Ser un nuevo javeriano: todo un reto
Nicolás Alejandro Cantor González es uno de los miles de bachilleres que cada semestre eligen a la Universidad Javeriana para iniciar una Carrera, pasando por múltiples retos.
Cuando Nicolás Alejandro Cantor González se enteró que había sido admitido como nuevo estudiante de la Carrera de estudios Musicales, con énfasis en Ingeniería de sonido, se puso tan feliz que no tuvo problemas en convencer a su papá de haber elegido lo que realmente le gustaba. Su padre es Ingeniero Mecánico, muchos de sus familiares son ingenieros electrónicos y él está por terminar como bachiller técnico en electrónica. Por eso cuando eligió la música como su Carrera, la primera reacción que tuvo su progenitor fue de sorpresa. “Desde décimo grado estaba muy nervioso pensando en qué estudiar. Yo quería algo que combinara lo que aprendí de ingeniería en el colegio y también la música, que fue algo con lo que empecé hace cinco años, cuando conocí a un amigo guitarrista”. Por eso buscó las ofertas en ingeniería de sonido que había en Bogotá, pero con una condición que tenía clara, quería que el plan de estudios le permitiera desarrollar su talento con la guitarra, por eso descartó otras universidades que ofrecían mucha teoría sin práctica musical.
“Yo no quería desperdiciar mis habilidades y tampoco quería desaprovechar lo que había aprendido en el colegio sobre ingeniería electrónico, por eso elegí esta Carrera en la Universidad Javeriana”.Otras razones que tuvo en cuenta fue el ambiente, las instalaciones y la tradición histórica que tienen la Javeriana, que es una de las primeras universidades de Colombia, y la Facultad de Artes, que también tiene un recorrido amplio formando músicos con mucho éxito.
Estudió durante medio año todos los planes de estudio posibles, sin descartar opciones de otras Carreras como Psicología, también en la Javeriana; o Ingeniería de sistemas en la Universidad Nacional. “Yo le dije a mi papá que lo que yo quería era estudiar música en la Javeriana y él se asustó un poco, pero finalmente me apoyó”. tuvo mucho que ver también el que su mamá trabaja en la Universidad y eso le da derecho a un descuento en la matrícula. “esas son condiciones que uno tiene que aprovechar”. Cuando salía del colegio pasaba por la Universidad para saludar a su mamá, almorzaba y se iba para la Facultad a caminar y a conocer. “Mi mamá me colaboró para tener una cita con la Directora de Carrera, y ella me explicó cómo era el programa y qué requisitos tenía que cumplir para presentarme, como tener ritmo, poder entonar y tener también aptitudes desde lo humano”. el susto fue el primer sentimiento que tuvo cuando llegó para presentarse al examen de admisión. “Yo vi como 200 muchachos y pasaban sólo 25, y yo los escuchaba hablando entre ellos, diciendo que el examen era muy fácil, y además les ayudaba que varios habían salido de una institución técnica musical”. empezaron a llamar a lista, y casi todos eran para ingeniería de sonido y guitarra eléctrica. “Yo dije: qué hago acá, aunque igual sabía que si no pasaba me presentaría otra vez. el examen fue sobre audición, acordes, sucesiones, melodías, intervalos y luego una interpretación. Yo me sentí anonadado”.
Días antes del examen de la Javeriana, Nicolás había presentado el examen de la Universidad Nacional y había pasado a Ingeniería de sistemas. La noticia había alegrado muchísimo a su padre. “Al otro día lo acompañé a la empresa y ya todo el mundo sabía”. Por eso cuando se enteró que había pasado el examen de la Javeriana, la reacción de su padre fue de sorpresa. Miró el pensum y le dijo: “Gato, eso es más música que ingeniería”. A lo que Nicolás le respondió: “sí papi, eso es lo que yo quiero”, y desde ahí recibió todo el apoyo. Aunque ya es bachiller, Nicolás Alejandro Cantor González prefirió guardar su cupo para comenzar el próximo año, pues este segundo semestre del año lo aprovechará para salir de su colegio con el título de técnico, con la satisfacción de haber salido airoso de los exámenes del Icfes, de la Universidad Nacional y de la Universidad Javeriana. “Cuando las cosas son para uno, todo se da.