
De tres canciones populares brasileñas nacen las tres historias de Un día oí la luna. Estas tres historias nos invitan a trasladarnos en el tiempo, a recrear los lugares, a encarnar a las víctimas y a los personajes que fueron testigos de estos infortunados eventos y que nos cuenten en voz propia cómo recuerdan estos sucesos para no dejar atrás ningún detalle. A lo largo de estas narraciones evidenciamos cómo el amor y la muerte están directamente relacionados.