Trabajar en equipo significa aprender a través de la reflexión y experimentación conjunta; constantemente escuchamos decir que cada persona es un universo único y esto en un grupo se representa en ideas valiosas que enriquecen los procesos.
En este sentido, en el Centro Ático de la Pontificia Universidad Javeriana trabajar en conjunto con los estudiantes, las facultades y por supuesto, con el sector creativo, es uno de los propósitos principales. Se trata de fomentar la creación con mediación tecnológica y permitir la participación de todas las disciplinas.
En el Centro Ático todos los proyectos parten de una misma base: contar historias. Algunas veces esas historias nacen y se fortalecen dentro de Ático. Como ejemplo de ello tenemos el documental Komimafo, un viaje al origen de la vida y el cortometraje Kade (la vida). Estos proyectos audiovisuales se formaron en La Chorrera, en pleno corazón de la Amazonía colombiana, y se lograron gracias a un trabajo en conjunto con el Padre Luis Guillermo Sarasa, en ese entonces Vicerrector del Medio y el Padre César Juragaro, hoy Mágister en Teología. Dos productos que dan cuenta, de formas muy distintas, sobre los sonidos, rostros, silencios, tradiciones, costumbres y conflictos de un territorio desconocido por muchos en el país.
Hay otras historias que son un conjunto de muchos procesos y no solo involucran al Centro Ático sino a muchos otros actores. En este caso podemos mencionar Estudio A, un programa de televisión formato docu-reality que se realizó en 2018 en alianza con la Facultad de Artes y el Canal Claro Música. La intención era seguir de cerca el proceso de creación de tres grupos de estudiantes (una banda, un grupo de ingenieros de sonido y un grupo de realización audiovisual) para la realización y grabación de una sesión en vivo de una canción, en tiempo récord. Un proyecto ambicioso que involucró la creación visual y sonora en un mismo camino. Estuvo al aire en el Canal Claro Música Lado B los lunes y jueves en las noches.
Aquí también tenemos como ejemplo Reportera X, una serie de Canal Trece dirigida por Jorge Alí Triana que hablaba sobre el misterio del caso de Jorge Eliécer Gaitán. En este proyecto participaron estudiantes del Semillero de Historia Audiovisual de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Javeriana. Ellos apoyaron la investigación desde el trabajo de recopilación de archivo que sirvió como insumo para la construcción de la serie. Una muestra más del trabajo interdisciplinar en el que la mediación tecnológica hace presencia.

Es importante mencionar también las historias que se gestan en otros lugares y llegan al Centro Ático para ser pulidas. Es el caso de coproducciones como Ruido Rosa (2015), La noche de la bestia (2020) y La Casa de Mama Icha (2020). Esta última es una película documental que en 2016 se llevó el Premio de postproducción del Centro Ático y consiguió que el equipo de profesionales se hiciera cargo de la colorización, la dirección de posproducción y los efectos visuales. Recibió 5 nominaciones en los Premios Macondo 2022, galardones que reconocen la excelencia artística, técnica y narrativa del cine colombiano.
La Casa de Mama Icha se proyectó en el Auditorio del Centro Ático el pasado 25 de octubre, además de realizarse un conversatorio con su director Oscar Molina. Una oportunidad ideal para hablar de la construcción de esta historia y cómo el trabajo en red permite que los proyectos cinematográficos independientes puedan llegar al público.
En este camino en el que se han hecho alianzas y se han fortalecido procesos ha quedado claro que hay muchas historias que están trabajando para ser contadas y es por ello que el Centro Ático en 2022 se aventuró a un nuevo escenario: el cine universitario.

Con la realización de dos Laboratorios de Guion, uno en el marco del Festival Internacional de Cine de Cartagena – FICCI y el otro en el Festival Internacional de Cine Corto de Cali, queda claro que en los estudiantes hay una llama viva por contar grandes historias y tiene que haber en la academia caminos para que esos procesos puedan surgir. Ahí seguirá el Centro Ático atento para crear, repensar y redescubrir todo lo que el cine ofrece.
En esta recopilación de grandes experiencias hay un llamado al sector académico, al sector creativo y por sobre todo a los estudiantes, para seguir creando juntos, para no temerle al proceso y confiar en las buenas historias.