En la era digital, las redes sociales se han convertido en una fuente constante de información sobre salud mental. Sin embargo, no todo lo que circula en internet es confiable o seguro. Es fundamental aprender a reconocer contenido responsable, contrastar la información con fuentes profesionales y, sobre todo, no sustituir la orientación médica o psicológica con publicaciones o consejos virales. Cuidar lo que vemos y compartimos en redes también es una forma de cuidar nuestra salud mental.
Si te sientes triste, confundido o necesitas hablar con alguien, buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino de valentía. En Colombia existen líneas de atención y acompañamiento gratuitas y confidenciales dispuestas a escucharte. Recordemos: las redes pueden ser un apoyo, pero la verdadera ayuda viene del contacto humano, la empatía y la orientación profesional.
