“La comunicación es un medio para transformar la cultura”
Raquel Sofía Amaya estudió en la Universidad Javeriana su pregrado en Comunicación Social, la Especialización en Televisión y la Maestría en Comunicación.
Fue conocida como la Pinina Colombiana cuando apenas tenía 8 años. A esa edad ya era actriz de televisión y empezó a ser reconocida en el país. Después actuó en Amigas, Los Cuervos, Las Señoritas Gutiérrez y la Estrella de las Baum, entre otras producciones.
Alternó su trabajo como actriz con sus estudios de Comunicación Social y Periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana, hizo la Especialización en Televisión en la misma institución, se graduó como especialista en Comunicación para el Desarrollo en la Universidad Externado y luego regresó a la Javeriana para estudiar la Maestría en Comunicación.
Ella es Raquel Sofía Amaya, quien ahora maneja una empresa de comunicación que busca el cambio social, trabaja con la ONU como creativa y productora de la estrategia de comunicación “Nada justifica la violencia contra las mujeres” y se declara a sí misma como la jefe de prensa de María Auxiliadora.
Usted es javeriana por todo lado, comunicadora, especialista en televisión y magíster en comunicación. ¿Que significó para usted ese paso por la Universidad?
Es toda una experiencia, tanto que monté una obra de teatro que se llama “Las niñas no elevan cometas”, que narra la experiencia extrema que significa estudiar comunicación social con las reinas del país y con las actrices como yo. Ese fue mi paso por la universidad, una diversión absoluta porque además era tener la posibilidad de estudiar lo que siempre quise y la posibilidad de reivindicar la carrera desde una mirada distinta, más allá del reinado.
¿Más allá de la actuación,qué pasos has dado dentro del ejercicio de la profesión?
En realidad ha sido como rescatar el buen nombre de la carrera. Para mí siempre ha sido una preocupación que se asocie la comunicación con una costura. Veo que es trascendental el ejercicio de la comunicación en la praxis y que la academia tiene mucho que aprenderle a las realidades, es trascendental en la transformación de la cultura, en la prevención, en la promoción, en el posicionamiento de valores, en la deconstrucción de lo que creemos que son valores, y en la construcción de imaginarios nuevos. La comunicación es prioritaria. Si no fuera por la comunicación no podríamos hacer esa transformación cultural.
¿En qué consiste la labor que realiza ahora con las Organización de las Naciones Unidas?
Es hacer toda la estrategia de comunicación conceptual, hacer la producción y la gestión para que se socialice en los medios con la misma intensidad y calidad con la que se socializa Coca Cola. Nuestro saldo no está dado en el incremento de las ventas de un producto, nuestro feedback es un saldo pedagógico en donde por lo menos haya una tendencia al cambio y una intencionalidad de transformar las realidades que vivimos, en una sociedad absolutamente androcéntrica y patriarcal. No se le pude atribuir todo a la comunicación, pero no más que esté en la agenda de lo público, en el ágora nueva que son los medios y más allá de lo mediatizado, ya implica presión para el diseño y la gestión de políticas públicas.
¿Por qué a la ONU le interesa difundir ese tipo de mensajes acá en Colombia?
Porque le interesa que las sociedades sean realmente democráticas y esta sociedad no sé con qué cara se llama a sí misma democrática cuando la participación y representación de las mujeres en el Congreso no supera el 14% y somos más del 53% de la población. Eso quiere decir que la democracia sin mujeres está incompleta. A las Naciones Unidas le interesa propender por la construcción de una sociedad realmente equitativa e igualitaria, que podamos encontrarnos en la diferencia, pero que seamos iguales en derecho.
Usted ha sido la creativa de campañas que han tenido mucho reconocimiento e impacto. ¿Cuáles son?
“Derechos convertidos en hechos”, “mi cuerpo es territorio seguro”, “desplazados tenemos todos en común”, con la cual me gané el Premio Iberoamericano de Comunicación, “entregue las llaves”, que ha pegado muy bien… Han sido muy contestarías mis campañas, siempre desafiando lo tradicional, lo convencional y lo institucional. La última fue la de la violencia contra las mujeres, que tiene tres mensajes, tres referencias, que son: “frases de cajón”; “las puertas”, que dice que a un hombre que le pega a las mujeres hay que cerrarle todas las puertas; y la última, “el borracho”, que es la disculpa bolillesca de decir que estaba borracho y no sabía lo que hacía.
¿Cómo miden el impacto de esas campañas?
Lo miden las entidades que contratan empresas especializadas como el Centro Nacional de Consultoría, no quedaría bien visto que yo me midiera a mí mis- ma, porque yo me pondría cinco. La última campaña contó con la vinculación de Caracol Televisión, que no cobró un solo peso por la pauta, dio 7 mil millones de pesos con la emisión de los comerciales al aire en horario triple A. Ellos hicieron su medición y dio que el mensaje tuvo más de 20 millones de impactos. Naciones Unidas no ha hecho la medición, pero sabemos que tuvo gran aceptación.
¿En qué proyectos nuevos está trabajando?
Queremos seguir en la perspectiva de género, transversal a todos los mensajes, por eso estamos insistiendo en la publicidad no sexista. Hemos venido desarrollando un trabajo con Naciones Unidas y con la Ucep, que es la Unión Colombiana de Empresas Publicitarias, para cuestionar esos paradigmas que se pasan como verdades absolutas. Por ejemplo, el comercial que habla que en Colombia las mujeres pueden con todo porque usan Bom Bril, eso es agresivo, es humillante, es burdo. Esto es un reto a la creatividad, la propuesta para los publicistas es que miren los roles y vean los lugares de una manera diferente. Las mujeres somos ejecutivas, no nos pongan siempre lavando y saltando encima de planchas. Los hombres tienen manos y tienen la obligación de lavar la losa, de planchar, de cocinar, de cambiar bebés y todo eso lo pueden hacer. No es difícil, es poner a las mujeres en otros roles, en los roles en los que estamos
*Comunicador Social y Periodista. Editor de la revista Hoy en la Javeriana.