La salud mental en el trabajo está sobre la mesa
El 10 de octubre se celebró el día mundial de la salud mental. El tema elegido este año fue la salud mental en el trabajo. La Universidad Javeriana se encuentra adelantado varios proyectos que lo abordan.
Si apenas está comenzando la semana y usted ya se siente agotado como si llevara días sin descanso; o llega a su oficina y hace varias cosas, pero ninguna relacionada con su trabajo; o si su labor está asociada con atender historias y situaciones difíciles que tienen otras personas, ¡ojo!, usted puede tener una dificultad mental. Pero no se alarme. No está loco, tampoco es un trastorno mental. Simplemente es una situación que requiere su atención y la de su empresa. Lo primero que hay que saber es que cuando se habla de salud mental se habla del “equilibrio que tienen las personas con su entorno social, cultural, familiar, afectivo y que puede rendir satisfactoriamente en lo que hace. Sentirse cómodo y bien con todo”, explica el doctor Carlos Gómez Restrepo, Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana. Hoy en día son tres las situaciones más comunes que afectan la salud mental de los trabajadores: el síndrome de agotamiento profesional o Burnout, el acoso laboral y el presentismo, indica el doctor Gómez. El síndrome de agotamiento laboral está relacionado con el ámbito profesional y el estrés causado por el trabajo. Se manifiesta a través de comportamientos irritables, menos comprensivo con quienes se trata y angustias de diferente tipo. El acoso laboral, no de tipo sexual, se refiere a las exigencias desproporcionadas y al abuso de poder hacia el subalterno, situación que tiene que ver con la salud mental del jefe. En cuanto al presentismo, es estar en el puesto de trabajo, pero dedicando parte de la jornada laboral a otras funciones que no son propias del deber. Cada una de éstas, junto con el ausentismo, los reclamos de incapacitación, las lesiones o enfermedades, las quejas de personal y la rotación son implicaciones de salud mental en el trabajo que las organizaciones necesitan tener presente, pues “los costos globales anuales de problemas de salud mental se estiman en US$ 2.5 billones y se espera que subirán hasta US$ 6 billones en 2030”, publica la Organización Panamericana de la Salud.
Salud mental en tiempos de posconflicto
Una situación especial que requiere toda la atención de los profesionales de salud mental, psiquiatras y psicólogos, es la labor que comenzarán a asumir las personas que trabajarán y estarán relacionadas con los temas y relatos del conflicto armado. “Las unidades judiciales y gubernamentales se están preparando en torno a la estructura, logística y funcionamiento de entidades como la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Y no están pensando en preparar y capacitar a la gente para recibir este tipo de narrativas que pueden ser aparentemente inocuas, pero muy problemáticas si no se asumen correctamente; pueden producir estrés o dificultades en lo mental innecesarias. Estoy hablando de capacitar desde una secretaria, un profesor, periodistas, prestadores de servicios de salud, hasta un magistrado”, señala el Decano de la Facultad de Medicina. Frente a este tema la Pontificia Universidad Javeriana, con el liderazgo del doctor Gómez Restrepo, está desarrollando varias propuestas y proyectos interdisciplinares donde participan el Instituto de Salud Pública, la Javeriana Cali y algunas facultades de la Universidad. Cada uno de estos proyectos está enfocado en capacitar a unidades gubernamentales, a la gente que va a las comunidades, a las escuelas, al trabajo, etc… en temas de salud mental para que puedan dar una ayuda inicial a quienes tienen algún tipo de problema o trastorno mental”, explica Enrique Peñaloza, director del Instituto de Salud Pública. De esta manera, la Universidad Javeriana pone sobre la mesa y está trabajando el tema de salud mental más allá del aspecto clínico, pues no son solo la esquizofrenia y el paciente bipolar, los que necesitan atención. Son también aquellos que presentan cuadros de ansiedad y depresión.“Los tiempos han cambiado y lo mental no solo depende de un psiquiatra o psicólogo. Depende de todos. Las intervenciones más eficaces van mucho más allá de lo que podemos hacer en un consultorio. Es algo que debe aprender todo el mundo”, concluye el doctor Gómez.