[#if IMAGEN??]
    [#if IMAGEN?is_hash]
        [#if IMAGEN.alt??]
            ${IMAGEN.alt}
        [/#if]
    [/#if]
[/#if]
"Hablo de mujeres en plural, porque no somos un grupo homogéneo; por el hecho de ser mujeres, no todas tenemos los mismos intereses, gustos, necesidades, perspectivas, percepciones, capacidades y habilidades. Además, el ser mujer no es lo único constitutivo de nuestra identidad. Hay otros factores que, en intersección con el género, son parte de dicha identidad"

Tejiendo la Red Voces Javerianas

María Adelaida Farah Q.

Profesora titular y Vicerrectora de Extensión y Relaciones Interinstitucionales. Pontificia Universidad Javeriana

Me gusta mucho que en la Javeriana le hayamos puesto el nombre de Red Voces Javerianas, a la estrategia para la promoción de una sana convivencia y la prevención de violencias y discriminaciones en nuestra universidad. Me gusta especialmente por dos cosas. La primera, la idea de red significa tejer conexiones, relacionamientos, puentes, lazos, para trabajar conjuntamente en pro de una Universidad y una sociedad libre de violencias y discriminaciones. El tejido de esta red lo hacemos todas y todos las/os miembros de la comunidad educativa javeriana. Y aquí está el segundo elemento por el cual me gusta el nombre de la estrategia: Voces. Me gusta porque son voces en plural, son las diversas voces javerianas interactuando. Son voces entretejidas en red. Pero las voces no se quedan solo en las palabras, sino que también se concretan en acciones y modos de proceder que deben buscar se inspiradores, formativos, restaurativos y transformadores basados en reflexiones contextualizadas, análisis críticos y evidencias. 

En la red, hay voces y acciones javerianas de mujeres, de hombres y de personas no binarias, transgéneros y otras diversidades. La Red Voces Javerianas es incluyente, como es la universidad. Y hoy, 8 de marzo, día internacional de la mujer, es un muy buen momento para recordar lo importante que es seguir fomentando la participación de las mujeres javerianas en la construcción dinámica de esta red, junto con los hombres y todas las personas diversas de nuestra comunidad universitaria. Hablo de mujeres en plural, porque no somos un grupo homogéneo; por el hecho de ser mujeres, no todas tenemos los mismos intereses, gustos, necesidades, perspectivas, percepciones, capacidades y habilidades. Además, el ser mujer no es lo único constitutivo de nuestra identidad. Hay otros factores que, en intersección con el género, son parte de dicha identidad. Así hay muchas identidades de mujeres dependiendo de etnias, edades, clases económicas y sociales, procedencias y contextos geográficas y culturales, relacionamientos sociales, composiciones y relaciones familiares, momentos históricos, disciplinas, entre otros factores. Las mujeres vamos desarrollando, de manera dinámicas, nuestras identidades, a partir de dichos factores interconectados entre sí. Vale la pena decir que esto mismo sucede con todos los seres humanos. 

La Red Voces Javerianas se va entretejiendo de manera dinámica y persistente a partir de diálogos constructivos y respetuosos entre las diversas personas de la Universidad y también de otras instituciones. Dichos diálogos significan escuchar y ser escuchada/o para construir, madurar e impulsar colectivamente la estrategia Red Voces Javerianas y sus protocolos y herramientas. Seguramente hay diferencias, disensos, desacuerdos, puntos de vista distintos, sobre las violencias y discriminaciones en la universidad y sobre cómo identificarlas, atenderlas y prevenirlas. Pero no por ello, debemos callarnos. Muy por el contrario, hay que hablar sobre ellas, recordando siempre que, por nuestra naturaleza universitaria, y más aún por nuestro ser jesuita, tenemos la responsabilidad y el compromiso de propiciar diálogos entre diversas visiones y perspectivas, que buscan comprender y ver caminos de gestión y solución a los problemas de nuestra sociedad, muchos de los cuales también vivimos en la misma Universidad al ser parte de la sociedad. Fruto de diálogos bien conducidos y con los tiempos necesarios, se puede llegar a consensos sobre estrategias y acciones, que, en este caso, nos permitan, como Javeriana, seguir labrando una universidad libre de violencias y discriminaciones que tenga la capacidad de aprender en el camino y de influir positivamente para que la sociedad colombiana también sea libre de discriminaciones y violencias. 

