Homenaje al P. Manuel Briceño Jáuregui, S.J.
El pasado 12 de julio tuvo lugar en el auditorio Jaime Hoyos, S.J., el acto convocado por el Rector de la Universidad, P. Jorge Humberto Peláez, S.J., para conmemorar esta importante efeméride. La ceremonia se inició con la intervención del Padre Rector quien, haciendo referencia a un aparte de la letra del Himno de la Javeriana, hizo notar que con este “homenaje del bronce” se quería celebrar “las hazañas y el nombre” de Manuel Briceño Jáuregui, también la gloria de un jesuita que hizo honor a esa “preclara estirpe de Javier”. A continuación, procedió a descubrir la obra escultórica realizada por el Maestro Alejandro Hernández, en la cual, como lo señaló el Padre Peláez, “a partir de hoy, podremos encontrarnos de nuevo con esa figura inconfundible que durante tantos años estuvo en medio de nosotros, enseñándonos ejemplarmente, con sus obras, lo que significa amar y servir”. Luego advirtió cómo al contemplar nuevamente el rostro del Padre Briceño, “aflora el recuerdo de su serenidad, lo mismo que de su sencillez y también de su jovialidad, rasgos que se hacen esenciales a la hora de trazar el perfil de este buen ser humano que a todos contagiaba con su alegría de vivir”. En su discurso, el Padre Rector destacó tres aspectos particulares en la vida del Padre Briceño: el humanismo, los afectos y la humildad, resaltando que “nunca la arrogancia, tampoco la soberbia, acogidas con tanta frecuencia por doctos y dignatarios, nunca encontraron espacio en sus palabras o sus gestos. Procuró siempre tener ese ‘corazón manso y humilde’ del Maestro, que es el timbre indiscutible de la sabiduría”. Finalizada la intervención del Padre Rector, hicieron uso de la palabra tres invitados especiales: el Profesor Jaime Escobar y los padres jesuitas Rodolfo Eduardo De Roux y Fernán González.
Mirabilis Homo
Con el título “Mirabilis Homo. Manuel Briceño Jáuregui, S.J.”, presentó su texto el Profesor Escobar, en el cual, tal como él mismo lo advirtió, “intentó resumir la polifacética vida de este personaje”. Antes de entrar en materia, hizo la siguiente anotación: “distribuyo mi exposición en concordancia con el parecer del Instituto Caro y Cuervo según publicación oficial en Thesaurus pues cuando Briceño fue promovido a la Subdirección de la Academia Colombiana de la Lengua, lo calificó como “Escritor, Ensayista, Historiador, Poeta, Hagiógrafo, Crítico”. Añado de mi cosecha los títulos de “Traductor, Filólogo e Intérprete Oral de Literatura Dramática”. En seguida hizo una breve exposición de cada uno de estos aspectos. A la pregunta “¿Qué temas trabajó Briceño?”, el Profesor Escobar respondió así: “¡Todos! ¿Todos? ¡Sí! ¡Todos!”, para concluir que fue un “escritor infatigable”.
Estampas pueblerinas
El Padre De Roux, Profesor Emérito y Miembro de la Academia Colombiana de la Lengua, en su discurso hizo un conmovedor análisis del libro Estampas Pueblerinas. Al comenzar, anotó lo siguiente: “Me refiero aquí tan solo a ese conjunto de poemas, cronológicamente bien delimitado, que se identifica con sus 14 años (1954-1968) de docencia en clásicos griegos y latinos a los jóvenes jesuítas, en Santa Rosa de Viterbo; al paso que ejercía su apostolado sacerdotal por las veredas y pueblos circundantes de Cuche y La Planta, Tobacía y Floresta, Cerinza y Busbanzá”. Y luego concluyó: “En efecto, creo encontrar allí no solo la inspiración y el nacimiento de esta obra costumbrista de Manuel Briceño, sino también la creación de un género poético excepcional en nuestra literatura, como es un costumbrismo campesino, con aliento de copla boyacense, engastado en la estructura poética más clásica de nuestro idioma, como es el soneto”.
Contribuciones a la historia
Por su parte, el Padre González, Miembro de la Academia Colombiana de Historia, se refirió de manera particular a la labor del Padre Briceño en la formación humanística de los jesuitas, quien en sus clases les “mostraba, tal vez sin pretenderlo de manera explícita, los problemas políticos y sociales de una época… y los acercaba al mundo de la Grecia antigua, mostrándoles los contextos de las obras clásicas ilustrados con una selecta antología de los textos más representativos”. Luego se refirió a sus “múltiples intervenciones” en la Academia de Historia, y destacó “sus discursos de posesión, primero como miembro correspondiente, el 6 de noviembre de 1984, y luego como miembro de número, el 7 de abril de 1989, que representan dos estilos diferentes de aproximarse a los acontecimientos”. Al final, recordó “la visión histórica del P. Briceño sobre algunas obras de la provincia, como la misión del río Magdalena y la fundación del Círculo de Obreros y la Caja Social de ahorros del P. Campoamor”.
Exposición, publicaciones, monumento
Con motivo de este aniversario, el Archivo Histórico Javeriano “Juan Manuel Pacheco, S.J.” preparó una serie de afiches que se exhibieron en distintos lugares del campus; y formaron parte de la exposición ubicada, primero en el hall del auditorio Jaime Hoyos, S.J., y luego, en el primer piso del edificio Emilio Arango, S.J. También ese día se presentó la edición No. 52 de Orientaciones Universitarias, dedicada al Padre Briceño, la cual incluye una antología de sus textos, una serie de escritos sobre él, una bibliografía briceñiana, lo mismo que una galería fotográfica. De la misma manera, los asistentes al acto recibieron un ejemplar de Documentos Javerianos No. 07, Sin toga ni birrete oxoniense – Manuel Briceño Jáuregui, S.J., publicado por el Archivo Histórico en 2014. En cuanto al bronce con la efigie del Padre Briceño, será ubicado en el pedestal que se levantó en la plazoleta del edificio que lleva su nombre, inaugurado en 2004 y que sirve de sede a las facultades de Ciencias Sociales, de Filosofía y de Psicología. El texto que se grabará en el pedestal, en griego, reza así: ΣΟΦΙΑΝ ΠΕΡΙ ΤΗΣ ΑΡΕΤΗΣ ΤΙΘΗΣΙΝ Η ΕΓΕΝΝΗΣΕΝ ΤΗΝ ΑΝΘΡΩΠΕΙΑΝ; en latín: LAVS IN VIRTVTE POSSITA TVAE SAPIENTIAE IN VNA CONSISTERE HIC EST HVMANITAS TVA; y en español: LA VIRTUD Y EL HUMANISMO EXALTAN TU SABIDURÍA.