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No Hay Palabras…

Cuando encuentras tu propia lucha, quieres gritar, andar, correr, alcanzar. A veces no alcanzan las palabras, tus palabras. Solo queda batallar en el silencio, mientras todo pasa adentro y nada afuera. Creamos nuestros propios caminos entre la lucha cotidiana y el deseo de gritarle al mundo, esas palabras que no sé…. No hay palabras.   


Es el vientre mi primer momento de lucha, 

mi primer segundo de revolución.  

Y en forma de llanto, grito  

“libertad, libertad, libertad” 

 

Trato de recordar ese momento de autenticidad  

y a veces, trato de replicarlo. 

¿Replicarlo? 

Busco mi punto de anclaje,  

por esta lucha 

que es mía 

y de todos. 

Colaboración 

Santiago Otálora 

Valentina Infante 

Juan Felipe Bejarano