IV. Comunicación organizacional, publicidad y mercadeo

La práctica como experiencia de vida que valora la integridad del ser humano desde su saber hacer

Rosa Clemencia Rojas Garzón

Especialista en Gerencia de Publicidad. Publicista. Docente universitaria. Coordinadora de prácticas del Programa de Publicidad de la Universidad Central.

Luis Alexander Castro Zamudio

Magíster en Educación. Especialista en Comunicación y Educación. Publicista y comunicador social - periodista. Docente investigador en Consumo, Género y Comunicación.

Resumen

La experiencia adquirida por los estudiantes durante sus prácticas profesionales valida las habilidades fortalecidas a lo largo del proceso formativo —habilidades que determinan su saber hacer—, y que les permiten entender las condiciones y expectativas en los diferentes espacios donde estas se pueden llevar a cabo (agencias, centros y organizaciones de comunicación, ONG). Sin embargo, esta experiencia no está completa si no se involucra en la práctica saludable de la reflexión diaria sobre su ejercicio de formación, por medio de acciones de seguimiento y consulta que les proveen los tutores asignados para tal fin.

La socialización de ideas, la confrontación de desafíos y el conocimiento (no solo en el área propia de su saber, sino de su entorno en general), le permiten al practicante retroalimentarse con las diversas dinámicas que enriquecerán el producto final de sus acciones y las decisiones tomadas en su saber hacer, lo cual es, finalmente, lo que se espera en su desempeño como profesional.

Palabras clave: práctica, practicante, profesional, competencias, social.

Preguntas orientadoras:

¿Qué insumos se tienen para capitalizar el proceso de prácticas del Programa de Publicidad, que permita una reflexión crítica desde la responsabilidad del sistema publicitario en la participación del trabajo a partir de la dimensión humana?

¿Qué aporte puede brindar, desde lo ético, social, y profesional, los diferentes Centros de Practicas, teniendo en cuenta las condiciones de mercado y globalización que orientan las decisiones del presente, para re-significar los diferentes procesos que se realizan en la coordinación de prácticas del programa?

Objetivo: Iniciar una reflexión crítica desde la responsabilidad del sistema publicitario en la participación del trabajo a partir de la dimensión humana, que desde lo profesional, ético y social, incide en la experiencia de los/las estudiantes; teniendo en cuenta las condiciones de mercado y globalización que orientan las decisiones del presente.

Avance de Capítulo

“El papel que cumplen las organizaciones en la formación de la responsabilidad social en el practicante”

Un trabajo que desarrollan los programas profesionales de la mayoría de disciplinas está relacionado con las relaciones públicas que se establecen con las organizaciones del sector, para vincular a sus futuros profesionales en lo que se denomina “la Práctica Profesional”; esta actividad puede ser mirada como las acciones que el programa a través de un encargado desarrolla con miras a que en cumplimiento de las exigencias del currículo, los/las estudiantes próximos a graduarse, se desempeñen en una organización por un periodo de tiempo establecido con la universidad poniendo en práctica su saber hacer y ser evaluado por ello.

Sin embargo esta actividad al correr de los años se ha ampliado, su estructura ha tomado un contenido complejo que va más allá de las relaciones públicas; requiere de un equipo de trabajo que asuma la responsabilidad de saber involucrar a los/las jóvenes al mundo profesional de acuerdo a las condiciones del presente y las posibilidades que se presenta a futuro de acuerdo a las transformaciones y desafíos en gestión de producción y trabajo.

La universidad en general, no puede dejar de participar y reflexionar acerca de las transformaciones y procesos que se avistan en materia de sociedades y economías, de la mano con los actores del sector productivo, más en las condiciones presentes como lo menciona la OIT:

La magnitud y complejidad de los cambios que enfrentan nuestras sociedades y economías, colocan a los países de América Latina y el Caribe frente a desafíos que se superponen a transformaciones históricas aún no resueltas. La antigua, pero vigente aspiración de colocar la formación al alcance de todos en forma y contenidos adecuados y pertinentes, en el momento oportuno y en condiciones de promoción de la equidad social, convive con la exigencia cada vez mayor de adaptar las formas de organización y gestión de la producción y el trabajo, a las nuevas tecnologías, condiciones del mercado de trabajo y relaciones laborales.

Lo anterior condiciona la responsabilidad entre la academia, el sector productivo y el Estado; frente a las condiciones de pensar una práctica que cumpla con las competencias laborales esperadas y que responda dignamente a las aspiraciones y expectativas de los y las jóvenes próximos a recibirse como profesionales.

