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¿Puedo atrapar un instante?
¿Puedo habitar eternamente el abrazo de mi mamá, o la risa de mi hermana, las palmaditas de mi abuela, los consejos de mi tía, las historias de mi tío, la confianza en las palabras de mi primo, los jugueteos con mis primas?
No puedo detener el tiempo, pero resignificar un instante, me dio la conciencia a mi y a mí familia de que habitamos juntos ese instante maravilloso de amor y encuentro.
No puedo detener el tiempo, PERO SI PUEDO HACER DEL INSTANTE UNA MELCOCHA POR LA QUE ME RESBALO,  MICRO INSTANTE POR MICRO INSTANTE, DISFRUTANDO EL PLACER DE SABOREAR CON TIEMPO.

Michelle

Recuerdos del recorrido que se vuelve pálpito y es capaz de conectar con lo más profundo y antiguo. Historia que no ha sido contada, ni observada, ni siquiera imaginada. Pero está ahí, aquí está. Hay una cápsula redonda, redonda, en proceso de palabra. Esa cápsula expandida y porosa, velo extendido sobre el planeta, plantea mil y un verdades y una que otra irrealidad. No contada ni observada, ni imaginada, pasea diariamente de aquí para allá, y entre sillas, mesas y agún líquido caliente nos recuerda el recorrido que se vuelve pálpito y es capaz de conectar.

Andrea