Ella, ha vivido desconectada e insensibilizando emociones sin saberlo. Ha 

vivido con miedo al rechazo y al juicio y sin saberlo ella era la que más se 

juzga y se rechaza. Se ha engañado a si misma pensando que lo que hace no 

tiene efecto en otras personas y se ahoga en el mar de sus pensamientos. 

Un llamado que surge desde las profundidades, del territorio vivo y 

cambiante del soma donde su mente viajera dialoga con su cuerpo, sus 

cualidades de movimiento, sus historias, tensiones y hábitos. Un dialogo que 

coloca a la vulnerabilidad como habilidad. Este aspecto del ser humano que  

ha evitado e insensibilizado, debido a la estrecha relación que le dio con la 

vergüenza y el miedo. 

Vulnera-habilidad, es una parte de ese dialogo cuerpo/mente que se cuenta con 

el lenguaje de la danza. Donde se comparte cómo fue ese despertar, aquel 

que le permitió re-conectar con su ser vulnerable, con esa niña que 

desaprende y aprende amando sus imperfecciones. Con ese territorio, que al 

conectarse, crea un lenguaje infinito.