Apiario Javeriano: más allá de solo abejas
«Si las abejas desaparecen del planeta sólo nos quedarían cuatro años de vida», lo dijo Albert Einstein y no estaba lejos de la realidad.
El nombre de las abejas procede del griego Anthophila cuyo significado es “que aman las flores”. Su papel es fundamental en el planeta, ya que son las encargadas de transportar el polen para fecundar los óvulos de las flores, fenómeno denominado polinización, y cuya tarea es irremplazable.
En los últimos años se ha presentado una disminución en las colonias de abejas debido a múltiples factores, entre ellos los agroquímicos, el cambio climático y el desconocimiento de su papel en el ecosistema; pero muy posiblemente pocas personas han imaginado el mundo sin estos pequeños insectos.
La Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas -FAO dice que hay 100 especies de cultivos que proporcionan el 90% de los alimentos en todo el mundo y el 71% son polinizados por las abejas. Por tanto, su desaparición provocaría una auténtica crisis alimentaria, llevando a que los seres humanos se alimenten solo de animales y granos como el trigo.
La Universidad Javeriana junto con el Grupo Apícola de la Universidad Nacional (GAUN), inició un trabajo mancomunado a partir del 2015 para implementar el primer apiario periurbano; con el valor agregado que la apicultura es el único sistema de producción animal que no contamina el medio ambiente, sino que lo beneficia.
Actualmente, el apiario de la Javeriana tiene 12 colmenas, lo que significa una población de entre 50 mil y 60 mil abejas por colmena. Pronto, se espera llegar a una colmena ideal, la cual puede estar constituida hasta por cien mil abejas entre obreras, zánganos y la reina.
Desde la Dirección de Recursos Físicos de la Javeriana y desde la Vicerrectoría del Medio Universitario se encargan de velar por la conservación del lugar y de las colmenas, extrayendo el polen por medio de las trampas de polen y recogiendo la producción de miel. Lo que significa un proyecto muy especial que ha logrado mitigar el impacto ante la reducción de la población de abejas, además de establecer lazos afectivos muy fuertes.
Paradójicamente las flores y plantas de la ciudad son más limpias a comparación del campo, esto debido a la poca utilización de agroquímicos, insumos usados para hongos e insectos que en algunos casos no perjudican a las abejas, pero sí la producción de mil y polen en donde se hallan residuos.
Actualmente, de las 12 colmenas se extrae entre 250 a 300 kilogramos de polen.
Actualmente, de las 12 colmenas se extrae entre 250 a 300 kilogramos de polen. En cuanto a la miel, mayo fue el mes para cosecharla.
Desde el inicio del apiario siempre ha estado enfocado en promover procesos educativos y de investigación. Por ello, el mantenimiento se hace cada semana, las personas a cargo se cercioran de que la abeja reina esté presente, que se encuentre en producción y que la colmena no colapse. Las visitas se hacen con grupos de entre cinco y ocho personas a las que se les enseña conceptos básicos y la composición de la colmena.
Las personas que quieran visitar el apiario deben tener en cuenta aspectos generales: traer los tobillos cubiertos, traer guantes de cocina preferiblemente amarillos, no traer perfumes fuertes y acercarse previamente con la Vicerrectoría del Medio Universitario para hacer la visita el día viernes de 10:00 a.m. a 12:00 m.
La invitación es a no matar al ver a una abeja, comprar productos apícolas para fomentar su producción en las granjas apícolas y así impulsar la conservación de las especies