos se elabora en función de una correspondencia permanente, entre lo que se siente, percibe y racionaliza, junto al sentido común construido en colectivo.

En ese propósito, el lenguaje es el catalizador del proceso de construcción de las realidades, a través de él, se construyen enormes edificios de representación simbólica que parecen dominar la realidad de la vida cotidiana (Berger y Luckman, 1995:59). De esta manera, el lenguaje permite entender la forma en que las personas exteriorizan sus intereses, construyen relevancias (a partir de los acervos culturales) y crean marcos de interpretación individuales, que se relacionan con otras formas de ver la vida.

Construcción de Sentidos: una manera de percibir el mundo

En la construcción de la realidad es vital el análisis de los sentidos como manera de percibir el mundo. Su elaboración está cargada de una urdimbre de significados, que varían de acuerdo a las expectativas, enfoques y pertenencias sociales y culturales.

David Le Breton, ha expuesto que el individuo solo toma conciencia de sí, a través del sentir, y eso hace que las sociedades definan unas formas particulares de entender los fenómenos sociales. Según el autor, las percepciones sensoriales no surgen solo de una fisiología, sino ante todo, de una orientación cultural; es decir, que las historias de vida, la ubicación en la sociedad, y los roles desempeñados determinan los tipos de posturas.

Le Breton (2006) afirma que “las percepciones que construyen sentidos no son ni verdaderas ni falsas, aportan una mirada del mundo, eso sí, sin escapar a las dinámicas de la ambigüedad”. (49).

Universos simbólicos y legitimidad

La discusión teórica de la construcción social de la realidad y de los sentidos, se puede entender en su plenitud desde la vinculación de los universos y capitales simbólicos. Así pues, se parte del postulado que la sociedad existe solo cuando los individuos tienen conciencia de ella, y dos, se determina en un proceso que aunque parte de lo subjetivo, se consolida socialmente.

Berger y Luckman (2007) afirman que “Los universos simbólicos son cuerpos de tradición teórica, que integran una zona de significados diferentes, y abarcan el orden institucional en una totalidad simbólica” (p. 149).

Pero el proceso de explicitación de los universos no es estático ni lineal, ellos cambian porque son productos históricos. Bajo esta óptica, los universos entran en conflicto, por aparición de monopolios simbólicos, que consisten, en que una sola tradición, mantiene las ideas dominantes sobre las demás. Así, los sub-universos requieren sub-sociedades, -como bases de objetivación-, y una contra-definición de la realidad, requiere una contra-sociedad.

Ahora bien, si la construcción de los sentidos permite ver los niveles de lectura que los grupos sociales hacen de la realidad y su interpretación, la legitimidad aporta los caminos por los cuales, esas visiones del mundo entran en negociación.

Al respecto, Jorge González, explica que solo existe legitimidad, cuando se da un reconocimiento por parte de un grupo social al otro, en marco de una relación desbalanceada de autoridad cultural; en otras palabras, la legitimidad se puede estudiar, cuando un colectivo, tiene los medios para hacer prevalecer su mirada sobre otras, como la auténtica visión de la realidad.

En ese camino los grupos sociales apelan a distintas estrategias que refuerzan la asimilación de distintos capitales simbólicos como lo ha planteado Bourdieu. Puede existir la fuerza, pero con mayor precisión, se apela a un reconocimiento natural de interpretar, calificar y descalificar. En ese propósito también es clave estudiar el rol de los medios de comunicación, desde su aporte a la construcción social de la realidad, su incursión con representaciones simbólicas, la cercanía con los procesos de socialización (Wolf, 1994) y la vinculación de las dimensiones simbólicas de intervención pública (Miralles, 2001). En suma, sobre la mesa están los caminos para construir la legitimidad: ella puede deambular por procesos cognitivos, experiencias directas e indirectas, socio estructuradas, y mediatizadas; todo en clave, en un proceso de formación de la cultura que busca naturalizar el orden de la vida cotidiana.

Metodología (corpus/criterios selección/técnicas)

El presente documento de investigación se sitúa en el diseño metodológico cualitativo, porque permite ver el objeto de estudio desde adentro, es decir, posibilita una mayor riqueza para entender las distintas formas de pensar, actuar y sentir de los actores vinculados; en otras palabras, es una corriente naturalista, en tanto, estudia a los objetos y seres vivos en sus contextos o ambientes naturales y de cotidianidad.

