P. Carlos Eduardo Correa, S.J.
Noviembre-Diciembre 2020 | Edición N°: Año 59, N° 1363
Por: Alfonso Narváez y Karem P. Díaz | Practicante de la Dirección de Comunicaciones - Periodista de la Dirección de Comunicaciones

Hoy en la Javeriana conversó con Carlos Eduardo Correa, S.J., Provincial saliente de la Compañía de Jesús en Colombia y Vice-Gran Canciller de la Universidad Javeriana. Habló sobre su trayectoria de servicio, la importancia de la invitación del papa a la fraternidad, la educación y la tarea que viene para la Universidad Javeriana en el futuro.


El P. Carlos Eduardo Correa, S.J. es un hombre de expresión alegre, “común y corriente” como se autodenomina luego de reflexionar sobre el camino de vida que lo llevó de enseñar la palabra de Dios en parroquias muy humildes, a ocupar los cargos de Provincial de la Compañía de Jesús y Vice-Gran Canciller de la Universidad Javeriana. En el 2020, luego de seis años de servir, entender y acompañar a toda la comunidad jesuita, el P. Correa da por finalizada parte de la tarea que asumió el 30 de septiembre de 2014. Tarea guiada por los preceptos de la Compañía: fe, justicia, reconciliación, diálogo y colaboración.

El P. Carlos Eduardo Correa, S.J. es un hombre de expresión alegre, “común y corriente” como se autodenomina luego de reflexionar sobre el camino de vida que lo llevó de enseñar la palabra de Dios en parroquias muy humildes, a ocupar los cargos de Provincial de la Compañía de Jesús y Vice-Gran Canciller de la Universidad Javeriana. En el 2020, luego de seis años de servir, entender y acompañar a toda la comunidad jesuita, el P. Correa da por finalizada parte de la tarea que asumió el 30 de septiembre de 2014. Tarea guiada por los preceptos de la Compañía: fe, justicia, reconciliación, diálogo y colaboración que proporciona orientaciones sobre el accionar de la Universidad.

P. Carlos Eduardo Correa, S.J.
P. Carlos Eduardo Correa, S.J.

¿Cómo la fe, la justicia, la reconciliación, el díalogo y la colaboración se articularon en su trabajo al interior de la Compañía?

Carlos Correa, S.J.: Estos son los preceptos misionales de la Compañía de Jesús. Con base en ellos hemos hecho un gran esfuerzo por apoyar todo el proceso de paz, y creo que eso está en primer lugar junto a la fe en nuestro anuncio de Jesucristo. Esa fe es el Jesús que camina con los más pobres y abandonados, para darle sentido a la vida, y por eso en nuestro trabajo por la paz y la reconciliación creemos que es muy importante visibilizar a las víctimas. (…) Una fe que produce justicia y una justicia que no puede darse sin la reconciliación.

Por otro lado, está la colaboración, que nace de la articulación de nuestras obras. Hasta hace unos años cada jesuita y cada obra era una isla donde se hacían cosas muy buenas, pero de manera aislada. Siento que en eso avanzamos, aunque uno se queda debiendo pues se dice que siempre podemos hacer más cosas, pero cuando visito las obras siento una gran satisfacción; porque Dios nos ha movido en obras muy bonitas de compromiso con la gente.

¿Cuál fue su logro más importante como Provincial?

C.C. Lo digo de todo corazón: haber logrado que los jesuitas asumiéramos la parroquia de la Macarena, en el Meta. Tras un largo discernimiento -fueron dos años de conversaciones- porque no era una decisión personal sino una cuestión institucional, cuando vimos claramente que Dios nos pedía estar ahí, fue muy lindo para mí. Lo más significativo es sentir que los jesuitas nos comprometemos en un lugar muy necesitado, de conflicto, donde podemos hacer algo importante. Porque a veces tenemos muchas cosas en Bogotá, en Medellín, en Cali, y desde las ciudades uno habla de justicia, de transformación social, pero bueno, metámonos en donde está la cosa.

¿Cuál es la gran enseñanza que le deja estos años de servicio, en su crecimiento espiritual y personal? C.C.

Primero, agradecer a Dios porque siento que él me ha dado la fortaleza y la sabiduría para discernir y tomar las decisiones. Es lo más maravilloso de mi experiencia, porque es el buen Dios que va poniendo en el corazón y la mente del Provincial esas fuerzas, esos deseos, esa sabiduría. Él me ha ido llevando en estos seis años, poco a poco. Me tocaron situaciones muy complejas, pero ese buen Dios me animó y me ayudó. Pero, también mis primeros 10 años como sacerdote jesuita en parroquias muy pobres en Barrancabermeja y Cartagena. Viviendo con los pobres sí que aprendí que lo importante de la vida no es tener cosas, ni tener títulos, sino sonreír, dar un abrazo, acoger al otro y ayudarle.

“He sentido en estos años cómo el buen Dios me ha dado la fortaleza y la sabiduría, para brindar este servicio”.

Como Vice-Gran Canciller ¿cuáles son las principales orientaciones que tiene la Compañía de Jesús para la Javeriana en los próximos años?

C.C. La primera exigencia es que la Universidad realmente pueda ofrecer una educación integral. Para nosotros es muy importante que la Javeriana pueda ofrecer no solo un desarrollo cognitivo, sino también un desarrollo ético, espiritual, afectivo y corporal. La Universidad no debe ser solamente un centro de pensamiento, que sí tiene que ser y muy bueno, pero en sana tensión con un centro de pensamiento al servicio del país. (…) Para un país más justo, más equitativo y donde todos quepamos. La Javeriana debe ser un espacio de encuentro donde se generen sinergias, un puente que ayude a unir extremos y divisiones.

¿Qué opina de la designación de la Javeriana en el Pacto Educativo Global promovido por el papa?
C.C.

Me parece espectacular, porque creo que la propuesta del papa Francisco es una cosa completamente revolucionaria. El papa está diciendo que no nos podemos quedar en la educación tradicional, sino que tenemos que educar para que la vida florezca, como yo digo. Y la vida florece si los humanos somos más humanos y si nos comprometemos en una educación donde lo fundamental sea que cada persona pueda desarrollar todas sus capacidades. Por otro lado, así como nos tomamos en serio la encíclica Laudato Si’, así también debemos tomarnos en serio Fratelli Tutti, todos hermanos.

¿Qué invitación nos extiende en el contexto actual de desesperanza? C.C.

Les digo a los estudiantes y a toda la gente que trabaja en la Javeriana: sí, estudie y sea muy bueno, pero eso no es lo importante. Lo importante es cómo tratas al otro, que la vida humana se manifieste; y vuelvo a lo del papa: si hay fraternidad, todo lo demás funciona. (…) Así lo hago en mi labor: florecer donde Dios me ponga, ese es el lema de mi vida y a donde me manden si hay gente, la voy a querer y me voy a dejar querer.