enero-febrero 2012 | Edición N°: año 51, No. 1274
Por: Redacción Hoy en la Javeriana | Pontificia Universidad Javeriana



En el último numeral de nuestro Proyecto Educativo, documento adoptado por el Consejo Directivo Universitario en 1992, hace ya 20 años, se hizo la siguiente declaración concluyente: “La Universidad se identifica como Comunidad Educativa”, entendida como “personas o grupos diversos que se reúnen y se comprometen en la realización de los objetivos que se derivan del ser y la naturaleza de la Universidad”, los cuales se encuentran claramente señalados en sus Estatutos. Este “aspecto comunitario” guarda correspondencia con la corporatividad, una de las cuatro notas esenciales de toda institución universitaria.
También en el Proyecto Educativo recogimos un planteamiento fundamental consignado en el Reglamento General de la Universidad de 1979: “La Comunidad Educativa Javeriana crece, se desarrolla y consolida mediante la participación de todas las personas y estamentos de la Universidad”. De esta forma la Javeriana reiteró su opción por un modelo corporativo que acoge la participación de sus integrantes y que está en concordancia con el ideal de democracia participativa que rige en Colombia según lo prescrito en la Constitución Política de 1991.
Ahora bien, en la Javeriana la participación se enmarca en dos consideraciones, la primera de ellas referida “al pluralismo ideológico y el ecumenismo religioso” que encuentran espacio en la Comunidad Educativa Javeriana y quedan explícitos al “procurar que todos partici- pen pensando y actuando, no que todos piensen y actúen de la misma manera”. La otra consideración tiene que ver con el diálogo que para nosotros “es práctica determinante de la cultura organizacional de la Universidad Javeriana”. Pero hay algo más. Entre los derechos enunciados en los respectivos reglamentos, tanto para los Profesores y Empleados Administrativos como para los Estudiantes, se encuentra el de participar en la vida universitaria. Según lo señaló el Consejo Directivo Universitario cuando en 2002 adoptó las políticas en lo que corresponde a los estudiantes, “la participación, en general, es una forma de intervención que le permite a los individuos reconocerse y ser reconocidos como actores dentro de una determinada sociedad”, que abre posibilidades concretas para que “intereses, expectativas y demandas comunes” se traduzcan “en formas de actuación colectiva”. Por supuesto, hay diversas modalidades de participación que van desde la acción particular de un individuo que, por ejemplo, en una comunicación formal expone un planteamiento sobre algún asunto de importancia para el futuro de la institución; hasta la posición determinante de un miembro de un cuerpo colegiado enfrentado a la toma de decisiones. En este contexto es importante recordar que participar no implica necesariamente decidir, en el sentido de que mi posición como individuo puede no ser la acogida por la persona o grupo competente para resolver finalmente una situación según el régimen jurídico correspondiente. Al respecto, es importante también tener presente que los Estatutos y los Reglamentos de la Universidad señalan las autoridades colegiadas y persona- les responsables de tomar cada una de las decisiones que orientan el curso de la Javeriana, como pueden ser el nombramiento de un Decano, la admisión de un estudiante, la construcción de un edificio o la adquisición de un equipo de laboratorio. Para todo existe un procedimiento y una competencia, asociada, por supuesto, a una responsabilidad.
Esta reflexión sobre comunidad y participación cobra especial relevancia en tiempos de elecciones porque en el voto
se concreta una de las posibilidades de actuar e intervenir en los destinos de una organización. La Javeriana ha contado de tiempo atrás con la presencia de Profesores y Estudiantes en los Consejos de Facultad, elegidos por sus pares, y desde hace unos años, también en el Consejo Directivo Universitario. Su participación en las deliberaciones y decisiones de estos organismos colegiados de gobierno no es representativa en la medida en que su posición no debe consultar la opinión de sus electores, pues esto implicaría unos mecanismos formales sumamente complejos que entorpecerían el buen desarrollo de las labores de los Consejos. La Universidad considera que el carácter y el criterio de un Profesor o un Estudiante elegido miembro de un Consejo, respaldado precisamente por la elección, es más que suficiente para contar en el seno de este organismo con la visión y opinión calificada de un individuo que hace sus aportes desde la perspectiva correspondiente.
En este propósito también es importante destacar que una participación responsable requiere el conocimiento de la institución, de su modelo organizacional y sus opciones teleológicas, de su desarrollo histórico y sus logros, así como también de sus planes y opciones frente al porvenir. La Javeriana, lo que somos, lejos de ser fruto de una encuesta, un sondeo o una lluvia de ideas, es el resultado del esfuerzo tesonero y serio de muchísimas generaciones de hombres y mujeres que han tomado parte de muy diverso modo pero siempre con el interés institucional y el bien general en la mira, en la construcción de un sueño y una realidad que se han conjugado de manera extraordinaria en una Universidad que se destaca por su servicio al país y su decidido empeño en la transformación de la sociedad