En la sociedad hay muchos tipos de violencias y discriminaciones (por edad, raza, clase, origen étnico, género, orientación sexual, identidad de género, discapacidad, origen nacional, creencias religiosas, ideas políticas, entre otras, como lo presenta el protocolo PAAOS 2023 de la Javeriana). Uno de estos tipos, que se ha ido haciendo cada vez más visible, es el que se basa en el género, es decir las violencias y discriminaciones que se dan principalmente por la identidad de género de la persona. Esto significa que muchas veces se discrimina y/o se hace daño a una persona o un grupo de personas por ser mujer o por ser hombre o por ser no binario o por ser transgénero u otra identidad de género. La violencia y discriminación puede ser aún mayor si a la identidad de género se le suma otras condiciones de la persona (edad, orientación sexual, etnia, raza, procedencia geográfica, grupo social, actividad laboral, área de conocimiento, condición económica, contextura física, entre otros factores) y del tipo de relación (por ejemplo, estudiante-profesor/a, empleado/a-jefe/a, relación de pareja, padre/madre-hijo/a, suegra/o-yerno/nuera, compañeros/as de estudio o trabajo, etc). 

La perspectiva de género, como enfoque académico y de políticas públicas, es muy importante para entender las realidades y transformaciones de género con perspectiva crítica, histórica y contextualizada, y para, a partir de estas comprensiones, desarrollar estrategias y acciones que busquen las equidades y justicias de género. La perspectiva de género plantea que las relaciones de género son, como todas las relaciones sociales, relaciones de poder, y por tanto, pueden implicar ejercicios negativos del poder que provocan maltratos, conflictos, dominaciones, discriminaciones y violencias; pero también pueden significar ejercicios positivos del poder que conducen a crear nuevas posibilidades y acciones sin dominación y violencia, para gestionar individual o colectivamente problemas, conflictos y retos, y fortalecer la autoestima y el auto-respeto que implica a su vez respeto y aceptación de las otras personas como iguales. 

La perspectiva de género le permite a la Red Voces Javerianas y sus herramientas, invitar y fomentar que, en la construcción conjunta de la Red, se puedan hacer conversaciones abiertas, amplias, participativas, francas, respetuosas y responsables, sobre cómo son, cómo percibimos y cómo vivimos los ejercicios negativos del poder en la sociedad y en la universidad, y sobre cómo generar y construir, colectivamente, relaciones en las que los poderes y empoderamientos sean para la solidaridad, la equidad y justicia, y no para las violencias y las discriminaciones. 

Una responsabilidad que tenemos en la Javeriana es seguir haciendo esfuerzos persistentes, consistentes y rigurosos en pro de una universidad y una sociedad libre de violencias y discriminaciones que es una característica de una universidad y una sociedad justas y equitativas. Esto significa hacer acciones explícitas para incentivar, generar y liderar transformaciones contextualizadas y sostenibles en el tiempo que rompan estereotipos dañinos de todo tipo, incluyendo los de género, y promuevan las diversidades, equidades y justicias en las estructuras, tomas de decisiones, formas de proceder, procesos académicos y administrativos en la universidad y que trasciendan hacia la sociedad. Lograr el propósito de que la Javeriana y la sociedad sean libres de violencias y discriminaciones, no es llegar a un resultado estático y absoluto. Claramente las relaciones sociales son dinámicas y contextualizadas. Por ello, la estrategia Red Voces Javerianas y sus protocolos y herramientas pueden dar cuenta de estas características y, por tanto, su implementación implica sistematizar, evaluar críticamente, aprender y hacer ajustes con base en evidencias, teniendo siempre claro el propósito mayor de justicia social y dignidad humana. 

Esto significa cuidar todas nuestras relaciones, estar muy atentos a no discriminar y no violentar en nuestro día a día, y si lo hacemos, cómo lo reconocemos, qué aprendemos, cómo buscamos restaurar el daño y cómo nos transformamos. Esto, en últimas, es cuidar la vida colectiva e individual, es cuidar las vidas entretejidas, es cuidar el tejido de nuestras vidas. Al hablar de cuidado, muchas veces se cree que es un asunto exclusivamente de mujeres o un asunto femenino. Pero no es así, esto es un asunto de todas y todos como sociedad y, en nuestro caso particular, como comunidad universitaria. Todas las personas tenemos la responsabilidad y el derecho de cuidar, de cuidarnos, de cuidar nuestras relaciones. Los actos individuales y colectivos de cuidado surgen, en buena medida, de conversaciones abiertas y plurales sobre el cuidado de la vida y sobre lo que, hoy en día, violenta y discrimina en la sociedad y la universidad, Por ello mi invitación hoy a toda la Comunidad Universitaria Javeriana es a seguir tejiendo de manera colectiva la Red Voces Javerianas.