ISBN : 978-958-781-555-9
ISBN digital: 978-958-781-556-6

Comunicación, información y lenguajes de la memoria

XXV Cátedra Unesco de Comunicación

José Miguel Pereira G.1

Luisa Fernanda Vergara Cuervo2

La Cátedra Unesco de Comunicación, en su XXV versión, se realizó el 31 de octubre y el 1 y 2 de noviembre de 2018, en la Pontificia Universidad Javeriana. Se la diseñó como un espacio de reflexión sobre comunicación, información y lenguajes de la memoria. En la convocatoria realizada se planteaba que, más allá de pensar la memoria como una remembranza del pasado, es necesario comprender el sentido activo y de construcción permanente que las sociedades hacen sobre su pasado desde el presente, y así hacen de ella un hecho cambiante, vivo y en permanente construcción. Esta perspectiva se ocupa del interrogante tanto por las representaciones y las producciones de la memoria como por las formas de hacer, narrar y re-crear la memoria, los mecanismos de activación, de conmemoración y de remembranza y, sobre todo, las relaciones entre memoria, subjetividades, verosimilitud y pugnas por el sentido.

Con esa perspectiva, y tomando en cuenta la coyuntura del país, el proceso de paz y de reconciliación, se consideró fundamental, como primera medida, analizar el papel de la ciencia de la información en los procesos de recuperación, preservación y divulgación de la memoria colectiva. En segundo lugar, desde los estudios del lenguaje, se buscó construir una agenda de investigación orientada a la generación de saberes pertinentes y el fomento de prácticas de intervención social que apuntaran a la recuperación de narrativas olvidadas o aún no contadas que, en conjunto, permitieran reconstruir la memoria del país. Y, en tercer lugar, analizar los procesos de representación, circulación y apropiación social del conocimiento que sobre la memoria se vienen realizando desde la comunicación social, el periodismo y áreas afines.

Relacionadas con los ejes temáticos planteados, se realizaron tres conferencias. La primera, titulada Entre la información, la memoria y el patrimonio: una perspectiva proactiva desde el Observatorio del Patrimonio Cultural y Arqueológico OPCA, estuvo a cargo de Luis Gonzalo Jaramillo Echeverri, quien afirmó que la construcción y el desarrollo de espacios de interacción en torno al tema del patrimonio cultural son tareas que, lejos de concluidas, y según se puede vislumbrar, serán el punto focal de interés para múltiples instancias y actores a lo largo de las próximas dos décadas, dentro del complejo, pero esperanzador, macrocontexto del “posconflicto”. Así pues, en dicho escenario, la relación entre información, memoria y patrimonio —particularmente, vista desde la óptica de la comunicación y la difusión para materializar la “apropiación social del patrimonio”—, define un tema central de reflexión académica/teórica, pero también, ante todo, plantea un reto para crear/diseñar instancias/medios/mecanismos de monitoreo/seguimiento a ese tema. En tal sentido, la iniciativa del OPCA, constituye una apuesta proactiva y concreta de comunicación para apropiar el patrimonio.

La segunda conferencia, El giro narrativo: Aportes de los estudios del Lenguaje y de las Ciencias Sociales, fue impartida por Marieta Quintero Mejía, quien sostuvo que a lo largo de las últimas décadas han proliferado los estudios orientados al uso de la narrativa como fuente de indagación; sin embargo, un considerable número de dichas investigaciones reduce la narrativa a su uso técnico-procedimental. En otras palabras, la narrativa se ha empleado como simple estrategia de recolección. Opuesta al uso instrumental de la narrativa, su conferencia buscó mostrar los supuestos epistemológicos del lenguaje y de las ciencias sociales que más contribuyen a la emergencia de lo que hoy se conoce como el giro narrativo, el cual, a su vez, postula la emergencia de la investigación narrativa como otro enfoque de la investigación cualitativa. Según el conferencista, con tal perspectiva, la obra de pensadores como Aristóteles, Bajtín, Todorov, Benjamin y Ricoeur es imprescindible.

