IV. Narrativas, lenguajes y discursos

Narrativas contemporáneas, prácticas artísticas y configuración de la subjetividad en jóvenes: la experiencia en la Institución Educativa Nueva Delhi

Giordano Alvarado Silva

Magíster en Educación de la Universidad Pedagógica Nacional. Especialista en Gerencia de Proyectos Educativos Institucionales de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (UDFJC). Licenciado en Lingüística y Literatura de la UDFJC. Docente de planta del área de Humanidades en bachillerato en la Secretaría de Educación Distrital (SED). Líder del proyecto de comunicación y medios escolares ¿Qué tienes en la mente?

Resumen

Este trabajo recoge la experiencia artística y audiovisual de un grupo de jóvenes que participan en el Proyecto de Comunicación Escolar “¿Qué tienes en la mente?”1 , que han encontrado en los medios escolares y en los procesos de creación nuevas maneras de asumir el sentido y su subjetividad. Plantea, además, la idea de dimensionar de otro modo el papel que tiene lo mediático, en busca de experimentar otros sistemas de representación.

Palabras clave: sentido, prácticas artísticas, medios, subjetividad.

Introducción

Los procesos de investigación en el campo educativo han tenido una preeminencia de modelos que a pesar de encontrarse situados en el campo de las ciencias sociales, buscan dar cuenta de fenómenos que no siempre pueden ser entendidos a partir de las lógicas del conocimiento científico.

Bajo este argumento, es importante mencionar inicialmente que este trabajo ha desarrollado además de una propuesta teórica y conceptual que sustenta la experiencia con los estudiantes, una propuesta narrativa que participó en tres convocatorias distritales de producción audio-visual2. Estos dos elementos, la propuesta teórica y la propuesta narrativa, se desarrollaron de manera simultánea y permitieron construir las herramientas conceptuales y metodológicas que exploran las maneras en las que los sujetos asumen el sentido y la subjetividad.

Este ejercicio de investigación-creación, visibiliza lugares y recorridos propios de los procesos creativos en donde es imposible esquematizar o predecir procedimientos; por el contrario, los procesos creativos fluctúan en dinámicas que son aleatorias y que en la mayoría de los casos pertenecen al territorio de lo inesperado. Las prácticas artísticas y los procesos de creación configuran un escenario de sentido que posibilita otros acercamientos a la investigación en comunicación.

Para comenzar, es necesario resaltar el papel que ha tenido el desarrollo de la ciencia y la tecnología en la medida que nos ha permitido conocer el mundo en el que vivimos hoy. Los alcances de estos desarrollos tecnológicos han generado una disponibilidad sin precedentes de formas simbólicas3 que circulan abiertamente por los medios y tienen un papel preponderante en la manera como los sujetos asumen las relaciones con el sentido.

Visibilizar esas maneras en la que hemos llegado a ser nosotros, nos permite pensar que no solo es información lo que transita en los medios, sino sobre todo, esquemas de interacción simbólica que aportan de manera significativa a la constitución de la experiencia de sí de los sujetos. De hecho, estas formas simbólicas configuran unas subjetividades que establecen horizontes de sentido a partir de los elementos que circulan a través de los desarrollos tecnológicos y las industrias culturales.

En efecto, estoy afirmando que gran parte de lo que somos como sujetos hoy, es gracias a que hemos sido insertados en unos esquemas narrativos4 y unas relaciones simbólicas que disminuyen la posibilidad de explorar otros lenguajes donde también es posible construir sentidos del mundo.

Estos esquemas narrativos (Larrosa, 2005), circulan con facilidad y se constituyen como un espacio de elaboración simbólica que establece coordenadas para legitimar discursos, formas de relación o maneras de entender y asumir la subjetividad. La vida social se va tejiendo en esas visiones que a lo largo de la historia han ubicado al sujeto en lenguajes pre-elaborados donde se configura el sentido.

Entonces, pensar el sentido en el que hemos sido nosotros, implica cuestionar la manera en la que hemos sido narrados a partir de discursos como los del éxito o las buenas costumbres, por poner un ejemplo, y comprender cómo hemos sido insertados en unas gramáticas que nos indican la manera de asumir nuestra experiencia en el mundo.

