1 de Mayo del 2015 | Edición N°: Año 54 N° 1307
Por: Claudia Marcela Mejía Ramírez | Comunicadora Vicerrectoría de Investigación



La profesora javeriana de Artes Escénicas presentó su obra unipersonal Feroz en Casa Ensamble. Un proyecto de investigacióncreación registrado en la Universidad.

Del  9  de  abril  al  9  de  mayo,  se presentó la profesora javeriana de Artes Escénicas Catalina del Castillo en el teatro de Casa Ensamble con  Feroz,  una  obra  unipersonal  para una mujer clown. Esta propuesta de artes escénicas, resultado de un proyecto de creación que la profesora elaboró en la  Universidad  Javeriana,  trata  de  demostrar que a pesar de que la obra se desarrolla en el lenguaje del humor y la vulnerabilidad de la nariz roja, es trágica en su esencia: es la historia de una mujer que muere en el encierro.

Desde un punto de vista dramatúrgico las autoras buscaron explorar el contraste  de  abordar  un  tema  de  profundidad humana a través del lenguaje del circo e ir más allá del truco para encontrar la emoción. Este proyecto de creación tiene como soporte académico el proyecto de Investigación ‘El Creador: fuente, ejecutante y productor’, que busca estudiar los procesos somáticos y metodológicos del artista que escribe, ejecuta y produce su obra con el fin de desarrollar propuestas pedagógicas que puedan responder a los procesos creativos de los estudiantes de artes escénicas.

La  profesora  del  Castillo  explica  en esta  entrevista  cómo  ha  sido  su  experiencia  con  el  estilo  clown,  cómo  es hacer  una  obra  unipersonal  y  en  qué consiste Feroz.

¿Qué es Feroz?

Feroz es una obra unipersonal de clown. Fue escrita, dirigida, producida y actua- da por mí, y tuvo la ayuda de un equipo  creativo  grande  y  valioso.  A  pesar de ser una obra escénica, está ligada a un  proyecto  de  investigación- creación registrado  en  la  Universidad.  De  esta manera es simultáneamente un espacio de creación artística y de investigación académica en el lenguaje del clown.

¿En qué consiste la figura del clown en las artes escénicas?

El clown o el payaso es una figura que ha  existido  desde  que  ha  existido  la humanidad  y  su  historia  es  amplia  y compleja. Su figura ha acompañado la creación artística y cultural desde hace largo  tiempo.  En  las  últimas  décadas, los  clown  y  payasos  han  tenido  connotaciones negativas y despectivas, sin embargo esta figura ha evolucionado en muchos estilos y formas artísticas. Es difícil definirlo de una sola manera ya que hay  estilos  de  payasos  como  payasos hay.  La  nariz  roja  que  es  un  elemento descriptivo que no siempre es necesaria. Hay clown que no usan nariz sino que dentro de su comicidad emplean otros elementos.

¿Cómo ha sido su experiencia como clown?

En  mi  caso  personal,  muchos  me  preguntan por qué escogiste el lenguaje del clown y siento que fue el clown el que me  escogió  a  mí  o  quizás  fue  un  proceso  orgánico  para  llegar  a  este  estilo de actuación. Inicialmente no permitía que me referenciaran como una payasa, insistía en que me vieran como una artista escénica, ya que incluso mi formación comenzó como bailarina. Pero con el tiempo he sentido que es mi lenguaje, es lo que me motiva, es como me divierto y es como fluyen mis creaciones. Creo que  el  humor  es  poderoso  como  vehículo  para  leer  el  mundo  y  la  sociedad y luego como un canal para transmitir cosas serias, dramáticas o positivas.

¿Cómo inició el proceso de creación de Feroz?

