Promover la inclusión de las personas mayores con trastorno mental es una forma de reconocer su dignidad, su historia y su valor dentro de la comunidad. Pequeños gestos como saludar con respeto, escuchar activamente o hablar con paciencia pueden generar grandes cambios en su bienestar emocional y en la forma en que se sienten comprendidas y aceptadas.
Incluir también significa crear espacios tranquilos, accesibles y llenos de empatía, donde cada persona sepa que tiene un lugar y una voz. La participación comunitaria fortalece los lazos entre generaciones y nos recuerda que cuidar, acompañar y compartir son acciones que benefician a todos. Porque en una sociedad donde todos cabemos, todos crecemos.