De hecho, asumir que las relaciones de correspondencia que se construyen en el significado son unívocas, es asumir que descansan sobre una gramática que a lo largo de la historia, se ha asumido como la manera en que es posible comprender el mundo. No obstante, tendríamos que decir aquí, que este tipo de relaciones permite comprender un mundo o, mejor dicho, insertar al sujeto en un plano discursivo, donde los límites están dados por la estandarización de los estímulos, las percepciones y las interpretaciones, y donde los sujetos ocupan los lugares que previamente les han sido asignados en calidad de entes subordinados.

Dado lo que significa la propuesta anterior para el sujeto, por cuanto ata su experiencia a una posición dentro del discurso, es fundamental afirmar que el mundo que circula abierta y sutilmente por los medios, no es el único, sino que, existen diversas alternativas en las que es posible construir nuevos sentidos y relaciones en la experiencia de sí.

Delimitar el alcance del saber instrumental como uno entre otros, posibilita el descubrimiento de mundos que se esconden en planos simbólicos desconocidos, planos de referencia que se entrecruzan y se mezclan, y que llenan de sentido la realidad. Nelson Goodman (1976) lo explica de la siguiente manera: “No hablamos ahora de múltiples alternativas posibles a un único mundo real, sino, por el contrario, de múltiples mundos reales” (Goodman, 1976, pág. 19) donde se tejen lenguajes que no pertenecen precisamente al saber instrumental, sino que buscan posicionar nuevas coordenadas para entender el territorio.

En la medida en que los sujetos tienen la posibilidad de asignarle a su experiencia en el mundo nuevas posiciones y lugares heterogéneos en el discurso, es posible configurar otros ordenamientos, que den lugar a nuevas relaciones y posiciones inter-subjetivas.

Por supuesto, el arte se constituye como una de las herramientas más poderosas para experimentar lenguajes que descansan en otros ordenamientos y recorridos simbólicos, donde es posible generar nuevas relaciones de correspondencia con el significado.

Justamente las intensidades sonoras, disposiciones cromáticas o pericias corporales, que se trabajan en el Proyecto de Comunicación, posicionan al sujeto en otras coordenadas y le permiten adentrarse en unas lógicas que guardan sus propias gramáticas, velocidades y ritmos.

Bajo esta perspectiva, es importante resaltar el papel que cumple el arte y los procesos de creación en la elaboración de nuevas relaciones y significados, en la medida en que sus prácticas exploran otros escenarios de producción simbólica. De esta manera, las prácticas artísticas tejen otras alternativas en las que los sujetos simbolizan la realidad, construyen mundos, y crean conceptos5. En última instancia, constituyen nuevas formas de representación que buscan construir un mundo y ponerse en relación a él.

Del arte quiero destacar su carácter dinámico que le apuesta a la exploración de los modos como las sociedades producen el sentido, en tanto que establece una tregua para decidir sobre la vigencia de las formas tradicionales de representar la realidad. Entiendo las prácticas del arte como un ejercicio de implicación simultánea de sensibilidades que busca representar a partir de los cuerpos, las imágenes o los sonidos, mundos que guardan internamente sus propias velocidades y flujos. Por esta razón reafirmo la idea de que “la actividad artística puede ser equiparada a la actividad científica porque produce conocimiento, fabrica imágenes, objetos, e ideas sobre lo real” (Laiglesia, 2008).

Los procesos de creación y las prácticas artísticas participan activamente durante la producción simbólica, formando otras sensibilidades que no son más que un ejercicio que busca “ocupar un lugar en el que se redistribuyen las relaciones entre los cuerpos, las imágenes, los espacios y los tiempos” (Rancière, 2009, pág. 5). En efecto, estoy haciendo referencia a unos escenarios que se constituyen a partir de sus propias maneras de representar el mundo donde proponen una sintaxis interna que les permite asumir nuevos escenarios de significación.

