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Supeditado al movimiento

anda de aquí para allá

con la esperanza de todo iluminar.

Trae plántulas, réctulos,

sócavos y déndidos

y, aunque no tiene un principio ni un final,

añora excavar y apaciguar
 
lo que hay.

Es noctámbulo y errático,

frenético,

y observa -observa

deambula -deambula

por todo el lugar.

Andrea

Hablar de mundo y de naturaleza no tendría sentido si no fuese yo de ella. La insoportable pesadez del ser funciona como un ancla, el empaque de mi alma. Es ilusión de estabilidad que me atrapa con el aliento. Brócoli, arroz, huevo, zanahoria; tierra y materia que conocen el dolor y le dan sentido a la palabra aquí. Misterioso cosquilleo. Si lo rascas se alivia. Confusión y vergüenza. Es abrazo y risa.

Camila