En Colombia existen algunas mesas sectoriales que abordan estas temáticas y discuten con el sector productivo; ponen en común políticas, y el estado de las condiciones profesionales del sector; lo relacionado a educación – formación – competencias.

Hace cuatro años se pusieron en consideración cinco puntos que convocan a la reflexión entre academia y el sector productivo:

Los representantes de los gobiernos, los empleadores y los trabajadores de los 185 Estados Miembros de la OIT presentes en la reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) de junio de 2012 identificaron cinco áreas clave de política adaptables a las circunstancias nacionales y locales, que figuran en la Resolución “La crisis del empleo juvenil: Un llamado a la acción”.1Las áreas de política incluyen:

  1. Políticas económicas y de empleo que refuercen la demanda agregada y mejoren el acceso a la financiación;
  2. Educación y formación que faciliten la transición de la escuela al trabajo y supongan un freno contra el desajuste de las competencias;
  3. Políticas de mercado de trabajo orientadas a promover el empleo de los jóvenes más desfavorecidos;
  4. Iniciativa empresarial y empleo por cuenta propia para ayudar a los jóvenes aspirantes a empresarios, y
  5. Derechos laborales basados en las normas internacionales del trabajo para velar por que los jóvenes disfruten de igualdad de trato”.

Es importante desde los diferentes programas universitarios, hacer observación acerca de las condiciones en doble vía (Universidad – Organización) que se deben dar y complementar en un dialogo constante que retroalimente el valor que implica una práctica profesional, en la cual los componentes de ética, confidencialidad y responsabilidad deban ser promulgados y testimoniados, para fortalecer la calidad profesional, humana y social de los futuros profesionales; dada la necesidad y urgencia que los diferentes cargos en los sectores productivos tienen actualmente para evidenciar desempeños y competencias dentro de un marco moral, y lograr hacer gestión en la función social que cumple cada cual para corresponder al propósito de la educación superior, la concatenación entre el individuo social y el individuo laboral.

Esto es en palabras de Maturana:

debe haber una intervención de la formación para acercar el hacer y el ser a la realidad actual y sobre todo en las dimensiones sociales de cada uno. Es por esto que la educación es un proceso de transformación en la convivencia, en lo humano, en la aceptación y en la conciencia social del otro (Maturana, 1997, 119).

Este imperativo no llega a buen término sin la participación de los sectores productivos, a partir del único espacio de realización, experiencia, autoevaluación - frente a capacidades, habilidades, competencias del saber hacer y saber ser, la práctica profesional.

Si bien la parte estructurante de la academia, como parte de su función; es enseñar (guiar) a los y las estudiantes a desarrollar estrategias para obtener beneficios y ganancias; a administrar, y gestionar recurso humano, intelectual, creativo con eficacia y eficiencia; haciendo énfasis en la manera como se logran los resultados y la dimensión social que ello tiene; la participación de la organización como validador de un proceso profesional participa al proveer un escenario experiencial, un espacio validador y confrontador para medir, capacidad, fortalezas, actitud crítica e innovadora, y de fogueo, en un beneficio común.

Este dialogo busca mecanismos para lograr una dinámica reflexiva y de integración en el currículo de las competencias profesionales, y la reflexión sobre situaciones reales de relaciones problemicas que generan efectos sobre las condiciones éticas y actuaciones que impliquen la interacción social y profesional en el sector productivo, así como evaluar y anticiparse a los efectos sociales, éticos y del actuar productivo derivados de las acciones de competencia y estabilidad económica.

Según la OIT, “cuando la oferta laboral es escasa, los jóvenes tienden a aferrarse al trabajo que tienen, independientemente de su calidad” y es ahí donde debe haber una intervención de la formación para acercar el hacer y el ser a la realidad actual desde la condición de reflexibilidad, y sobre todo en las dimensiones sociales de cada uno. Es por esto que la práctica profesional es un proceso de transformación en la convivencia, en lo humano, en la aceptación y en la conciencia social del otro en medio de la circulación de saberes.

Qué esperan los estudiantes al realizar sus prácticas profesionales en una organización; son aspectos diversos pero los más destacables: Adquirir experiencia para facilitar el proceso de inserción laboral después de egresados, un objetivo vital para los/las estudiantes de publicidad, que consideran que una relación con la organización que los acoge les facilitará acercarse a una primera experiencia de empleo, muy diferente a la realización de unas prácticas únicamente por cumplir con los créditos requeridos para terminar su plan de estudios.