La investigación cualitativa también responde a un interés interpretativo, porque intenta encontrar el sentido a los fenómenos en relación con las elaboraciones de los actores, bajo el postulado que la realidad es un constructo social endógeno. En relación al estudio de los medios se optó por análisis de contenido cualitativo, porque permitió el análisis documental de las publicaciones realizadas por los medios colombianos. La técnica está en coherencia con la necesidad de interpretar lo que dicen los textos de los medios estudiados. Este tipo de análisis de contenido, trasciende el mero componente textual, y avanza a los diálogos con el contexto. En el presente trabajo se le asume como el “conjunto de técnicas destinadas a interpretar su sentido latente u oculto”, teniendo en cuenta el contexto en el que se inscribe el texto analizado (Marradi, Archenti y Piovani, 2007: 291).

Durante el proceso se hizo una pesquisa de los medios que hablaron de la minería en Colombia, y en particular del proyecto La Colosa. En el periodo de la investigación se identificaron 87 registros en la prensa colombiana en los proyectos periodísticos como: El Espectador, El Tiempo, Las Dos Orillas, El Colombiano, Dinero, Portafolio, La República, El Nuevo Día, Rebelión, Qué.es y Semanario Voz. De este corpus se seleccionaron 25 publicaciones, a partir criterios de representatividad cualitativa como su tendencia (naturaleza informativa), apuesta editorial (hegemónico y contra hegemónico) y orientación geográfica (global, nacional, regional). Mediante el método cualitativo de muestreo denominada bola de nieve, para determinar el corpus a analizar; allí se identificaron palabras o conceptos claves para la investigación.

Así, mediante la técnica de saturación se estableció cuáles de los datos que surgían de la revisión, eran importantes para vincular al corpus del trabajo. Durante su monitorio, se usó la herramienta Google News con el respectivo filtraje temático. En el momento de análisis se tuvieron en cuenta: los tópicos narrados explícitos e implícitos, y las funciones valorativas y contextuales del lenguaje, expresados por el medio y los actores visibilizados.

Resultados de la investigación

Lo hallado en el estudio de las construcciones de sentido y universos simbólicos sobre la minería en los medios colombianos en el caso de La Colosa, Cajamarca, Tolima entre 2011 y 2016 se presentan en tres momentos:

  1. Momento Exploratorio: En la búsqueda de lo que han dicho los medios sobre la minería y el extractivismo en Colombia, se encontraron 87 registros periodísticos. En esta pesquisa, hay publicaciones de los medios El Espectador, El Tiempo, Las Dos Orillas, El Colombiano, Dinero, Portafolio, La República, El Nuevo Día, Rebelión y Semanario Voz.
  2. Momento de Focalización: En esta etapa se eligen y caracterizan los contenidos promovidos por los medios, por criterios de representatividad cualitativos como su tendencia (naturaleza informativa), apuesta editorial (hegemónico y contra-hegemónico) y orientación geográfica desde cual hablan (nacional, regional, local).
  3. Profundización: Aquí se analizan las construcciones de sentido y universos simbólicos sobre la minería construidas en los medios colombianos sobre La Colosa entre 2011 y 2016. Para hacerlo se propuso la creación de una matriz propia de interpretación, que incluye elementos explícitos e implícitos en las narraciones construidas por los medios, sus valoraciones, y los elementos contextuales presentes, para comprender el fenómeno minero. Adicionalmente, se analizan los sentidos propuestos por los actores visibilizados en las publicaciones.

Análisis de las experiencias

En el primer bloque están los medios nacionales de comunicación Portafolio y La República, dos experiencias con enfoque económico, de alto reconocimiento en el mundo empresarial, nacional y de estructuras hegemónicas desde su conformación de capital. Los dos, se han referido permanentemente a la minería en La Colosa. Luego, aparece la mirada regional en El Nuevo Día, y por último, lo propuesto por medios alternativos: Semanario Voz y Rebelión.