Este proyecto piloto de creación participó en el marco del Proyecto de Educación para la Ciudadanía y la Convivencia (PECC) de la Secretaría de Educación y ha potenciado su fuerza de trabajo gracias a la participación de las convocatorias distritales en producción audiovisual. Este hecho ha dado la posibilidad de que los jóvenes exploren los alcances que tienen sus prácticas en relación a la música, el baile y las propuestas visuales que se trabajan en el colegio, donde los procesos de creación y el interés por los lenguajes artísticos, dan lugar a un ordenamiento estético de sensibilidades y formas que posicionan nuevos acercamientos simbólicos en donde se constituye el sentido.

Bajo este argumento, los procesos de creación, el arte y sus prácticas reorganizan el plano simbólico y los escenarios de posibilidad donde actores y eventos, validan lugares des-organizados del mundo; quisiera decir aquí, proponen la construcción de mundos en lugares inesperados que se rigen bajo sus propias dinámicas y velocidades internas. Las prácticas artísticas “suponen el tenso ejercicio de una actividad que se mantiene en el ámbito de lo que todavía no es, de la posibilidad” (Laiglesia, 2008, pág. 27), en ocasiones, no puede explicar la forma de afrontar la ejecución sin ejecutar la acción. En otras palabras, el artista “hace” inventando al mismo tiempo el “modo de hacer” (Laiglesia, 2008, pág. 29). Y es en este sentido que la ejecución de las prácticas del arte, buscan nuevas maneras de representación que comprometen al sujeto en procesos sociales de construcción de sentido.

Conclusiones

El trabajo desarrollado hasta el momento se ocupa de producir (y analizar) un fragmento de la realidad social; un fragmento en el que circulan y se interrelacionan discursos, lenguajes y visiones de mundo que visibilizan escenarios en los que se configura los procesos de producción de sentido. Las prácticas artísticas, los medios de comunicación escolar y los procesos de creación, visibilizan maneras en las que los sujetos asumen su subjetividad, en tanto que permite un acercamiento con otro tipo de lenguajes y gramáticas que posicionan otros escenarios donde se produce el sentido.

Las manifestaciones estéticas y los lenguajes audio-visuales desarrollados en este trabajo, están vinculados inicialmente a un proceso de creación artística, que en sí mismo le permite al sujeto alejarse o tomar un posicionamiento distinto al de los lenguajes y los discursos que circulan a través de las industrias culturales contemporáneas. La experiencia de creación y circulación abre la posibilidad para que los sujetos encuentren nuevos caminos para narrar su experiencia y asumir su subjetividad; y es en este proceso de creación, realización y producción de elementos sonoros, gráficos o audiovisuales, que los sujetos logran configurar un mundo y ponerse en relación a él. El territorio de la creación es un escenario que permite realizar nuevas interpretaciones de los discursos sociales y desarrollar nuevos acercamientos para entender las dinámicas que se dan en relación a la experiencia que tienen los sujetos con los productos mediáticos contemporáneos.

En efecto, las narraciones de mundo que circulan por las industrias culturales y por los medios de comunicación masiva, dejan ver un fragmento de la realidad social, en el que se establecen y se priorizan ciertas relaciones discursivas que montan la idea de lo subjetivo a partir de visiones y lenguajes homogenizados del mundo. La subjetividad se constituye precisamente en la experiencia que tienen los sujetos en esas relaciones simbólicas que priorizan las industrias culturales contemporáneas. En ese escenario se constituyen formas de ser, de vivir; formas de pensar el mundo y asumir las relaciones con los otros. En contraste, este trabajo enfoca todo su esfuerzo en desarrollar y producir unos lenguajes que den cuenta de gramáticas propias en las que los sujetos construyan la idea de mundo a partir de nuevos acercamientos con las artes audiovisuales, las prácticas artísticas y los medios de comunicación escolar.

Desde esta perspectiva, el Proyecto de Comunicación y Medios Escolares ¿Qué tienes en la mete?6 configura un territorio de subjetivación en el que es posible dar cuenta de un escenario donde la producción de sentido está mediada a partir de la creación de productos simbólicos que circulan en el mundo digital.

Entonces, el sentido se configura en relación a nuevos sistemas de representación, a nuevas formas de interpretar el mundo y, además, a partir de nuevas gramáticas discursivas que se tejen en lo que Eliseo Verón (1993) ha llamado la semiosis social.