La tercera conferencia, Memoria, verdad y comunicación, realizada por Germán Rey, hizo énfasis en la importancia de la comunicación en los procesos de memoria y verdad. Sostuvo su autor que esto se da en muchos sentidos: por ejemplo, para informar a la sociedad, para que esta se exprese, para cualificar la deliberación social, para fortalecer la imagen de las víctimas o para hacer visibles los esfuerzos de la comunidad y del Estado y de las demás organizaciones de la sociedad. Esto se da en un momento en que aumentan el flujo de noticias falsas, la desinformación y los argumentos de odio; especialmente, a través de las redes sociales, las sociedades y los gobiernos, que promueven ejercicios públicos de verdad, como los movimientos de transparencia y las comisiones de la verdad, para tratar de revelar verdades que han sido distorsionadas o claramente borradas de la imaginación social. El caso de los estudiantes asesinados de Ayotzinapa (México) es uno de ellos, como lo es también el propio conflicto armado colombiano. Sostuvo el conferencista que hay iniciativas de comunicación para promover la verdad y la memoria, como las plataformas visuales, los museos y las casas de la memoria, los documentales, los archivos, las series de televisión, las colecciones de libros, las selecciones de músicas, las historias de vida o los experimentos etnográficos. Así mismo, además de los proyectos institucionales de memoria, como el Centro Nacional de Memoria Histórica, existe en Colombia una gran variedad de iniciativas populares de la memoria: por ejemplo, la expedición sensorial de Montes de María, los Abracitos Nasa, las tejedoras de Mampuján o los murales, que son expresiones sociales contra el olvido y la impunidad que tienen en sus prácticas importantes dimensiones comunicativas.

Por otro lado, en esta edición de la Cátedra Unesco de Comunicación se llevaron a cabo tres paneles. El primero, titulado Apropiación del patrimonio cultural, fue moderado por Sergio Orlando Méndez Porras. En este panel, Mónica Álvarez Aguirre presentó el desarrollo de redes como La Red Mundial de Sitios de Conciencia, la Red de Sitios Latinoamericanos y Caribeños (Reslac) y la Red Colombiana de Lugares de Memoria (RCLM) —la cual, a su vez, hace parte de la Reslac—, que vienen trabajando a escala local y regional por unas políticas que respeten principios como la institucionalidad, la preservación, la sostenibilidad, la autonomía, la seguridad, la participación, el pluralismo, la memoria y los retos que tienen los lugares de la memoria frente a los cambios políticos de la región. Por otro lado, Juan Guillermo Martín Rincón, hizo un balance de 20 años de gestión patrimonial en el caso de las ruinas del Panamá Viejo, incluyendo las recientes investigaciones articuladas al proyecto europeo An Artery Of Empire. Sostuvo que, luego de un abandono de casi un siglo, en 1995 el Patronato Panamá Viejo, una institución de régimen mixto, asume la responsabilidad de gestionar, conservar e investigar el Conjunto Histórico Monumental, declarado Patrimonio Mundial en 2003. Y, finalmente, Luz Mery Panche afirmó que la guerra utilizada como mecanismo para el despojo y el control del poder ha impactado profundamente la vida y la cultura de los colombianos. La imposición del modelo económico, el narcotráfico, el extractivismo, los monocultivos, los megaproyectos viales y la militarización entre otros factores, han roto el equilibrio y la armonía del territorio, y se hace necesario reordenar el caos territorial, como tarea indispensable para avanzar en la construcción de paz.

