marzo 2017 | Edición N°: año 56, nro. 1325
Por: Hoy en La Javeriana | Pontificia Universidad Javeriana



Recientemente dimos un importante paso en el proceso de planeación universitaria que de manera participativa hemos venido desarrollando desde hace dos años, a partir de la Visión de la Universidad con horizonte del año 2021, adoptada por el Consejo Directivo Universitario. Con base en un modelo dinámico, que durante este periodo se ha ido ajustando y perfilando, cada vez con mayor precisión, hemos concretado las opciones sobre los cambios estratégicos que a nivel institucional vamos a realizar en el futuro inmediato. En este contexto, es indispensable pensar “en clave de Universidad”, levantar la mirada más allá del ámbito particular de nuestras responsabilidades e intereses cercanos, de logros personales, recordando que la Javeriana como institución tiene un gran objetivo, “servir a la comunidad humana… procurando la instauración de una sociedad más civilizada, más culta y más justa, inspirada por los valores que proclama el Evangelio” (Estatutos n.6). Este ideal que a todos nos convoca y reúne, lo hacemos realidad de muy diversas maneras, dentro de un auténtico espíritu corporativo. Por esta razón, a cada uno le importa, no solamente lo que hace y la unidad en la cual trabaja, sino también lo que hacen los otros y el desarrollo de las demás unidades. Se trata de mirar la Javeriana como un todo, una institución, más allá de periodos cortos de tiempo y de la simple sumatoria de quehaceres particulares. Sin duda alguna, las posibilidades son inmensas y siempre existe el riesgo de dispersarnos en numerosos frentes. Para evitar que esto suceda, nos hemos empeñado en focalizar nuestra mirada y definir prioridades, lo cual implica renuncias, y concentrar recursos para asegurar el logro de esas metas grandes y ambiciosas, que nos desafían, consignadas en las cuatro megas que dieron origen a los seis programas de la planeación universitaria. Estos son: fortalecimiento de la comunidad educativa; reconciliación para la construcción de paz; impacto en la transformación social; ecología integral; cultura de la excelencia; y buen gobierno. Hace pocos días concluimos el trabajo que nos permitió delimitar mejor lo que al respecto haremos de aquí al 2021 y que se puede apreciar en quince iniciativas particulares que se ejecutarán mediante actividades concretas, ajustadas a cronogramas y presupuestos específicos, y con recursos de inversión asignados especialmente con ese fin. Cada programa se realizará, por una parte, mediante Proyectos de Planeación Universitaria, PPU, denominación que nos permitirá identificarlos claramente; y por otra, mediante ‘contribuciones’ a cargo de las Facultades, las Vicerrectorías o la Rectoría, que son las unidades particulares que conforman el cuerpo institucional. De esta forma, buscamos focalizar y concentrar esfuerzos para lograr las transformaciones estratégicas de la Universidad. Ahora bien, no podemos olvidar que la planeación universitaria también se lleva a cabo en otro nivel. El desarrollo ordinario de nuestras actividades, de acuerdo con la arquitectura organizacional de la Javeriana, nos exige igualmente un ejercicio de planeación que corresponde a lo que hemos denominado ‘gestión planificada’. Esta labor está orientada principalmente a garantizar el cabal cumplimiento de nuestra oferta de programas de pregrado y posgrado, así como también del aporte que nos corresponde hacer al desarrollo de la ciencia, la tecnología y la cultura, de acuerdo con la naturaleza propia de un centro de Educación Superior; todo lo anterior con una eficiente gestión administrativa y en un medio universitario que promueve la formación integral de todos los miembros de la Comunidad Educativa. El país sabe lo que la Javeriana le ofrece, lo que en nosotros encuentra, y siempre estamos atentos a que la respuesta de nuestra Universidad tenga el sello de excelencia. Como puede apreciarse, este es el camino que hemos escogido para el desarrollo institucional en el futuro inmediato y el fortalecimiento de una cultura de la acción planificada, apoyada en presupuestos y medidas de desempeño que nos permiten definir metas, hacer seguimiento y evaluar logros. Se trata de un proceso serio y cuidadoso, de opciones y apuestas, planteadas con responsabilidad en un marco de optimismo y esperanza. Ha habido momentos para soñar y dar rienda suelta a la creatividad, para analizar lo sucedido en el pasado, reflexionar al respecto, evaluar logros y aprender de la experiencia. Ha habido también momentos para tomar decisiones y entrar en la ejecución de lo planeado. ¡Ese es el desafío de la hora presente! .