En este orden de ideas, el sentido producido, como lo diría Verón (1993) es, en esencia, el punto de partida para analizar las relaciones que producen los sujetos alrededor del arte y la comunicación. Sin embargo, los objetos que interesan al análisis de los discursos no están, en resumen, en los discursos; tampoco están fuera de ellos; están en alguna parte de la “realidad social objetiva”. Son sistemas de relaciones: “sistemas de relaciones que todo producto significante mantiene con sus condiciones de generación por una parte, y con sus efectos por la otra” (Verón, 1993, pág. 128).

La música, el baile, el diseño, los medios de comunicación y las artes audiovisuales son escenarios donde se constituyen unos territorios de subjetivación que buscan conectar la experiencia del mundo a partir de sistemas de relaciones que se tejen desde el posicionamiento de nuevas gramáticas de sentido. Los sujetos tienen la experiencia de construir nuevos significados con las prácticas artísticas y los procesos de creación; y continúan participando de los discursos hegemónicos contemporáneos que circulan en los medios de comunicación masiva. Sin embargo, esta experiencia los posiciona en relación a esos discursos desde otra perspectiva. Los sujetos pueden narrar la experiencia de sí, con otros elementos que complejizan aún más la interpretación de la realidad. Depende del tipo de experiencias y la manera como el sujeto asuma su subjetividad, que podremos inscribir un mundo desde lenguajes y formas de sensibilidad que nos permita entender sus propias velocidades y sus propias maneras de configurar el sentido.

Finalmente este trabajo es el punto para partida de una serie de análisis que buscan también en los lenguajes multimediales y en las narrativas transmedia otros escenarios de relaciones insospechadas entre los procesos de creación, las prácticas artísticas, y los medios de comunicación escolar “Y tú… ¿Qué tienes en la mente?7”.

Referencias

Gallo, S. (2003). Deleuze & a Educaçao. Belo Horizonte: Autentica.

Goodman, N. (1976). Maneras de hacer mundos. Barcelona: Seix Barral.

La iglesia. (2008). Notas para una investigación artística. Pontevedra: Universidad de Vigo, Servicio de publicaciones.

Larrosa, J. (2005). Tecnologías del Yo y Educacion ( notas sobre la construccion y la mediación pedagógica de la experiencia de sí). Buenos Aires: Miño y Dávila Editores.

Rancière, J. (2009). Sobre políticas estéticas. Barcelona: Museo d’Art Contemporani de Barcelona y Servei de Publicacions de la Universitat Autònoma de Barcelona.

Verón, E. (1996). La semiosis social. Barcelona: Gedisa.


1 IED Nueva Delhi, localidad cuarta, San Cristóbal, Bogotá, Colombia.

2 Mi Edu en Serie - Canal Capital (2014), Escuela Transformando Territorios - Señal Colombia (2015) y Proyecto C4 de la Universidad Javeriana (2015). Estos trabajos se han estado recopilando y pueden ser vistos en la pg oficial de Facebook ¿Qué tienes en la mente?

3 Textos escritos, música, películas, fotografías, videos, programas de televisión, videojuegos, software, etc.

4 Larrosa, J. (2005). Tecnologías del Yo y Educación (notas sobre la construcción y la mediación pedagógica de la experiencia de sí). Buenos Aires: Miño y Dávila Editores.

5 En palabras de Gallo (2003), “Un concepto es un dispositivo, una herramienta, algo que es inventado, producido a partir de unas condiciones de posibilidad dadas y que opera en el ámbito mismo de esas condiciones. Un concepto es un dispositivo que hace pensar, que permite, de nuevo, pensar.”(Gallo, 2003, pág. 43). Un concepto es absoluto en relación a sí mismo y es relativo en relación a su contexto (Gallo, 2003) y se incorpora en el plano de inmanencia con la intención de solucionar problemas y fomentar nuevas formas de entender la realidad.

6 https://www.facebook.com/pages/Qu%C3%A9-tienes-en-la-mente/138259053031271?ref=hl

7 Spot Radial 2013. Emisora Dementes Radio. Proyecto de Comunicación y Medios Escolares ¿Qué tienes en la mente?


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