Mayo 2018 | Edición N°: Año 57 No.1337
Por: Viviana Peña H | Coordinadora Programa Integración Academia y Sociedad



Luego de meses de formación en el voluntariado de la Javeriana y en los programas de responsabilidad social universitaria, un grupo de profesores vivieron la oportunidad de trascender las aulas y aportar su conocimiento, tiempo y trabajo a otras instituciones académicas.

Son las 6 a.m. y un grupo de profesoras voluntarias se encuentran listas y ansiosas para encontrarse con los padres de familia del colegio San Martín de Porres, institución educativa distrital vecina de la Universidad Javeriana. Durante dos meses han planeado este encuentro participativo cuyo eje principal girará alrededor de cómo pensar posibilidades reales y situadas, para que el colegio sea el espacio de encuentro donde niños, niñas, adolescentes y jóvenes puedan construir su proyecto de vida. Para su construcción integraron principios y pautas de acompañamiento comunitario que han vivenciado en su proceso formativo desde octubre de Profesores voluntarios comprometidos con el Servicio Luego de meses de formación en el voluntariado de la Javeriana y en los programas de responsabilidad social universitaria, un grupo de profesores vivieron la oportunidad de trascender las aulas y aportar su conocimiento, tiempo y trabajo a otras instituciones académicas. 2017 en el Voluntariado para Profesores del Centro Pastoral San Francisco Javier. Uno a uno llegan los padres de familia y la sonrisa en sus rostros aparece, ya que hay un precedente de baja o nula asistencia a estas convocatorias. El salón está completo, las profesoras se presentan desde su rol voluntario, del querer estar allí y, dos de ellas, como madres de familia. Agradecen la presencia a los padres de familia y les comparten el interés que tiene la Universidad en acompañarlos en sus procesos de fortalecimiento institucional. Desde lo más humano y sensible, padres, madres, tías y abuelas, comparten con las profesoras voluntarias sobre sus hijos. A través de un trabajo grupal conversan alrededor de los sueños, no sólo pensados desde lo que esperan del colegio para sus hijos, sino cómo ellos se los imaginan a futuro; qué tanto conocen el Proyecto Educativo Institucional (PEI) y si están familiarizados con el énfasis que tiene el colegio y su correspondencia a la realidad del contexto. Una plática animada y tranquila trae consigo opiniones, ideas, afirmaciones y cuestionamientos que son recogidos por las profesoras para ser organizados y analizados con el fin de establecer el estado actual del colegio, frente al énfasis que ofrece el PEI. Así mismo, se les comparte que este encuentro no sólo es con ellos, que la polifonía es importante para el proceso y, por lo tanto, se realizarán diferentes actividades con los estudiantes de primaria, bachillerato, docentes y directivas porque todas las voces cuentan y todas construyen comunidad. “No cambio por nada haber conocido por fin el colegio que tanto vimos en fotos, del que tanto nos hablaron y del que buscamos información en documentos institucionales y académicos. Hoy nos pusimos la camiseta del voluntariado de profesores y emprendimos camino al colegio que, a pesar de estar tan cerca de la Universidad, da la sensación de estar muy lejos del entorno al que estamos acostumbrados en el día a día”, expresa Mónica Bernal, profesora del Departamento de Ciencias Contables.

En el camino de regreso a la Universidad, Maria el Pilar Márquez, profesora del Departamento de Biología, comenta: “Estamos inmersos en una sociedad llena de necesidades y cada pequeña acción positiva que yo haga me transforma y ayuda a transformar. Hay muchas personas allá afuera, en las comunidades, que quieren también un mundo mejor…” Mientras tanto en la Universidad, otro grupo de profesores voluntarios divididos por equipos realizan una revisión documental sobre los desafíos sociales que tienen los Programas de la línea Saber y Responsabilidad Social Universitaria (SRSU), del Centro Pastoral San Francisco Javier. Desde allí acompañan los procesos formativos de los estudiantes voluntarios vinculados a Misión País Colombia, Voluntariado Javeriano y Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano.

Los voluntarios son profesores de planta y cátedra pertenecientes a siete unidades académicas de la Universidad: Arquitectura y Diseño, Ciencias, Ciencias Económicas y Administrativas, Comunicación y Lenguaje, Enfermería, Odontología y Teología. Son 14 profesores que apostaron ser pioneros de la primera cohorte (2017-2018), acompañada por el Programa Integración Academia y Sociedad del Centro Pastoral. Educación para la paz y la reconciliación, memoria e identidad, cuidado de la casa común, construcción de ciudadanía con familias, formación ciudadana infantil desde el arte y la ciencia, y reflexión – acción de la acción voluntaria, son algunas de las oportunidades de acción, donde los profesores han tenido la posibilidad de estudiar, traer su experiencia y poner en diálogo con los estudiantes voluntarios. Desde allí, el encuentro de voluntario a voluntario toma un matiz diferente, es un aprendizaje en doble vía y un reconocimiento mutuo, como lo señala Maria Fernanda Buitrago, profesora del departamento de Nutrición y Dietética: “Cuando hay pasión hay tiempo extra para todo, no importan las cargas, es el compromiso frente a una comunidad y el querer hacer lo mejor posible”.

Al igual que la acción voluntaria con el colegio, los encuentros de voluntario a voluntario, implican una planeación y una preparación. Y aunque el profesor se va a encontrar con estudiantes como lo hace todos los días en la Universidad, en esta oportunidad otras son las motivaciones que generan la posibilidad de dialogar horizontalmente. En estos encuentros que tienen una intencionalidad formativa, los diálogos confluyen entre experiencias: la de estudiantes voluntarios que están en contacto directo con comunidades con desafíos sociales externos a la Universidad, y la de profesores con su experticia en la docencia e investigación de sus respectivos campos disciplinares. Camilo Mendoza, profesor Departamento de Arquitectura, expresa su emoción al finalizar uno de los encuentros con los estudiantes voluntarios: “Desde hace varios años no me pasaba que se terminara la clase y los estudiantes quisieran seguir allí, conversando conmigo. Hoy me siento revitalizado”. Y aunque a veces a los encuentros no lleguen todos los convocados, se sabe que el camino recién está comenzando y no es fácil. Construir juntos implica esfuerzos importantes pero todo vale la pena cuando el compromiso es el servicio. Harold Casanova, profesor Departamento de Lenguas, dice “dejar actuar a Dios en mí” es la oportunidad de enriquecer el rol del profesor y del estudiante, ya que al reconocerse de forma distinta y honrar sus sensibilidades, nuevas formas de relacionamiento empiezan a configurarse desde la auténtica humanidad.