Septiembre 1980 | Edición N°: Año 19 No. 713
Por: Facultad de Comunicación Social | Pontificia Universidad Javeriana



Síntesis histórica de la universidad Javeriana, escrita pon el padre Manuel Briceño s. j .

La erección de la Javeriana no había sido bien recibida por los Religiosos de Santo Domingo.Ya ellos habían desistido de elevar a la categoría de Universidad su convento de Santo Tomás. Para esto tenían un breve de 1619 y cédulas reales de 1610. Pero no la habían creado. Más aún desde 1573 andaban con ese deseo, y en 1580 una bula de Gregorio XIII (Romanus Pontifex ) erigía conónicamente el convento de la Orden en Universidad, mas este había traspasado irse derecho al Colegio, cesión admitida por Paulo V (1612). El Consejo de Indias, sin embargo, se disgustó por no habérsele consultado previamente, ni tampoco al rey. Diez años ps instaron los Dominicos ante el Consejo, el cual le dió el pase en 1630. Sólo faltaba la orden de  ejecución de parte de la autoridad eclesiástica, que la dio Alonso de Cadena y Sandoval, rio del arzobispado, a instancias de Fray Francisco de la Cruz, y vicario general de la provincia dominicana .

La toma de posesión de dicha Universidad se realizó en ceremonia solemnísima con largos desdenes, acompañados de música, por las calles de la ciudad, discursos y Te Deum. Echaron la casa por la ventana.

Con esto, evidentemente, los Jesuitas perdían el privilegio de graduar a sus discípulos, por lo cual pidieron se examinaran «los títulos en que se fundaba el Colegio de Santo Tomás para convertirse en Universidad» . Esto di6 por resultado que la real Audiencia prohibiera a la Javeriana y a Santo Tomás conferir grados públicamente y determinó que el litigio se llevase al Consejo de Indias, pleito enojoso que durará casi ochenta años, hasta 1704 , cuando la Academia Javeriana será por fin elevada a la categoría de universidad pública, con el breve In apostolicae dignitatis ( 23 de Junio ) de su Santidad Clemente XI. En él, después de relatar la larga controversia, el Papa determinaba establecer una perfecta igualdad entre la Orden Dominicana y la de los Jesuítas, y además declaraba que cuantos privilegios, gracias y concesiones se habían otorgado a las Universidades dominicanas de Santafé, Quito se dieran, de manera igual y principal, a los colegios de la Compañía de Jesús de Quito y Santafé. La misma bula aludía a La dotación de las cátedras de Derecho Fundadas en la Javeriana, y les daba su aprobación.

Madrid por su parte, autoriza el uso del breve, y todo quedó en paz. .. , por un tiempo. Porque en 1765 un incidente académico y doctrinal iba degenerando en virulenta polémica, reviviendo casi el viejo pleito que parecía superado. Largo sería relatar tantos detalles. Bástenos saber que terminó el litigio con un convenio firmado por los Provinciales de arribas cenes el 26 de Junio de ese mismo año. En 61 entre otras cosas determinaban que ‘ ‘por haberse ocasionado algunos disgustos entre las dos universidades con algunas conclusiones y cuestiones poco medidas en sus expresiones, y de que podían tomar sentimiento alguna de las dos partes, se mandará por cada uno de nosotros a sus respectivos catedráticos, que en adelante cada uno defienda sus sentencias, gin dar motivo de queja a la parte contraria en el modo de proponer- las conclusiones.

Por lo anterior se pueden sospechar las Éneas de la controversia. Firmaban el pacto de paz Fray Antonio de Aurteinechea, O. P. y Manuel Balzátegui, S.a. .

Pero antes se había presentado otro lío, de distinto orden, con Motivo del llamado Pleito de Gaspar Nuñez. Este acaudalado español había ayudado a los primeros Jesuitas que vinieron al Nuevo Reino con la compra de unas casas pana el futuro Colegio y ofrecido darles la renta necesaria para que en a: se criaran niños huérfanos y se enseñaran letras y buenas costumbres. Por fortuna, tras largos años de lucha, termin6 felizmente el sonado litigio» .