Un primer sentido que emerge en estas experiencias hegemónicas, es que la minería en Colombia da riqueza y permite invertir en los servicios e infraestructura, y el oponerse a ella, es una pérdida para el país, ya que no se aprovecha las riquezas naturales, como sí se ha hecho en otros lugares del mundo como Chile, que han trabajado de forma consistente con el medio ambiente y la vocación agropecuaria. El sentido propuesto por los dos diarios económicos colombianos, se asocia con la idea de que frenar la minería es detener la locomotora del desarrollo para el país.

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Las publicaciones también dejan ver que la minería en el país es un buen negocio, porque las reservas del material precioso -previstas años anteriores-, se han venido duplicando. En esa dirección, los sentidos construidos también permitieron ver una postura filantrópica de la multinacional para con el país, toda vez que Anglo Gold Ashanti -de continuar el proyecto-, invertirá US$80 millones, de los cuales gran parte serían aportes fiscales al Estado Colombiano. Por último, los sentidos propuestos evidencian un malestar en las directivas de Anglo Gold, al denunciar que es imposible concretar proyectos mineros en el Tolima por la presión social.

Algunos de los títulos de la prensa nacional permiten comprender los sentidos propuestos sobre la minería en La Colosa:

“Anglo Gold devolverá área de exploración en páramos”

(El Colombiano/ marzo 3 de 2012)

“Colombia: Anglo Gold Ashanti ha invertido US$280M y aún no ha sacado un gramo de oro” (El Espectador/ 29 febrero 2012)

“Anglogold aumentará seis veces la producción de oro del país”

(El Espectador/ 8 diciembre 2015)

“Se duplicó potencial aurífero en la Colosa”

(Portafolio/ 18 de mayo de 2012)

“Creo que desistiéremos de la explotación en el Tolima”

(Portafolio/ agosto 3 de 2014)

“Proyectos mineros, aumentaría la cuota del sector en el PIB”

(Portafolio/ agosto 6 de 2014)

“Anglo Gold invertirá US $80 millones en 2015”

(Portafolio/ diciembre 9 de 2014)

“Anglo Gold contemplaría poner en venta proyecto La Colosa, en el Tolima”

(El Tiempo/ 19 febrero 2015)

“Consulta popular minera calienta ánimos en Ibagué”

(El Tiempo/ 25 febrero 2016)

En relación a la mirada regional, el periódico El Nuevo Día del Tolima, refuerza varios sentidos. El primero, es la intención de la multinacional de quedarse por varios años en el Tolima, y su lucha por el reconocimiento jurídico. En segundo lugar, legitima la implantación del megaproyecto, al darle a entender a los lectores, que la minería y agro pueden estar juntas.

Más tarde, se reconocen los inconvenientes inherentes del proyecto como: la explotación a cielo abierto, los ataques de la guerrilla de las Farc a la estructura, las manifestaciones sociales por los efectos ambientales y sociales de la propuesta extractivista, y el movimiento de consulta popular, para erradicar la minería del suelo colombiano. Por último, aparecen los recortes de capital y empleo por parte de Anglo Gold si continúan los bloqueos sociales.

Algunos de los títulos de la prensa regional permiten comprender los sentidos propuestos sobre la minería en La Colosa:

“Anglo Gold comenzará la extracción de oro en 2021”

(El Nuevo Día/ septiembre 13 2013)

“Proponen llevar a debate al Congreso proyecto minero de La Colosa”

(El Nuevo Día/ marzo 8 de 2013)

“Anglo Gold se pronuncia ante intimidaciones de las Farc”

(El Nuevo Día/ noviembre 25 de 2014)

“Minería y agro deben estar juntas”

(El Nuevo Día/ noviembre 21 de 2014)

“Anglo Gold anuncia doloroso plan de recortes en Cajamarca”

(El Nuevo Día/ enero 2015)

“Anglo Gold comenzará la extracción en 2021”

(El Nuevo Día/ 3 diciembre 2015)

“Otorgan a Anglogold la primera licencia ambiental para explotación minera”

(El Nuevo Día/ 1 diciembre de 2015)

“Certifican a La Colosa en gestión ambiental”

(El Nuevo Día/ marzo 18 de 2016)

“Los concejales que le están sacando el cuerpo a la consulta minera”

(febrero 11 de 2016)

“Anglo Gold Ashanti quiere asegurar proyecto La Colosa en el POT de Ibagué”

(El Nuevo Día/ septiembre 13 de 2013)

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En contradicción con los medios nacionales y regionales que son comerciales y hegemónicos desde su composición del capital, el Semanario Voz y Rebelión, (propuestas comunicativas alternativas), construyen un sentido distinto sobre la minería de la Colosa, porque la asocian con una alianza oscura y macabra entre el capital trasnacional y el gobierno colombiano; que a su vez refuerza la cultura del desarraigo y un pseudodesarrollo. El extractivismo aquí es una política que violenta las normas y entrega las riquezas naturales del subsuelo, y posterga la soberanía alimentaria del pueblo colombiano.

