La producción televisiva, «El pájaro espino», de amplia audiencia en Colombia y otros países, está ahora en boca de todos, ha suscitado lógicamente comentarios encontrados. En ciertos ambientes ha levantado ampolla, para unos de estricto corte tradicional la película es inmoral, perniciosa, erótica, atrevida; para otros de concepción más liberada la encuadran dentro de una problemática de simple lógica humana y para otros de superficial ignorancia y sin criterio moral, les parece que así debería ser, les parece la cosa más natural que un sacerdote tenga sus relaciones, procree un hijo y juegue su vida dentro de una ambivalencia desconcertante. Los comentarios en pacomias familiares, en la calle, en el club, en la peluquería, dan para todos los gustos. Solo[…]