"Toda institución posee su propia identidad. Ella suele plasmarse en los documentos institucionales y manifestarse en lo que hace, en su forma de actuar, en su cultura. La identidad de una Institución se basa en los ideales, principios y valores que la inspiran y que constituyen su carácter distintivo; es decir, lo que la hace única en sí y distinta de todas las demás; es su identidad interior.

"Por otra parte, toda Institución que se respete posee además su propia identidad visual; el logotipo, la imagen, la figura o el símbolo que la identifica y la hace inmediatamente distinguible; es la imagen única que está presente en todos sus productos y en todas sus formas de expresión y de presentación. Los ejemplos abundan en el mundo de los negocios; también en el mundo universitario.

" Gerardo Remolina Vargas, S.J., En: Presentación del Manual de Identidad Visual de la Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá: Junio 1 de 2004" (2)

La segunda acepción del Diccionario de la Real Academia Española (Edición 22 de 2001) define identidad como el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás. Define también, en la segunda acepción, el verbo identificar como reconocer si una persona o cosa es la misma que se supone o se busca.

Se propone como punto de partida estas definiciones básicas sin que ello implique desconocer los aportes académicos que las ciencias sociales y otras disciplinas le han dado al tema. Estos aportes científicos ciertamente pueden enriquecer la reflexión pero escapan al propósito de este documento que busca fundamentar la Jornada de Reflexión.

Desde su aparición como institución social, las universidades han realizado sus ejercicios de generación, conservación y transmisión del conocimiento y la cultura, de formación de la persona humana, y de desarrollo, orientación y transformación de la sociedad, desde sus particulares perspectivas del conocimiento, la persona y la sociedad, en el marco de unos valores que comparte.

Estas particulares perspectivas y valores ciertamente caracterizan y diferencian las universidades; constituyen sus rasgos distintivos por el que son reconocidas y valoradas socialmente. En este contexto, la identidad de una universidad aunque se expresa visualmente en el nombre, los escudos, las banderas y los lemas, no se agota en ellos pues determina también su quehacer y su cultura.

La identidad de las universidades conlleva a que con mayor o menor grado de precisión las sociedades identifiquen sus instituciones de educación superior como confesionales o no confesionales; públicas o privadas; nacionales, regionales o locales; adscritas a una u otra línea de pensamiento político, focalizadas o no en una disciplina particular.

Por otra parte, las fuentes de la identidad de una institución universitaria se hallan principalmente en la voluntad de sus fundadores, así como también en las características universalmente asumidas para este tipo de entidades, y en la historia misma de su desarrollo institucional. Al igual que la misma universidad, estas fuentes evolucionan pues de ellas se hacen lecturas diferentes según tiempos y lugares, y por tanto señalan nuevos y renovados desafíos.

Es importante destacar, en todo caso, que la identidad de una universidad se realiza, se ´pone a prueba´, en el quehacer institucional y en la conducta y modo de obrar de los miembros de su comunidad educativa.

En consecuencia la reflexión sobre el significado que para una universidad tiene su identidad es de especial importancia no sólo en tiempos de balance y de proyección de futuro sino también en la consolidación de su comunidad educativa.

Para la Universidad Javeriana esto cobra mayor relevancia en la conmemoración de su octogésimo aniversario de su restablecimiento.

La Iglesia Católica ha perfilado la identidad de las universidades católicas especialmente en dos Constituciones Apóstólicas: La Sapientia Christiana (1970) y la Ex Corde Ecclesiae (1990). En ellas se encuentran los rasgos que distinguen las universidades que son reconocidas como católicas.

Por su parte y a lo largo de la historia, son múltiples las fuentes documentales de la Compañía de Jesús sobre la identidad de la universidad jesuítica. Sin embargo, dos fuentes recientes nos permiten puntualizar esta temática.

El Decreto 17 de la Congregación General 34 de la Compañía de Jesús (1995) recoge en los siguientes términos los rasgos de la identidad de las universidades jesuíticas:

"debemos continuar trabajando con ahínco, con imaginación y con fe, frecuentemente en circunstancias muy difíciles, para mantener y aún fortalecer el carácter específico de cada una de nuestras instituciones: en cuanto jesuítica y en cuanto universidad. Pensando en el futuro, tenemos que estar muy alerta para que tanto el sustantivo 'universidad' como el adjetivo 'jesuítica' sean siempre plenamente respetados. (5)

"El sustantivo garantiza el compromiso con la autonomía fundamental, la integridad y la sinceridad de una universidad, precisamente en cuanto universidad: Un lugar de serena y abierta investigación y discusión de la verdad. Al mismo tiempo, indica los objetivos propios de toda universidad 'como horizonte y contexto indispensable para la auténtica conservación, renovación y comunicación del saber y de los valores humanos. En cuanto jesuitas buscamos el conocimiento por si mismo pero debemos interrogarnos de continuo sobre 'el para qué del conocimiento'. (6)"