Un segundo aspecto involucra la expectativa e importancia de obtener algún tipo de remuneración o apoyo económico mientras se realizan prácticas, de igual manera los datos que se manejan dentro de la Coordinación de Prácticas dan cuenta de la preocupación y búsqueda para que esto sea posible; logrando que casi la totalidad en los últimos dos años, brinden apoyo económico y en casos particulares con el consentimiento del estudiante no cuenten con este, también hay organizaciones que se mantienen por varios ciclos que han vinculado a practicantes del Programa con todo lo relacionado a prestaciones de ley.

Un tercer aspecto hace referencia a las características y condiciones en que los y las jóvenes llevan a cabo sus prácticas profesionales, una de las preocupaciones de la Coordinación de Prácticas está en los diferentes talleres que se realizan con los estudiantes para que identifiquen las fortalezas profesionales y personales, definan y estructuren su perfil profesional, hoja de vida, identifiquen sus competencias a partir de los ámbitos de desempeño del plan curricular, y que estas coincidan en gran manera con lo estudiado en su trayectoria universitaria, además de la posibilidad de nuevos aprendizajes y aplicaciones de un saber hacer; un alto porcentaje de practicantes han manifestado que las condiciones ofrecidas por las organizaciones son óptimas para la realización de sus tareas y han logrado afianzar y fortalecer sus conocimientos, como la adquisición de seguridad para aplicar sus conocimientos.

Como cuarto aspecto, ya relacionado con las competencias conductuales y funcionales dentro de las prácticas profesionales, es importante como las mismas organizaciones observan y ayudan a los y las jóvenes en relación a comprender y manejar el nivel de tolerancia a la frustración para poder desempeñar su trabajo, así como lo que corresponde a la iniciativa, y la capacidad de trabajo bajo presión; aspectos que desde el inicio de su proceso se evidencia, y con el seguimiento a través de asesorías y visitas de evaluación que la Coordinación de Prácticas diseña para ser desarrolladas con los Jefes Inmediatos, se guía y acompaña al practicante para que vaya superando los obstáculos que se le presenten.

Es importante anotar como desde la Coordinación de Prácticas se realizan esfuerzos para que quienes se postulan a prácticas comprendan y asimilen la responsabilidad que esto conlleva, puesto que desde la metodología de trabajo de la Coordinación, se le inculca a los y las estudiantes que en el desempeño de la práctica son representantes del Programa y de la Universidad, de ahí los componentes de ética, confidencialidad y responsabilidad.

Adicional a lo anterior, los talleres iniciales apuntan a las competencias funcionales, esto es que a partir de simulacros, ejemplos, sesiones dialógicas por grupos, charlas de expertos2, entiendan lo relacionado a la evaluación psicométrica, selección de personal, entrevista, hoja de vida y portafolio; experiencias que ayudan a enfrentar las exigencias de las organizaciones.

Toda actividad que se desarrolle y se proponga en el seno de las diferentes coordinaciones de prácticas de los diferentes programas, en conversación con los diferentes sectores de la economía no sobra, más cuando los resultados de su gestión sirvan para toma de decisiones en lo curricular, en concordancia a las necesidades del sector; algo que en la actualidad requiere amplia participación.

La formación desde la academia es vital:

Conocemos las limitaciones y dificultades que diariamente es necesario enfrentar para dar cuenta de los nuevos y los antiguos desafíos; pero sabemos también que la formación es una herramienta formidable y estratégica, tanto para establecer bases sólidas al desarrollo de la productividad y la competitividad de nuestras economías y de las unidades productivas, como para avanzar hacia escenarios de acceso más equitativos, por parte de los distintos grupos sociales y sectores económicos, y a oportunidades de trabajo, ingresos, condiciones de vida y desarrollo humano. Sin seguir un modelo único, la región desarrolla esfuerzos y experiencias innovadoras que intentan orientar las políticas de formación hacia las necesidades cambiantes del mundo del trabajo”. (Palabras de Pedro Daniel Weinberg Director de Cinterfor).3

Pero el dialogo continuo con el sector productivo es aún más necesario para enfocar los esfuerzos en realidades y brindar desde los diferentes equipos de trabajo el carácter necesario que deben tener los futuros profesionales para enfrentar las diferentes contingencias de la cambiante economía.

