“El rol del profesor es ayudar a pensar”
Entrevista con Francisco González Ladrón de Guevara
Uno de los 37 javerianos que orgullosamente recibieron el pasado 30 de octubre la Divisa de Honor Dorada por cumplir 25 o más años de vinculación con la Pontificia Universidad Javeriana, fue el profesor Francisco González Ladrón de Guevara.
Desde que estaba terminando sus estudios de Antropología en la Universidad Nacional, en 1980, ingresó a la Javeriana y no ha dejado de ejercer dos funciones que lo apasionan y que se complementan: la investigación y la docencia.
Además de ser antropólogo es Magíster en Filosofía, Magíster en Geografía Humana y Economista, pero sobre todo una persona que está en constante investigación sobre la relación entre ecosistema y cultura.
¿Cómo llegó a la Universidad Javeriana?
Yo llegué en 1980 cuando estaba recién terminando mi carrera de Antropología en la Universidad Nacional. Y llegué porque en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas existía un programa de investigación en desarrollo rural, que manejaban Ricardo Dávila, León Zamosc y Pierre Raymond. Ricardo, que era el director del programa, me llamó para que lo acompañara en un proceso de evaluación de unos proyectos de Desarrollo Rural que realizaba la Pastoral Social de Santander en San Gil.
Empecé como investigador por contrato de prestación de servicios.
¿Y cuándo se vinculó formalmente como profesor?
En 1986 la Universidad me hizo mi primer contrato como profesor de planta. En ese entonces la Javeriana estaba básicamente centrada en la docencia, la investigación era muy poca. El programa que dirigía Ricardo Dávila era especial, porque hacía consultorías externas y hacía investigación en temas de desarrollo rural, lo cual era novedoso en esa época. Por ahí inicié.
¿Cómo fue su primera experiencia docente?
Con la experiencia en investigación y con los trabajos que hacíamos, generamos unos contenidos docentes académicos,
primero en un seminario que llamamos Seminario de Agroindustria y Economía y Rural, que se dictaba en la Carrera de Economía, y por ahí pasamos varias personas. Yo pronto me interesé por el tema ambiental y a través de los cursos de Educación Continua, creamos un curso que se llamaba Problemática Ambiental y Ecodesarrollo, abierto al público; en ese momento el tema ambiental estaba empezando a moverse. Y en ese curso nos estrenamos muchísimos como profesores en el tema ambiental. Estaban Juan Camilo Cárdenas, Luis Guillermo Baptiste… personas que hoy en día son bastante importantes en ese campo. Yo, con la irresponsabilidad propia de la juventud, trataba en el curso todo tipo de temas: la evolución de la
tierra, el desarrollo social, los problemas sociales, antropológicos, económicos y políticos. Con una pretensión de mirar de
una manera integral todos los procesos.
El profesor Francisco González Ladrón de Guevara se vinculó a la Pontificia Universidad Javeriana en 1980.
¿Ese fue el germen de la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales?
No, ese fue el germen del Instituto de Estudios Ambientales, que tenía como objetivo tratar de construir un conocimiento
nuevo, interdisciplinario, que nos permitiera entender la problemática ambiental y transformar la realidad, vinculándonos con procesos de realidad social, con organizaciones campesinas, indígenas, con entidades públicas, privadas… al calor de resolver problemas en el campo ambiental. Eso nos llevó a ejecutar muchos convenios de cooperación técnico científica, proyectos de
consultoría, proyectos de investigación, inclusive proyectos con fondos internacionales de la Unión Europea, la OEA…
Era investigador y profesor. Nunca he dejado hasta hoy de dictar clases ni he dejado de tener siempre un trabajo de investigación.
Y además ha cumplido labores administrativas.
Fui víctima de mi propio invento, porque dadas esas condiciones me nombraron Director del Instituto de Estudios Ambientales y terminé de administrativo también. Trabajé como Director hasta 1997, cuando se creó la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales y se fusionaron los institutos de Estudios Ambientales y de Desarrollo Rural, que fueron la base del personal de planta
de los departamentos de la Facultad. En ese momento fui nombrado Decano de la Facultad hasta 2006 y luego volví a ser Director del Instituto de Estudios Ambientales hasta hoy.
¿Desde su punto de vista para ser un buen docente es necesario ser un buen investigador?
Para mí esa es la esencia de la Universidad, el trabajo de uno como profesor y como investigador no pueden separarse
de la construcción de conocimiento y a su vez no pueden separarse de las implicaciones y acciones que realicemos
para transformar la realidad social.
Francis Bacon plantea que la ciencia no tiene sentido si no es para transformar la realidad, para eso trabajamos, para que el nuevo conocimiento mejore la calidad de vida humana y nos garantice la permanencia en el tiempo y en el espacio en el planeta en condiciones de equidad con todas las especies y con la naturaleza.
¿Cómo se define como profesor? ¿Qué lo caracteriza como docente en la interacción con los estudiantes?
Yo trato de darles a los estudiantes elementos generados en la experiencia y en el conocimiento que uno adquiere, pero también lo fundamental para mí en la docencia actual, en un mundo donde a través de Internet tenemos muchísima información y mucha accesibilidad a la información, el rol del profesor no es contarles cosas a los estudiantes que pueden encontrar en Internet sino ayudarles a pensar, a construir unos instrumentos de conocimiento, que les permitan hacer un uso adecuado de toda esa información que tienen. Ya el profesor no es como el antiguo, que leía un artículo de una revista alemana y lo contaba en la clase. Lo que uno tiene que hacer ahora es reflexionar con los estudiantes y generar las condiciones para que ellos puedan
aprovechar la información que está disponible en todas partes.
¿Cómo prepara sus clases?
Mi metodología es leer libros, tratar de enterarme de lo último que va saliendo. El curso que dicto en la Maestría de Estudios Ambientales se llama Problemática Ambiental Ecosistema y Cultura, y lo que busco es darles a los estudiantes una estructura de conocimiento básica y abrirles más puertas con unos trabajos que hacen a partir de la lectura de ciertos libros, para que entren
en el tema y vayan desarrollando su capacidad de construcción mental y de reflexión, que es lo más importante.
Yo manejo diferentes métodos, a veces pongo películas, tengo una presentación de Power Point, a veces hago cátedra
magistral, a veces ellos presentan un trabajo que han hecho. La idea es que la clase tenga diferentes técnicas, porque un profesor hablando todo el tiempo es terrible, pero un profesor que no hable es peor