El segundo panel, El relato como herramienta de investigación, fue moderado por William Sánchez Amézquita. En primer lugar, Amada Pérez Benavides sostuvo que las regiones del Valle del Sibundoy y la Sierra Nevada fueron, durante buena parte del siglo XX, algunos de los territorios principales de la acción misional de la Iglesia católica; en especial, de los misioneros capuchinos. En su intervención, la participante da cuenta de los procesos de investigación colaborativa que se han desarrollado con el fin de poner en contacto a las comunidades indígenas con algunas de las imágenes y de los escritos provenientes de tales archivos, y, a partir de ahí, elaborar curadurías conjuntas, con la perspectiva de la museología social, a fin de propiciar procesos de memoria colectiva y de resignificación de las imágenes. Así mismo, María Fernanda Sañudo Pazos analizó las narraciones campesinas que recogen las memorias sobre la separación violenta de las personas y los medios para producir su subsistencia, la privatización y la mercantilización de los bienes comunes, el desmantelamiento de lo comunal, la expropiación de saberes y el control de subjetividades y cuerpos. Los relatos transitan al mismo tiempo con las historias de las resistencias. En los testimonios de los habitantes rurales, ocupan un lugar central lo comunal y lo comunitario. Estos habitantes, hombres y mujeres, hablan de reciprocidad, de solidaridad y de cooperación. A dichos valores les otorgan el papel de principios organizadores que siguen vigentes y se conjugan como fuerzas transformadoras. Finalmente, Mario Fernando Gutiérrez Romero sostuvo que la psicología cognitiva ha indagado la utilidad del discurso narrativo para investigar diversos procesos mentales como constructo metodológico; sin embargo, se vio limitado a su simple capacidad para poner en evidencia la presencia de otros procesos cognitivos subyacentes y dejó de lado su aspecto creativo, que lo sitúa como un proceso que ameritaba investigarse en sí mismo. Para dar cuenta de los avances del uso cualitativo del relato en psicología, se propuso fomentar una discusión en torno al uso del relato como herramienta para analizar y comprender problemáticas socio-científicas o la construcción de representaciones mentales sobre el apego en madres colombianas.

El tercer panel, Narrar la memoria: prácticas y experiencias, moderado por Gilberto Eduardo Gutiérrez, contó con la intervención de cuatro panelistas. En primera instancia, Ginna Morelo hizo aproximación teórica y práctica sobre los silencios previos y póstumos que deja la violencia, cuyos tipos, formas, tonos y texturas determinan, en gran medida, la construcción de los relatos íntimos de la guerra. Sostuvo la panelista que el silencio no se puede ubicar por fuera de la lengua: es un lugar dentro de la lengua misma. Esto conduce a explorar lo que ocurre en ese lugar de quiebres, rupturas, en el que se incuban nuevos relatos, los cuales han de constituir memoria y, en algunos casos, alimentan la producción periodística. Por otro lado, Germán Ortegón Pérez explica cómo, en sus series fotográficas Lo que fuimos, Memorias de arena y Cicatrices, el centro del relato no solo lo constituyen los rostros o los cuerpos de las víctimas o de los victimarios, sino que también lo conforman la historia personal del espectador (liberado o atrapado), que escribe su propio relato a través de la obra invocando sus pasados en lo más íntimo de su evocación, donde, a veces, se involucran nostalgias de cosas vividas y no vividas. Así mismo, Laura Cecilia Cala Matiz analiza, a partir de la revisión de los relatos de tres grupos de Facebook — 1) Fotos Antiguas Bogotá, 2) Yo viví en el Minuto de Dios y 3) Los nacidos entre 1970 y 1985 en Colombia—, las prácticas de construcción de memoria que se generan a través de las formas de contar y conversar en la web. Estos relatos ponen en evidencia los sentidos compartidos de pasado y la conexión con referentes identitarios desde la ciudad, el barrio y la generación. Finalmente, Jorge Iván Bonilla Vélez señaló que en los estudios sobre la memoria de la atrocidad de este país el deber de recordar, el compromiso de debatir y la necesidad de otorgarle legibilidad a lo que nos duele, a lo que no supimos ver o no quisimos ver, a lo que hoy intentamos superar —la guerra—, implica también hacerlo a través de las imágenes. Mediante las fotografías documentales, como los relatos, también se puede producir sentido, revelar asuntos importantes de la vida moral de una sociedad y ayudar a construir una mirada crítica respecto a lo que nos ha ocurrido como sociedad.