El actual Superior General de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás, en su conferencia "Misión y Universidad: ¿Qué futuro queremos?", (Barcelona, 12 de noviembre de 2008) dotó de sentido e iluminó la respuesta a la pregunta planteada del ¿para qué del conocimiento' con base en las cuatro razones que según el P. Diego de Ledesma, profesor y Rector del Colegio Romano, tuvieron los jesuitas para trabajar en instituciones educativas:

'Lo primero, porque proveen a la gente con muchas ventajas para la vida práctica; en segundo lugar, porque contribuyen al correcto gobierno de asuntos públicos y a la apropiada formulación de leyes; en tercer lugar, porque dan decoro, esplendor y perfección a nuestra naturaleza racional; y en cuarto lugar, que es de suma importancia, porque son la defensa de la religión y nos guían con gran seguridad y facilidad en la consecución de nuestro fin último'.

"Estas cuatro razones han sido interpretadas y desarrolladas por mi predecesor, el P. Kolvenbach, como cuatro finalidades últimas de la educación de los jesuitas. En forma condensada, el P. Kolvenbach las nombraba por sus nombres latinos: la "utilitas", la "iustitia", la "humanitas" y la "fides": utilidad, justicia, humanidad y fe.

Estas cuatro razones, en palabras del P. Nicolás, constituyen "un núcleo fundamental del pensamiento universitario del P. Kolvenbach" que él asume como "características de la Universidad jesuita."

Las cuatro finalidades identificadas por el P. Nicolás convocan a la Universidad, en primer lugar, a un proyecto educativo que quiere resolver los problemas y atender a las necesidades de las personas concretas, especialmente de los más pobres; una educación orientada a la práctica, tanto en la investigación como en la docencia. (Espíritu de utilidad).

En segundo lugar, la universidad jesuítica debe promover la justicia en todas sus actividades, en su organización interna y con sus propios stakeholders, en la investigación sobre los grandes problemas de la humanidad, y en la docencia promoviendo la sensibilización de los estudiantes. (Espíritu de Justicia).

Por otra parte, la universidad confiada a la Compañía de Jesús debe comprometerse con una formación integrada e integral de la persona humana. Acoge, precisa el P. Nicolás, al alumno en su concreta realidad. Alumnos y alumnas marcados, en el mundo occidental, por la cultura de sociedades ricas y consumistas. Con dificultades para orientarse en la vida en sociedades pluralistas e individualistas. Con todo el bagaje, positivo y negativo de la postmodernidad. (Espíritu humanista).

Finalmente, hablar de fe en una universidad jesuítica no significa construir nuevas fronteras, para encerrarse en el miedo y para excluir a los diferentes; es compartir una vivencia de gratuidad: lo mejor de lo que somos lo hemos recibido; es crecer en humanidad. (Espíritu de fe).

Los Estatutos identifican las siguientes características y rasgos distintivos de la Universidad: (Est. Nos. 10 a 28)
Universidad católica y pontificia, que conlleva a que la fe católica esté presente, actuante y visible en la concepción de la persona y el mundo; y en el compromiso real de hacer efectivo el diálogo entre fe cristiana y cultura y entre fe cristiana y vida.

Universidad jesuítica, que implica participar de manera genuina de la tradición, la identidad y misión fundamentales de las instituciones educativas de la Compañía de Jesús; así como comprometerse activamente con las exigencias del servicio de la fe y la promoción de la justicia.

Universidad privada, que garantiza el desempeño con criterio de universalidad de la investigación científica y tecnológica, de la formación académica en profesiones o disciplinas, y la producción, desarrollo y transmisión del conocimiento y de la cultura, (ley 30 de 1992), todo ello en el marco como un servicio público cultural y de los principios filosóficos de la Universidad.

Universidad con autonomía, como condición insustituible para el logro de sus objetivos, como profesión de una auténtica y justa libertad de docencia, investigación y expresión, y como presupuesto para integrarse a la sociedad colombiana y a la Iglesia católica.

Con la Jornada de Reflexión Universitaria 2010, la Universidad Javeriana busca reflexionar sobre los desafíos que le imprime su identidad, en el contexto de su historia, de su naturaleza universitaria y de las experiencias actuales, así como de sus proyecciones de futuro.

El Rector, los Vicerrectores y demás miembros del Consejo Directivo Universitario; los Decanos Académicos y los Decanos del Medio Universitario; los Directores de programas académicos de pregrado; un grupo de Directores de posgrado, de Departamento y de Instituto; un grupo de directivos del gobierno general de la Universidad; un grupo de Profesores de planta y de hora cátedra, y de Estudiantes de cada facultad; un grupo de presidentes o ex presidentes, directores o coordinadores de asociaciones, grupos y redes de Egresados Javerianos; el Rector, los Vicerrectores y un grupo de directivos de la Seccional de Cali.