Colombia y los Papas
Con la visita del papa Francisco será la tercera vez que un sucesor de Pedro pisa suelo colombiano. Lo antecedieron el papa Pablo VI en 1968 y Juan Pablo II en 1986. Al igual que en esta ocasión, los años anteriores el país se movilizó para recibir al máximo jerarca de la Iglesia Católica en medio de contextos políticos e históricos de gran trascendencia. Cuando Pablo VI llegó a Bogotá el 22 de agosto de 1968, hacía dos años había muerto el sacerdote Camilo Torres con un viejo fusil en la mano, y estaban surgiendo con más fuerza los grupos armados ilegales como las FARC, el ELN y el EPL. El presidente de Colombia, Carlos Lleras Restrepo, y el alcalde de Bogotá, Virgilio Barco Vargas, recibieron al Obispo de Roma en el aeropuerto El Dorado para una visita que duró tres días. En Bogotá el papa Pablo VI presidió la ceremonia de ordenaciones sacerdotales, unió en matrimonio a 27 parejas, visitó el barrio Venecia, al sur de la ciudad, e inauguró la II Conferencia general del episcopado latinoamericano y en Mosquera se reunió con campesinos de la población. El mensaje que en esa ocasión dejó al país el Papa número 262 fue: “Es urgente reconstruir y hacer más próspera y más justa vuestra nación”. Para julio de 1986 los colombianos tenían en su corazón y su mente el dolor y las imágenes frescas de la toma del Palacio de Justicia ocurrido el 6 de noviembre de 1985 a manos de la guerrilla del M-19; y la avalancha producida por la explosión del volcán Nevado del Ruiz que sepultó a Armero (Tolima) el 13 de noviembre del mismo año. Ante este escenario la visita del papa Juan Pablo II del 1 al 7 de julio de 1986, llenó de júbilo y esperanza al país. Lo recibieron el presidente de Colombia, Belisario Betancur, y el alcalde de Bogotá, Rafael de Zubiría. Fueron “los siete días blancos”, como se denominó su paso por la nación, en los que visitó diez ciudades: Bogotá, Chiquinquirá, Cali, Popayán, Tumaco, Medellín, Bucaramanga, Cartagena, Barranquilla y Armero. Durante su viaje, San Juan Pablo II hizo referencia a una paz que debería tener como centro al hombre y su dignidad, encarnada en la misericordia, soportada en las víctimas, respetadas y valoradas. Ahora, entre el 6 y 10 de septiembre de 2017 Colombia recibirá la visita apostólica de Francisco, cuya invitación, “demos el primer paso”, se da en el contexto de la firma e implementación del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, luego de más de 50 años de violencia.