En esta edición de la cátedra, por otra parte, se hicieron dos conversatorios. El primero de ellos, Memoria histórica, resistencia y soberanía territorial, moderado por Juan Ramos Martín y Juan Carlos Valencia, Dorothy Kidd sostuvo que construir la memoria histórica de una comunidad de personas en un territorio específico es una práctica comunicacional y educativa importante para muchos movimientos sociales contemporáneos y para justiciar política en todo el mundo. Esas prácticas juegan un papel clave en el fortalecimiento de lazos culturales y comunitarios, reafirman su visibilidad al constituir nuevas subjetividades colectivas y al crear imaginarios democráticos más inclusivos. El repertorio de prácticas también se hace esencial a la hora de retar los discursos hegemónicos y las políticas que contribuyen a la expropiación de territorios y al desplazamiento de comunidades. Así mismo, Pablo Escandón Montenegro afirmó en su presentación que los museos son instituciones sociales atravesadas por el eje de la comunicación, como proceso de mediación social. La cultura digital y sus herramientas hacen de los museos espacios inmersivos, donde la comunicación es vital en cuanto a la creación y la circulación de contenidos especializados para cada público de usuarios. Los cibermuseos son medios digitales con narrativas propias, que presentan una evolución del museo tradicional; incluso, son una variante del museo virtual, pues no se centran exclusivamente en el uso de la tecnología para virtualizar las colecciones, sino que transforman la ideología propia del museo y, por ende, a la institución museística que se incorpora en la cibercultura.

El segundo conversatorio, Colombia: desafíos de la memoria a la comunicación, también moderado por Gilberto Eduardo Gutiérrez, contó con la participación de tres ponentes. Jaime Humberto Silva Cabrales, quien sostuvo que la responsabilidad del archivo no culmina con el proceso inicial de conservación y preservación de fuentes, y el respectivo proceso de catalogación, sino que sigue con la responsabilidad que se adquiere frente a una ciudadanía que, en su mayoría, ignora su existencia o la riqueza de su acervo. Los contenidos de un archivo deben ser socializados a través del catálogo, como contenedor de la información acerca de todos los registros digitalizados. Por su parte, Mónica Osorio Aguiar hizo énfasis en que la comunicación es, en esencia, un vínculo, es la posibilidad de intercambiar visiones del mundo y de negociar y reconocer las diferencias. Relatar las historias de la Colombia pobre y excluida no solo se convierte en una oportunidad para transmitir realidades que han sido históricamente silenciadas, invisibilizadas y, en algunos casos, estigmatizadas: además, se constituye en una acción contestataria ante los discursos dominantes que predominan en la configuración de la opinión pública y en la memoria histórica. Contar esa Colombia amplía la comprensión de los problemas sociales y ofrece otra verdad para transformar. Finalmente, Luis Carlos Manjarrés Martínez sostuvo que la comunicación posibilita el entendimiento de significados y sentidos. Dicha definición alude directamente a la función comunicativa, sensorial y experiencial de los museos. Y, justamente, eso fue lo que hicieron las víctimas comprometidas con el proceso del Museo de la Memoria Histórica de Colombia, pues lo entendieron como un canal de amplificación de sus voces y sus emociones. Lo hicieron poniendo como énfasis y denominador común las transformaciones, las rupturas y las tensiones que se dan en las personas cuando su experiencia de vida es atravesada por la guerra, para evidenciar que el cuerpo en la guerra se transforma: los daños o los impactos causados dentro del marco del conflicto armado son, para los cuerpos, un punto de no retorno.