En ese ejercicio de formación profesional y personal el propósito es motivar el aprendizaje a partir de modelos donde los trayectos curriculares provoquen en el individuo iniciativa e inquietud por aplicar sus conocimientos, habilidades específicas y los contextos en lo que interactúa o hará parte con su formación cuando ejerza su profesión.

Todas estas experiencias se consolidan en dispositivos de evaluación y de seguimiento que son insumo vital para identificar aspectos como: las expectativas y aspiraciones de los estudiantes, lo que demanda el sector productivo cambiante, como se concatenan las anteriores en el ejercicio de la práctica, las transformaciones del practicante en el desarrollo de la práctica, los resultados de esta experiencia tanto para el estudiante como para el sector productivo y como cierre de este ejercicio, los aportes más allá del saber hacer y saber ser que beneficien tanto al futuro profesional como a la organización que aporta un espacio para el estudiante.

Esta experiencia se consolida en indicadores que permiten determinar acciones y transformaciones en el plan estratégico y metodológico que trabaja cada ciclo la Coordinación de prácticas en la idea de mejorar o fortalecer las apuestas por abrir canales de interacción entre la academia y el sector productivo.

Uno de los indicadores permite identificar como se relacionan los distintos ámbitos de desempeño en los perfiles o cargos en la práctica, que competencias perfeccionan o complementan los estudiantes durante la práctica y a partir de los resultados de las evaluaciones de desempeño, el comportamiento de las ofertas de prácticas y la apreciación de estudiantes y jefes inmediatos de los centros de prácticas, cuales deben mejorarse en los contenidos académicos del Programa de Publicidad.

Figura 1. Cuadro de los cargos más solicitados en Publicidad.

Fuente: Coordinación de Prácticas de Publicidad 2016 – Universidad Central

En los ejercicios de procesos de selección y vinculación se encuentra otro indicador donde los estudiantes están siempre a la expectativa de vincularse a empresas del sector publicitario, específicamente en agencias de publicidad, centrales de medios o medios de comunicación. Desde las reuniones y talleres de perfilamiento se les muestran distintas experiencias y casos para ponerlos en contexto de lo que pueden encontrar y conocer en otros sectores y el papel y proyección que cumplen en su formación. Así, la empresa privada se convierte en una opción atractiva cuando se trata de organizaciones reconocidas y también porque en muchos casos ofrecen un apoyo económico que es igual o superior al salario mínimo legal vigente y que incentiva y aporta a las necesidades particulares del estudiante.

Figura 2. Sectores Empresariales en los que se vinculan los estudiantes del programa.

Fuente: Coordinación de Prácticas de Publicidad 2016 – Universidad Central

En las solicitudes u ofertas de prácticas y los dispositivos de evaluación se determinan las actividades, software y conocimientos que se adquieren o se aplican en el desarrollo de la práctica y esto permite tener un panorama de:

Estas funciones son indicadores donde se identifican y cruzan las necesidades y acciones del sector productivo en relación con lo que debe enseñar y fortalecer el plan de estudios del programa de publicidad a través de criterios como:

Los seguimientos virtuales, asesorías presenciales y visitas de evaluación, permiten acompañar el esquema practicante – organización para tener una radiografía de:

Estos ejercicios permiten a la Coordinación de Prácticas identificar que es necesario llevar al estudiante a salir de su zona de confort y del esquema del saber hacer, entendiendo que son profesionales, que cuentan con ideas nuevas y conocimientos actualizados para aportar a la organización, identificando procesos por transformar o crear a través de proyectos que se reflejen en beneficios a la organización y sea un puente para lograr ser vinculado o abrir las puertas para ser referenciado en otra organización, contar con un portafolio llamativo y activo para su vida profesional, retarse en lo personal y profesional y ver consolidados sus proyectos.

Otro aspecto positivo y en concordancia con la relación Profesional – Organización apunta a que el sector productivo en su papel de formación en responsabilidad social especialice a su propio personal en el ejercicio de la práctica, optimizando tiempo y dinero, con procesos óptimos de selección basados en pruebas y ejercicios reales y verificables en el tiempo, que permiten conocer y identificar cualidades y competencias del estudiante y futuro profesional.

