septiembre 2009 | Edición N°: año 48 No. 1251
Por: Redacción Hoy en la Javeriana | Pontificia Universidad Javeriana



Monseñor Gustavo Martínez Frías, Arzobispo de Pamplona en Norte de Santander, egresado en 1960 de la Javeriana, falleció el 29 de agosto. El profesor Alfonso Miranda Talero, profesor de la Facultad de Ciencias Jurídicas, murió el 14 de septiembre.

Gustavo Martínez Frías

Cursó su formación filosófica y teológica en las entonces llamadas facultades Eclesiásticas de la Universidad Javeriana entre 1954 y 1960, obteniendo las correspondientes licenciaturas en filosofía y en teología. Como sacerdote perteneció al clero de la diócesis de socorro y san gil, para la que se ordenó el 27 de noviembre de 1960; allí fue formador de los futuros presbíteros en el seminario diocesano, profesor de Historia de la filosofía y de Doctrina social de la Iglesia, Párroco de la Catedral de san gil y de Puente Nacional, Vicario Episcopal de la zona de Vélez y Vicario general de la diócesis. En enero de 1987 fue nombrado obispo por s.s. Juan Pablo II para ser el pastor de la diócesis de Ipiales. Desde mayo de 1999 era el arzobispo de esta arquidiócesis nortesantandereana. En socorro y san gil fue el líder de la renovación que se suscitó después del Concilio Vaticano II y de la asamblea general de obispos latinoamericanos de Medellín, todo esto bajo la guía de los sucesivos obispos Pedro José rivera, Ciro Alfonso Gómez, Víctor Manuel López y Leonardo Gómez. En algunos asuntos que consideraba importantes para su gestión pastoral consultaba a académicos de la Universidad Javeriana. En Ipiales reestructuró la diócesis, para converger en una en una pastoral orgánica incluyó con vigor a los laicos y a las religiosas en la vida diocesana, y generó una pastoral social muy reconocedora de indígenas y de campesinos de la región. En Pamplona hizo todo esto y creó además una corporación que reunió a las diócesis de su provincia eclesiástica. tuvo también que enfrentar con entereza pastoral la presencia de grupos paramilitares y guerrilleros, sin ceder a las pretensiones de los violentos y manteniendo siempre el tacto para no exponer la población a riesgos innecesarios. En los últimos años su salud se afectó gravemente. siguió al frente del arzobispado, y aceptó la fragilidad con el temple propio de los cristianos raizales. No permitió que la mitra lo llenara de vanidad, supo siempre que lo suyo era el servicio en el ministerio, y lo ejerció a tiempo y a destiempo. Este es el relato vital de un javeriano destacado, cristiano y obispo, cuya vida expresó cabalmente aquello de “hombres y mujeres al servicio del país”.

Alfonso Miranda Talero

Abogado javeriano, que fue profesor durante varios años de la facultad de Ciencias Jurídicas de la Pontificia Universidad Javeriana donde formó varias generaciones de abogados. se distinguió especialmente en su cátedra de Hacienda Pública, tema que le apasionaba y dominaba a la perfección, sobre el cual además escribió
varios artículos y algunos libros de obligada consulta. sus hijos, Alfonso y Julia, continúan con el legado del Doctor Miranda, como profesores de la facultad, y su nieto, Nicolás Esguerra Miranda, es estudiante de primer semestre de la Carrera de Derecho.