Como espacio de conversación y socialización del conocimiento, en esta ocasión en la Catedra Unesco de Comunicación se realizaron, de manera simultánea, nueve Grupos Temáticos (GT), que son espacios en los cuales investigadores, profesores, estudiantes, activistas y miembros de diversas organizaciones tienen la oportunidad de presentar sus investigaciones y sus experiencias. La acogida fue muy amplia, pues se contó con la participación de unos 350 asistentes de varias regiones de país, e, incluso, de varios países de América Latina, y quienes presentaron 161 trabajos, que fueron previamente seleccionados por el comité académico del evento. La distribución de las ponencias y las experiencias por cada GT se puede observar en la tabla 1.

Tabla 1. Ponencias presentadas por GT en 2018

Grupo temático

N.° de ponencias

GT 1. Medios, TIC e industrias culturales

14

GT 2. Comunicación, política y cambio social

22

GT 3. Comunicación organizacional, publicidad y mercadeo

16

GT 4. Comunicación y educación

24

GT 5. Prácticas de comunicación y procesos socioculturales

20

GT 6. Estudios de periodismo

16

GT 7. Epistemología, metodología, teorías

17

GT 8. Los lenguajes de la memoria en Colombia

17

GT 9. Información: memoria para el futuro

15

Número total de ponencias presentadas

161

Fuente: elaboración propia, a partir de los registros de la Cátedra Unesco de Comunicación 2018.

Dentro del marco de la Cátedra Unesco de Comunicación, se llevó a cabo la Muestra Audio-Visual Universitaria Ventanas 2018. De acuerdo con su coordinadora, María Urbanczyk, la muestra es un espacio abierto a proyectos universitarios de todo el país, y recibió 130 productos, distribuidos en sus 4 categorías: audiovisual (incluye ficción, documental y otros formatos), radio, fotografía y publicidad.

Los jurados de los 130 productos participantes seleccionaron 39 obras, que conformaron la selección oficial: 24 de audiovisual, 12 de fotografía y 3 de radio. Las obras elegidas provenían de universidades colombianas de diferentes regiones y los realizadores de los mejores trabajos audiovisuales fueron premiados con becas para participar en el curso-taller Flujos de trabajo en la producción audiovisual, ofrecido por el Centro Ático durante la semana del evento.

La Muestra Audio-Visual Ventanas 2018 cerró con la invitación de Víctor Gaviria, director, guionista y escritor, realizador de La vendedora de rosas y de Rodrigo D, no futuro. En el conversatorio se hizo la proyección de su más reciente película, La mujer del animal, en compañía del actor Tito Gómez. Luego de la proyección se realizó un conversatorio sobre el papel y la importancia del testigo en el cine y en la construcción de memoria, lo que dio lugar a discusiones sobre el feminismo, la violencia en barrios marginales y el posconflicto.

Este libro constituye la memoria de la Cátedra Unesco de Comunicación 2018. En el formato impreso se publican los textos completos de las conferencias, los paneles y los conversatorios. Así mismo, se incluyen los resúmenes presentados por investigadores, profesores, estudiantes, activistas y miembros de organizaciones públicas y privadas que participaron en el evento. El libro, con los textos completos, incluidas las ponencias completas de los GT, se puede consultar y descargar de la página de la Cátedra Unesco de Comunicación: www.javeriana.edu.co/unesco

Una vez más, la Pontificia Universidad Javeriana, y, especialmente, la Facultad de Comunicación y Lenguaje, agradece la acogida que durante 25 años ha tenido la Cátedra Unesco de Comunicación entre participantes tanto de Colombia como de otros países de la región, en tanto se ha venido consolidando como un espacio de socialización y una experiencia de circulación y apropiación social del conocimiento que se produce en el campo de estudios de la comunicación social y sus áreas afines.


1 Profesor Asociado de la Pontificia Universidad Javeriana. Coordinador de la Cátedra Unesco de Comunicación. Miembro de la Asociación Colombiana de Investigadores en Comunicación (Acicom). jmpereira@javeriana.edu.co

2 Estudiante de la Carrera de Comunicación Social de la Pontificia Universidad Javeriana. luisa_vergara@javeriana.edu.co