El compromiso de los jóvenes en una Colombia en post-acuerdo
El primer semestre de 2015 transcurrió de la mano de la cuarta versión del seminario De la Javeriana a La Habana, iniciativa que surgió hacia mediados de 2013 en la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales.
Entre febrero y abril, estudiantes de 12 instituciones educativas de Bogotá se encontraron en la Universidad para asumir el reto de pensar su lugar como jóvenes y como individuos en una Colombia en post-acuerdo. Durante cuatro jornadas, aproximadamente 50 estudiantes de instituciones públicas y privadas de la ciudad, aceptaron la invitación de la Universidad Javeriana a conocer varios rostros de la juventud en el conflicto armado, pero también a reconocerse como la sociedad que recibirá al país de post-acuerdo y a quienes por décadas han reconocido en la guerra una forma de vida.
En la apertura del seminario, los jóvenes escucharon a representantes de la Coalición Contra la Vinculación de Niños, Niñas y Jóvenes al Conflicto Armado en Colombia (COALICO) y de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR). El escenario se prestó para generar varias reflexiones sobre el protagonismo de la juventud en un conflicto que siempre ha sonado a cosa de adultos; algunos son sujetos activos en los escenarios violentos, mientras que muchos otros, como nuestros participantes, conviven en un país que a medida que avanzan los diálogos de paz, se aproxima más y más a la sociedad que se discute y sueña a puerta cerrada en La Habana.
De la Javeriana a La Habana se ha concebido como un espacio para que los jóvenes se acerquen a nuevas voces sobre el conflicto colombiano y una paz en construcción, voces distintas a las que están acostumbrados a escuchar a través de los medios de comunicación y de sus contextos más cercanos. Es también una invitación a reflexionar y exponer sus impresiones e ideas en torno al país en el que viven, del cual se sienten distantes frecuentemente por su misma juventud, pero con el cual están dispuestos a comprometerse desde sus posibilidades cotidianas. A lo largo de las cuatro jornadas del seminario y acompañados de estudiantes voluntarios de la Carrera de Ciencia Política, los jóvenes participantes conversaron en torno a cuál es su lugar ante un posible acuerdo de paz y las dinámicas, tanto retadoras como esperanzadoras, de un escenario de reconciliación.
“Reintegración”, “reconciliación”, “post-acuerdo”, “jóvenes” y “cotidianidad”, fueron algunos de los conceptos sobre los cuales los jóvenes dialogaron para así poder descifrar de qué manera, cada uno desde quien es, pueda ser parte activa de los desafíos que traerá la firma del acuerdo de paz de La Habana. Comprometidos con la sociedad y consigo mismos, los jóvenes demostraron que tanto el conflicto como la paz, no son asunto exclusivo de los poderosos sino también de quienes día a día nos hacemos llamar colombianos.
En los colegios
Como es costumbre, la tercera de las jornadas del seminario tuvo lugar en cada una de las instituciones educativas participantes; es así como logramos que la reflexión se expandiera a un número más amplio de estudiantes de bachillerato de los colegios Agustiniano Norte, Alfredo Iriarte, Bertrand Russell, Cafam, Divino Maestro, Emilio Valenzuela, Fe y Alegría – San Ignacio, Gimnasio Colombo Británico, IDIPRON, Salesiano León XIII, San Bartolomé de la Merced y Santa Luisa.
Tras estas jornadas, cada colegio realizó un producto en el cual se expresó su postura y compromiso con la paz y la terminación del conflicto, haciendo énfasis constante en que la construcción de paz en nuestra sociedad debe pasar necesariamente por las acciones cotidianas y el arte, medios fundamentales para generar reconocimiento del otro y visibilizar la importancia del compromiso de cada persona.
Fue así como en la jornada de cierre se escucharon en el auditorio Santiago Páramo frases como “no te hagas el de las gafas” y “hoy todos le decimos al mundo que Colombia es paz”, que de la mano de graffitis, carteles, videos y fotografías, proclamaron un mensaje de responsabilidad con la paz; cada quien desde su edad, su colegio, su barrio o familia, reafirmó un compromiso que apenas empieza. Los jóvenes asumieron el reto de esperar lo que traiga consigo el acuerdo de paz, uno que si bien se discute y firma en escenarios distantes física y simbólicamente de donde cada uno de ellos se sitúa, les tocará de una manera u otra y ahí estarán a la espera de cómo se ve dicha escena para cada uno.
Como Universidad Javeriana, el compromiso se encuentra en generar la reflexión entre los jóvenes y en hacer resonar esas voces en los espacios a los que como institución podemos llegar. Es así como en la jornada de cierre, los jóvenes hicieron entrega de una carta conclusiva así como de sus productos al director del Instituto Pensar, Roberto Vidal, y a Omaira Orduz, en representación del equipo de la senadora Ángela Robledo. Fueron también testigos de este evento y receptores del mensaje, el director del Departamento de Ciencia Política, Andrés Dávila, y el Decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, Padre Edwin Murillo, S.J.
Al concluir la cuarta versión del seminario De la Javeriana a La Habana, queda cada vez más claro para quienes trabajamos en su organización y en su desarrollo que los jóvenes son pieza fundamental en una construcción de paz realista para Colombia. La discusión y firma de un acuerdo es sin duda un pilar fundamental en la sola idea de una Colombia en la cual el conflicto armado no sea la única historia que conocemos quienes nacemos en este territorio. Sin embargo, si apuntamos a la consolidación de una sociedad donde la convivencia, la tranquilidad y el reconocimiento del otro en la diferencia sean valores fundamentales, es necesario distanciarnos de la idea de un acuerdo político como alternativa única. Es aquí donde la comunidad javeriana debe, como los jóvenes de nuestro seminario, comprometerse con la paz que está en lo cotidiano y en la relación con el otro. Concluimos una vez más el seminario con la satisfacción de la labor que se ha hecho con corazón, pero también con una responsabilidad superior a la que se tenía antes.
“Como Universidad Javeriana, el compromiso se encuentra en generar la reflexión entre los jóvenes y en hacer resonar esas voces en los espacios a los que como institución podemos llegar”.