En   este   proceso   específico   comencé creando la obra sin nariz y estaba bloqueada,  sentía  que  era  ridículo  lo  que planteaba.  Finalmente,  acepté  la  ridiculez y el fracaso en muchos aspectos que tratamos de evitar en la vida cotidiana y como clown se aceptan y juegas con ellos. En el momento en que decidí probar con la nariz, específicamente en esta obra, todo comenzó a fluir orgánicamente. Por eso creo que la nariz llegó a mí más que yo buscarla. Sin embargo, en todo mi proceso anterior hace varios años, durante mi camino artístico pasé por el circo como malabarista y de allí llegué al teatro, al clown. Luego, cuando viajé a Londres a estudiar una maestría, simultáneamente  realizaba  una  investigación  con  Jon  Davison,  quien  estaba  haciendo  un  doctorado  en  clown en Royal Central School of Speech and Drama, y éramos sus conejillos de indias para su exploración.

¿Cuál fue su inspiración en Feroz?

El  proceso  de  creación  en  Feroz  tiene muchos niveles de inspiración, muchas capas, fuentes y lugares que han infor- mado y alimentado la obra. Por un lado, desde  el  punto  de  vista  académico,  la obra surge desde la pregunta ¿cómo es el proceso de creación cuando soy creadora, directora, productora y ejecutante de mi trabajo? Que es una  condición  común en artistas, sobre todo latinoamericanos:   tener una idea, escribirla,  producirla,  dirigirla y actuarla. También me pregunté: cuáles son las diferentes metodologías para un proceso así y cuáles son los conflictos y obstáculos cuando uno tiene diferentes roles de creación y cómo abordarlos.

¿Y cómo conciliar esos roles?

Feroz ha sido mi laboratorio de experimentación en este tema, aunque ya lo había vivido en mi carrera, y mi conclusión,  en  la  que  ahondaré  en  un  plano más  académico  más  adelante,  es  que realmente  en  equipo  todo  es  mejor  y que uno solo no puede llegar a ciertos niveles. En Feroz aunque estoy sola en escena,  tengo  un  equipo  artístico  de diez  personas.  En  la  dirección  de  arte está Elena Sterenberg, quien es directora de la Carrera y Departamento de Artes  Escénicas  de  la  Universidad.  Tengo tres asesores actorales quienes me han acompañado en los ensayos, entre ellos Brunilda Zapata, maestra de actuación de alta experiencia y docente de la Carrera. En temas de clown me han acompañado  Felipe  Ortiz  y  Raúl  Vargas.  Ha sido enriquecedor de este proceso, darse cuenta de que tengo un rol importante como productora que contrata, pero para   realmente   tener   libertad   como ejecutante es importante ceder y dejar el ego a un lado y estar abierto a una mirada externa.

Y en cuanto a su inspiración como creadora…

El concepto de la obra tiene un componente autoetnográfico, en eso consiste el clown, no es un personaje que se inventa sino que es una dimensión de uno mismo que la nariz lo amplía como una lupa  para  reírse  de  uno  mismo  y  para mostrarle  al  público  la  vulnerabilidad propia.   Por   otra parte,  quería  hacer  una  obra  unipersonal,   ya   que desde  el  punto  de vista    para    presentarte  en  otras ciudades es bastante práctico. Además, quise  hacer  algo  sobre  la  naturaleza salvaje  femenina,  allí  investigué  sobre diferentes arquetipos de la psiquis femenina  y  así  surge  parte  de  la  inspiración de la obra. Por último, gracias a una  beca  de  Iberescena  para  creación dramatúrgica en residencia fui a Escocia  dos  meses  para  investigar,  crear  y desarrollar la obra. Me inspiré en María Stuart,  una  mujer  escocesa  que  es  un ícono de la cultura de ese país, ya que fue la última reina escocesa antes de la  unión al Reino Unido. Política e históricamente es un personaje relevante, por ello de alguna manera tomé su historia para conectarla con la mía y la de otras mujeres  que  han  sufrido  violencia  de género y han sido afectadas por la trata de personas, que también se mezclan en la creación.

“Creo que el humor es poderoso como vehículo para leer el mundo y la sociedad y luego como un canal para transmitir   cosas   serias, dramáticas o positivas”.