Por tanto, es acertado seguir investigando, analizando y reestructurando lo que identificamos en los procesos de seguimiento y evaluación de los estudiantes y su participación y aporte a las organizaciones, señalando y transformando las deficiencias de nuestro esquema y lo importante de continuar produciendo conocimiento al respecto. En este sentido Gergen Kenneth J menciona:

generar contextos en los cuales el discurso y la práctica puedan unirse, contextos en los cuales los diálogos se puedan ligar a las continuas búsquedas prácticas de las personas, las comunidades o las naciones (pág. 233).

Es importante llamar la atención a todos los centros de prácticas de las diferentes disciplinas para que establezcan un vínculo constante con los sectores productivos, en la medida que aporten a la dinámica de las condiciones actuales de la profesión que permita la reflexión a los planes curriculares y en si aporte a los trayectos de enseñanza en relación a la actualización y coherencia al mercado y sociedad actual.

Primeras Conclusiones

Es importante teniendo en cuenta que el presente requiere profesionales con un alto grado de sensibilidad, que este trascienda todos los factores que involucran la dimensión humana con y en sentido de la valoración y recuperación de los recursos del ecosistema; para esto se debe en doble vía retroalimentar los diferentes espacios académicos de la profesión y valorar la experiencia del sector productivo. Por ello:

  1. Los conceptos teóricos, no desaparecen, se amplían y buscan el carácter reflexivo del presente a partir de la experiencia con el otro desde su campo de acción cultural.
  2. El pensamiento crítico y reflexivo producto de la indagación e investigación debe aportar al sector productivo, esto es conocimiento nuevo desde pequeñas intervenciones, que puedan ser discutidas y retroalimentadas con directores de empresas u organizaciones.
  3. La presencia constante de espacios de discusión entre empresa y academia, con una mirada reflexiva frente a las prácticas de producción y consumo en amplio equilibrio con el ecosistema, y la no vulneración de comunidades que portan la memoria e identidad de nuestros territorios.
  4. La producción académica debe ser socializada con diferentes organismos y/o departamentos de investigación de las empresas y lograr retroalimentación y aporte para que el sector productivo pueda valerse de estos insumos o brindar caminos que permitan mayor indagación.
  5. Desarrollar una pedagogía del posconflicto que permita una mirada de participación con proyectos sociales de inclusión económica, donde desde la práctica profesional se den resultados de propuestas, gestionamiento y productividad.

Referencias

Gergen Kenneth, J. (2007). Construccionismo social, aportes para el debate y la práctica / Kenneth Gergen; traductoras y compiladoras, Ángela María Estrada Mesa, Silvia Diazgranados Ferráns — Bogotá: Universidad de los Andes, Facultad de Ciencias Sociales, Departamento de Psicología, CESO, Ediciones Uniandes, 2007. Recuperado de: https://www.taosinstitute.net/Websites/taos/images/PublicationsFreeBooks/Gergen_construccionismo_social.pdf\

Maturana, H. (2007). Formación Humana y Capacitación. UNICEF y Dolma Editores, Santiago de Chile. En La formación y la responsabilidad social empresarial universitaria; Por: Yaqueline Román: Recuperado el 01 de noviembre de 2016, de: https://www.ceipa.edu.co/lupa/index.php/lupa/article/view/88/170

OIT/Cinterfor. Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional (1997); Seminario Internacional sobre Formación Basada en Competencia Laboral: Situación Actual y Perspectivas, 1, Guanajuato, México, 1996. Documentos presentados. Montevideo: Cinterfor, 1997. Recuperado el 01 de noviembre de 2016, de: https://www.oitcinterfor.org/

OIT. La crisis del empleo juvenil: Un llamado a la acción”: Recuperado el 01 de noviembre de 2016, de: https://www.ilo.org/ilc/ILCSessions/101stSession/texts-adopted/WCMS_187080/lang--es/index.htm


1 El texto completo de la Resolución de “La crisis del empleo juvenil: Un llamado a la acción” puede encontrarse en el sitio web de la OIT en: https://www.ilo.org/ilc/ILCSessions/101stSession/texts-adopted/WCMS_187080/lang--es/index.htm

2 En este caso se ha entendido la importancia de egresados que se han vinculado en el medio y desempeñan cargos de responsabilidad y se les invita para conversar y compartir experiencias con los/las estudiantes.

3 Desde 1963, el Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional (OIT/Cinterfor) es pionero en la gestión, la construcción colectiva del conocimiento y la promoción de la cooperación Sur-Sur en temas relacionados con el desarrollo de los recursos humanos.


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