La Javeriana, una ciudad para 30.000 personas
La presencia de la Universidad en la vida nacional, se aprecia también en el desarrollo físico de su campus universitario, el cual es fruto de un largo y continuo crecimiento que responde no sólo a los requerimientos pedagógicos y funcionales de cada una de las épocas que le ha tocado vivir, sino que se ha ido entretejiendo con el desarrollo mismo de la ciudad transformando todo un sector de chircales, planta cementera, fábrica de chocolates, tipografía, etc., en una “ciudad universitaria” de la que el común de los ciudadanos no percibe sus límites al ser parte de un barrio trasformado en universitario también. en sus 18 hectáreas de terreno y casi 200.000 metros cuadrados de construcción surgen varios edificios académicos, biblioteca, capillas, emisora, estudio de televisión, instituciones hospitalarias, instituciones bancarias, cafeterías, auditorios, centro deportivo, campo de fútbol, 1.200 parqueaderos, 17.000 metros cuadrados de plazoletas peatonales, 74.000 metros cuadrados de jardines, arboledas y zonas verdes, por las que discurre diariamente una población de más de 30.000 personas entre estudiantes, profesores, empleados y visitantes o usuarios de los múltiples servicios universitarios.
La Pontificia Universidad Javeriana se estableció en 1623 en Santa Fe de Bogotá e inicia el proceso de desarrollo del actual campus hacia 1930. La planta física de la Universidad se inicia con el edificio Emilio Arango, S.J., y el edificio para el Hospital Universitario San Ignacio, construido en la década de los 50. Desde ese entonces y hasta la fecha se han desarrollado distintas intervenciones de gran valor arquitectónico e institucional vigentes en la actualidad. La necesidad de que la Universidad contara con una unidad encargada de planear su desarrollo físico, surgió hacia 1963 cuando se inicia el diseño del edificio para la Facultad de enfermería, hoy edificio Pablo VI. En 1968 nuevamente surge la idea de contar con una oficina encargada de construcciones de la Universidad con la necesidad inmediata de tener más aulas de clase y se plantea la adquisición de casetas prefabricadas para el efecto. Se inicia la obra del que se denomina hoy edificio Julio Carrizosa, S.J. ante el éxito de esta obra y coincidiendo con la llegada a la Rectoría del R.P. Alfonso Borrero, S.J., se inicia un nuevo plan de desarrollo del campus, que comienza en la Biblioteca y se concluyó con el edificio de Ingeniería.
En el 2004 culmina una nueva etapa de la planta física en donde se diseñaron los edificios Fernando Barón, S.J.,
el de Parqueaderos, el centro oncológico Javeriano, el Lorenzo Uribe, S.J., el Pedro Arrupe, S.J., el Manuel Briceño, S.J., el centro Javeriano de Formación Deportiva, el edificio de la comunidad y el centro Ático, dotados con capillas, biblioteca, variedad de aulas, salas de computo y modernos laboratorios de tecnología, física, química, entre otros. es indudable que en esos últimos años la Dirección de Planta Física, a la luz de una política clara de desarrollo físico del campus universitario, da respuesta a los planteamientos de la Planeación estratégica. Las inversiones consideradas en obras nuevas son de tal magnitud y trascendencia, que exigen un cuidadoso estudio, donde deben conjugarse la visión de conjunto con las necesidades específicas, para así lograr satisfacer el requerimiento inmediato y su vigencia en el futuro.
Por lo anterior, se inicio un trabajo de las necesidades de Planta Física dentro de la Planeación estratégica 2007 – 2016, con cada una de las facultades, dependencias y oficinas de la universidad, liderado por la Dirección de Recursos Físicos y la oficina de Planeación de Planta Física. este trabajo recogió de todas las facultades sus proyecciones en áreas y crecimiento estudiantil lo cual condujo a la realización de un Plan maestro de Desarrollo Urbanístico y arquitectónico de la Planta Física, con una visión prospectiva e integral para 20 años. Durante la estructuración del plan maestro y de desarrollo, muchas ideas formaron parte del plan entre estas:
modernizar los edificios de aulas, dar mantenimiento a los edificios antiguos pero cuidar sus fachadas –que son históricas o representativas—, optimizar la calidad de los espacios físicos institucionales, involucrando acciones que ayuden al manejo del medio ambiente, generando altos niveles de confort y seguridad, así como implementando tecnologías de avanzada en el manejo espacial logrando o procurando el confort de los usuarios, definir una entrada principal más visible, realizar la remodelación y los refuerzos estructurales de los edificios antiguos como lo es el Emilio Arango, ampliar las instalaciones del área de ciencias de la salud, ampliar zonas de cafeterías, construir un centro estudiantil y áreas para el bienestar.
Como meta para alcanzar los objetivos iniciales se han detectado los siguientes retos que deberá afrontar la implementación del plan: preservar el campus abierto fortaleciendo las condiciones de seguridad, nueva oferta de espacios académicos y de bienestar para la comunidad, mejoramiento de las actuales instalaciones, el manejo ambientalmente responsable del campus, respuesta a las futuras intervenciones viales y de transporte, articulación paisajística y funcional con el Parque Nacional, y mejoramiento de las condiciones propias del Hospital como de su relación con el campus. el informe final se presentó en enero de 2010 y fue aprobado por el consejo Directivo liderado por el Padre Rector Joaquín Sánchez, S.J.