septiembre 2009 | Edición N°: año 48, No. 1251
Por: Pedro Mejía Salazar | Pontificia Universidad Javeriana



Se celebró en la Universidad Javeriana, entre el 7 y el 11 de septiembre, la Semana por la Paz. El Programa Javerianos por la Justicia y por la Paz estuvo al frente de las actividades, que buscan generar un cambio de actitud en la comunidad académica. Su Coordinadora, Ángela María Jaramillo Díaz, dio su balance.

César López, el creador de la escopetarra, fue uno de los invitados especiales de la Semana por la Paz. Su presencia en la Universidad fue uno de los eventos más impactantes de la programación.

¿Cómo les fue, cuál es el balance general de este año? Creo que nos fue bien, teniendo en cuenta que la idea era reincorporar el tema de la semana por la Paz en la Universidad. Empezamos a descubrir cuáles son los temas que tienen más acogida en la comunidad educativa y cuáles son las estrategias de intervención que debemos hacer. Estamos muy débiles en la parte publicitaria, a pesar de todo el apoyo que nos dieron en la oficina de Comunicación, que hicieron todo lo que les pedimos que hicieran. Nos ha servido también para empezar a organizar un poco las actividades.

¿Por qué dice que reincorporar el tema? La semana por la Paz es un evento nacional que hasta el año 2001 tenía mucha presencia en el país y mucho impacto, pero empezó a bajar, y aquí en la Universidad no se había vuelto a hablar del tema. Llevábamos unos cuatro o cinco años con una acción muy incipiente. Cuando le pidieron a la Vicerrectoría del Medio manejar el tema de la paz, una de las orientaciones claras fue volver a posicionar la semana por la Paz en la Universidad Javeriana y que los javerianos sintamos que tenemos un compromiso contundente con la paz.

¿Qué fue lo mejor de la Semana por la Paz? Hubo dos eventos que marcaron el récord, uno fue la acción colectiva enmarcada dentro del buen trato, con la vinculación de docentes, decanos, profesores, administrativos, estudiantes. Involucramos tres cafeterías de la Universidad, donde repartimos 2000 llaveros, un elemento portable que nos invitaba a decir gracias, y 220 camisetas. Yo creo que toda la gente quedó preguntándose ¿qué está pasando acá?, porque además entraban a los edificios y todos los porteros estaban con su camiseta puesta y estaban haciendo algo que generalmente no se hacía, que es saludar, dar las gracias, despedirse. Eso empezó a generar un cambio. El otro evento que impactó fue traer a César López, que es un joven que ha optado por mostrar cómo es la violencia en Colombia a través de su música y de su mensaje, y qué podemos hacer nosotros para modificarla. Yo creo que no sabíamos a qué personaje traíamos, fue una debilidad nuestra, sabíamos que traía una propuesta muy interesante, pero no habíamos tenido el gusto de escuchar su mensaje, que es muy claro y contundente. Lo queremos traer de nuevo.

Y el cierre fue el otro evento contundente, con unas 350 personas, que fue con César López. Ese mismo día fue la jornada La Javeriana se viste de blanco que también impactó demasiado. Aunque las personas no acogieron mucho la propuesta de traer una camiseta blanca, si les impactó ver la Universidad vestida de blanco, con 500 banderas a su alrededor.

¿Cuáles fueron los otros eventos de la Semana por la Paz? En la apertura hicimos dos eventos a medio día con cuenteros y grupo musical. En la noche tuvimos un panel, con cinco excelentes panelistas, pero lastimosamente fueron pocas personas, el tema eran los escenarios de cambio cultural hacia la paz: el artístico, el político, el económico, el educativo y el social.  El martes fue la acción colectiva, donde no esperamos que las personas llegaran sino que fuimos a buscarlas y eso cambió la dinámica. El miércoles fue la eucaristía de san Pedro Claver. fue muy linda, muy sencilla y muy sentida. El jueves ubicamos un stand de la coalición que está trabajando el tema de la vinculación de los niños al conflicto armado, calculamos que lo vieron unas 300 personas que se enteraron del tema. En la noche del jueves hicimos un acto simbólico cultural por los derechos humanos, la asistencia fue de unas 50 personas. Y el cierre fue el otro evento contundente, con unas 350 personas, que fue con César López. Ese mismo día fue la jornada La Javeriana se viste de blanco que también impactó demasiado. aunque las personas no acogieron mucho la propuesta de traer una camiseta blanca, si les impactó ver la Universidad vestida de blanco, con 500 banderas a su alrededor. La lógica del día se modificó, con el apoyo absoluto de la gente de Planta física.

Los jóvenes se vincularon a las actividades programadas con motivo de la Semana por la Paz.

¿Qué sigue después de realizada la Semana por la Paz? Vamos a hacer una nueva intervención colectiva unida al proyecto de Cultura Javeriana, con las basuras. Y con el Programa Javeriano por la Justicia y por la paz, vamos a hacer tres intervenciones más basados en saludar, despedirse y pedir el favor, ya trabajamos en gracias. son simplemente palabras que nos ayudan a ir generando un buen trato en la Universidad.

¿Cómo valoran la eficacia de esas intervenciones? Por lo general con la actitud de las personas que reciben el llavero, la muestra de complacencia frente a la acción que se está realizando, y también por los comentarios que preceden el evento, se nota que la gente empieza a darse las gracias. sin embargo, vamos a hacer una evaluación, nosotros recogimos los correos de todas las personas a las que se les entregó el llavero en las cafeterías y vamos a enviarles un correo pidiéndoles el favor de responder como modificó su actitud.

¿Quedaron en definitiva varios aprendizajes para próximos eventos? sí, yo creo que sí, vemos que podemos explotar más el tema de la acción colectiva para generar cambio cultural; otro aprendizaje es propiciar alianzas con otras iniciativas en la comunidad educativa javeriana, que trabajan el tema de la paz, los derechos humanos…; un reto que se nos presenta es incorporar en el ser que las personas asuman el cambio en sus acciones cotidianas y se sienta actores de paz, no en el discurso, porque también vemos que las personas están agotadas del discurso; y finalmente nos parece interesante empezar a manejar adecuadamente las relaciones y los conflictos en los equipos de trabajo de la Universidad.