julio 2011 | Edición N°: año 50 No. 1269
Por: Daniel Garrido | Periodista de la Oficina de Comunicación de la PU



En Puebla (México) se realizó del 2 al 20 de julio el décimo Taller Internacional de Vivienda Popular, organizado por la Pontificia Universidad Javeriana, con la participación de estudiantes de Colombia, México y Guatemala.

“Siempre es un choque cultural ver que existen otras formas de pensar y de hacer, pero es un ejercicio creativo muy grande poder reconocer y encontrar otros caminos para llegar a los mismos objetivos”. Con estas palabras de Camilo Sandoval, estudiante de décimo semestre de Diseño Industrial de la Javeriana, se puede resumir la esencia del Taller Internacional de Vivienda Popular. Camilo hace parte de los estudiantes de universidades de Colombia, México y Guatemala, que participaron en la décima versión del Taller Internacional de Vivienda, desarrollado del 2 al 20 de julio en Puebla (México). En esta ocasión, los estudiantes y docentes de las universidades Javeriana de Bogotá, Rafael Landivar de Guatemala e Iberoamericana de México, como anfitriones, debían proponer, desde la arquitectura y el diseño, soluciones de vivienda para la población indígena de la localidad de Tlaxcala. Allí, en un ejido tradicional, viven alrededor de 30 familias que se verán beneficiadas con los proyectos planteados por los estudiantes en estas dos semanas de trabajo. “Nuestro objetivo como equipo es mejorar la calidad de vida de la población a través de la arquitectura sostenible. Es decir el aprovechamiento sustentable de todos los recursos naturales del área”, asegura María de los Ángeles Álvarez Medrano, estudiante de arquitectura de la Universidad Rafael Landivar de Guatemala, quien además, junto a su grupo, propone construir un centro socio cultural. Entre los equipos conformados por cinco o seis estudiantes de diferentes nacionalidades, surgieron proyectos como la construcción de un centro de salud, de senderos, de cabañas turísticas, y la utilización de la tierra para proyectos agrícolas autosostenibles. Sin embargo, la comunidad indígena de Tlaxcala no ha sido la única beneficiada en el Taller Internacional de Vivienda. Durante diez años, el arquitecto Alfonso Solano, de la Pontificia Universidad Javeriana, ha liderado un grupo de docentes y estudiantes que han ayudado a comunidades en diez ciudades de cinco países de Latinoamérica. “El propósito del taller era intercambiar experiencias académicas, pedagógicas e investigativas de vida sobre un tema común a todos nuestros países, como es la vivienda popular, que en toda Latinoamérica es un tema de alta sensibilidad y, además, es un tema que se trabaja en todas las facultades de arquitectura, de alguna forma, en nuestro continente”, recuerda Alfonso Solano cuando hace diez años se creó el Taller de Vivienda Popular en una de sus visitas a la Universidad Iberoamericana de México.

Desde entonces, cada año se ha abordado un tema diferente que responda a las particularidades de la ciudad donde se realice el taller y de la población a la que van a ayudar, siempre en el entorno de la vivienda popular. En estos diez años se han realizado proyectos de renovación urbana; de la vivienda popular con relación al turismo; de las viviendas en centros históricos; la vivienda en un entorno de erupciones volcánicas; las viviendas de invasión en terrenos con riesgo de inundaciones, y las viviendas en un entorno rural, entre otros temas. “La experiencia de encontrarse con una realidad, con un país y un continente real, no teórico, sino con personas de carne y hueso, es lo que le deja a los estudiantes un aprendizaje muy importante, en términos académicos y profesionales, pero, sobre todo, una experiencia de vida y de formación muy importante”, afirma Alfonso Solano. La dinámica de trabajo de los talleres internacionales también permite hacer una reflexión sobre la forma de desarrollar proyectos a lo largo de un semestre en la universidad, ya que en tan solo un lapso de dos semanas de trabajo intensivo, los estudiantes plantean un proyecto y en ocasiones lo ejecutan, lo que les permite dejar resultados visibles y concretos para la comunidad. Y aunque no siempre es fácil trabajar entre personas que se acaban de conocer, y son de países distintos, los resultados siempre han sido positivos.

“Las discusiones durante estos diez años han sido muy interesantes porque, precisamente, las diferencias son las que nos hacen crecer en este taller. Trabajamos sobre un tema común, pero con maneras muy diferentes de abordarlo, tratando de encontrar consensos y uniones a partir de la diferencia, no tratando de igualarse, sino encontrando los potenciales de cada una de las maneras de ser y de hacer diferentes de cada país y de cada escuela”, rescata Alfonso Solano como lo más valioso para los estudiantes participantes. Una de las experiencias más valiosas, en cuanto a construir a partir de la diferencia, fue cuando se realizó el taller con estudiantes cubanos, quienes tienen una realidad social y económica radicalmente diferente a la de los otros estudiantes. Allí se intervinieron solares, mansiones de la antigua Habana, que desde hace varios años son habitadas por hasta once familias en condiciones sanitarias indeseables. El trabajo consistió principalmente en mejorar sus condiciones de vida cotidiana. Durante esta década, más de 600 estudiantes han participado del Taller Internacional de Vivienda Popular, donde comparten experiencias, conocimiento y, sobre todo, su cultura con colegas, que a lo largo de los años se convierten en grandes amigos. La décimo primera versión del taller está pensada para realizarse en el Amazonas colombiano en el año 2012, y a partir de ese año el taller cambiará su nombre a Taller Internacional de Hábitat, para reflejar de una manera más fiel el trabajo interdisciplinario e integral que se realiza en todo el entorno de la población y no únicamente en su vivienda.