De igual forma, La Colosa se asocia con atropellos y abusos militares contra la población residente en el proyecto, además, se simboliza un proceso de estigmatización y criminalización, a los opositores al extractivismo, al punto que se categoriza como guerrilleros a los que piensan distinto al proyecto.

Algunos de los títulos de la prensa regional permiten comprender los sentidos propuestos sobre la minería en La Colosa:

Marcha Carnaval en Tolima contra La Colosa: Solidaridad desde Dublín”

(Semanario Voz/ junio 8 de 2013)

“Asesinado César García, el dirigente campesino que se opuso a mina La Colosa”

(Semanario Voz/ noviembre 3 de 2013)

“El fantasma de las multinacionales y transnacionales en el Tolima (III)”

(Semanario Voz/22 abril 2015)

“La Colosa, la sed del oro”

(Semanario Voz/ 19 noviembre 2015)

“Un plan para destruir páramos”

(Semanario Voz/ 27 febrero 2015)

“Quienes se enfrentan a la Anglogold Ashanti son estigmatizados y perseguidos”

(Semanario Voz/ 12 marzo de 2013)

Conclusiones

El proceso permitió comprender la coexistencia de múltiples construcciones de sentido de los medios colombianos en relación a uno de los proyectos mineros más grandes en América Latina. En términos de Berger y Luckman, frente al extractivismo colombiano, hay una diversidad de realidades que luchan por el significado colectivo; así, conviven la sensación de progreso y desarrollo, con los sentidos de expropiación, desarraigo y estigmatización.

La investigación identificó, que los universos culturales que sustentan los sentidos de La Colosa como un proyecto que genera desarrollo, son propios de representantes de la Multinacional, y de políticos de la región; mientras que, los universos que proponen posiciones contrarias al extractivismo, están cercanas a dirigentes campesinos, líderes sociales y académicos. Tal y como lo ha sugerido Le Breton, las personas que están a favor o en contra de la minería, lo hacen de acuerdo a su ubicación en la sociedad, y a los roles desempeñados; así, para los directivos de la transnacional, impedir el proyecto equivale a un atraso en la región, mientras que, para los campesinos es preservar los recursos naturales para las nuevas generaciones.

Los universos simbólicos identificados en los medios permiten ver una variabilidad histórica como han sugerido Berger y Luckman. Entre 2011 y 2016 fue común que El Nuevo Día, alternara su apoyo y crítica a la multinacional: en ocasiones propuso un sentido asociado al desarrollo mediante la minería, y en otros, terminó apoyando el movimiento de consulta popular para frenar el extractivismo. En todo caso, en los medios nacionales y regionales, es constante la aparición de monopolios simbólicos por parte de la empresa Anglo Gold Ashanti y por ende, aparece el proceso de legitimación cultural formulado por Jorge González, cuando un actor poderoso hace prevalecer su mirada del mundo sobre otros grupos sociales.

Los sentidos construidos por la prensa regional nacional y regional guardan cierta proximidad, toda vez que el proyecto La Colosa, es presentado como un proyecto socialmente responsable, que sin explotar ya le ha dejado recursos a la región. También sugieren que la minería a gran escala puede convivir con el entorno natural, dinamiza la economía del país, y por tanto, es representado como un hecho cumplido, a pesar de las consultas populares.

En contraposición está el panorama narrado por Rebelión y el Semanario Voz, que ven en La Colosa una iniciativa reversible, que altera negativamente un ecosistema catalogado como la despensa agrícola nacional. En igual dirección, estos dos medios asocian el extractivismo planteado en Cajamarca como violador de los derechos humanos, al estigmatizar, perseguir y hasta asesinar a los opositores del megaproyecto.

Referencias

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